Así subsiste un club que tuvo un estadio modelo y "rasguñó" el Nacional B

El cese del ferrocarril generó en Monte Comán, departamento de San Rafael, desazón en la población que quedó "aislada" y con una economía profundamente golpeada. Pero unos años después, a mediados de los '90, el pueblo parecía resurgir gracias al fútbol y un club que experimentó un ascenso meteórico, con un estadio modelo y quedando muy cerca de ascender a la segunda categoría del fútbol argentino: San Martín de Monte Comán.

Dice la leyenda que el nombre "Monte Comán" surgió a partir del reclamo de trabajadores del ferrocarril a sus patrones ingleses: cuando los primeros decían que querían mejores salarios para no pasar hambre, los jefes extranjeros -en un español rudimentario- habrían respondido "si tienen hambre, monte coman". Con el paso del tiempo, "coman" pasaría a ser una palabra aguda. Y en 1921, la familia Bernues fundó el club local, que se llamaba "Pacífico" por el ferrocarril y luego pasaría a ser "San Martín", en 1948, por la nacionalización de los trenes.

Como la gran mayoría de los clubes, en la actualidad San Martín de Monte Comán enfrenta grandes desafíos en medio de la crisis económica. Pero a fines de los '90, fue un club de fútbol modelo en la provincia, llegando a competir en el Torneo Argentino A (tercera categoría del fútbol argentino) quedando muy cerca del ascenso al Nacional B (segunda categoría) en 1997, con un estadio único: después de Boca Juniors, el estadio Ovidio Bernués fue el primero que reemplazó el alambrado por acrílico en la platea.

El docente que da "cátedra" para enfrentar la crisis

Si buscamos en el diccionario, encontramos que la palabra docencia se define como "la actividad de enseñar y transmitir conocimientos, habilidades y valores." Los docentes juegan un papel fundamental en este proceso, ya que no solo imparten conocimientos, sino que también fomentan el pensamiento crítico, la creatividad y el desarrollo personal de sus alumnos. La docencia puede llevarse a cabo en diferentes contextos, como escuelas, universidades, talleres e incluso clubes de barrio.

Este es el caso del Club San Martín de Monte Comán. Edgardo Mazzamati, además de ser presidente de esta histórica institución del sur provincial, es docente. Con sus conocimientos y habilidades, lleva adelante la desafiante tarea de liderar una entidad que es vital para la comunidad del distrito de San Rafael. 

Volviendo al 2024, el Post habló con Edgardo Mazzamati, su presidente, para descubrir más sobre el presente de esta institución que tanto significa para el departamento.

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"El Club San Martín de Monte Comán fue fundado el 15 de abril de 1921, tiene 103 años. Su origen se remonta a una fusión de dos clubes que existían en la época, cuando el ferrocarril era una parte fundamental de la comunidad. A raíz de la creación de una nueva comisión, ambas instituciones decidieron unirse, y así nació el Club San Martín de Monte Comán. Desde ese momento, se elaboró el acta correspondiente y el club comenzó a funcionar bajo su nuevo nombre", relató Mazzamati. 

El papel de los socios

Mazzamati ponderó el rolde los socios en el club, ya que son eslabones fundamentales por su aporte para el mantenimiento del club. "Actualmente, el grupo de socios que paga su cuota y se involucra con el club se acerca a los 200. El mantenimiento de nuestra infraestructura es fundamental, especialmente porque hemos reconstruido el Estadio Ovidio Bernues, que es uno de los más completos del sur mendocino", expresó. 

Y agregó: "Los socios son quienes nos apoyan a través de sus cuotas, y además, nosotros trabajamos diariamente para generar recursos que nos permitan mantener las instalaciones. Contamos con dos canchas de entrenamiento, otras canchas para las divisiones inferiores, y un salón grande en la sede que puede albergar entre 1.100 y 1.200 personas. También tenemos una piscina y otros espacios que requieren un mantenimiento constante. Sin la ayuda de nuestros socios y el esfuerzo colectivo, sería difícil mantener estas infraestructuras."

Cuna de talentos

Desde hace un tiempo, el club trabaja con otras instituciones para que los chicos puedan tener la oportunidad de jugar en un club grande.  "Hace algunos años, trabajamos con niños en un programa que permitió que varios de ellos fueran preseleccionados y tuvieran la oportunidad de ir a jugar a Boca. Algunos de esos chicos aún están en el camino, mientras que otros ya han completado su ciclo y han regresado. Actualmente, seguimos desarrollando proyectos para fomentar el talento local. Por ejemplo, en octubre, uno de nuestros niños se trasladará a Lanús. Siempre estamos estableciendo convenios con diferentes clubes que vienen a scoutear talentos, y gracias a Dios, en cada ocasión logramos que surjan oportunidades para nuestros jóvenes", explicó Edgardo Mazzamati. 

Presidente y docente

Edgardo Mazzamati detalló su duro trabajo como presidente del club Monte Comán. "Como presidente, estoy en la gestión desde hace casi dos años. La verdad es que es una tarea muy complicada. Mi deseo es poder completar mi gestión y ceder el cargo a personas más jóvenes, con más energía y ganas, porque es un rol desgastante". 

"El club se encuentra en un pueblo donde la situación económica es bastante difícil y no hay suficiente trabajo para que las familias se sustenten. Esto hace que el club no pueda cobrar cuotas significativas. Actualmente, si se cobra algo, es solo para cubrir un seguro que permite mantener a los chicos; de los 4,000 pesos que se recolectan, 3,000 se destinan al seguro, quedando solo 1,000 para solventar los gastos de preparadores físicos y entrenadores. Además, tenemos que generar recursos de diversas formas para cubrir gastos operativos, como el servicio de energía, que asciende a entre 400,000 y 600,000 pesos bimestrales. La situación es complicada, especialmente porque estamos a 50 kilómetros de San Rafael. Los viajes de los chicos generan más de un millón de pesos en gastos de traslado cada año. Es un desafío constante. Para ayudar a recaudar fondos, estamos organizando una peña en octubre. La contribución económica de los dirigentes y de todos nosotros es fundamental para mantener el club en funcionamiento", detalló. 

Mazzamati, además de ser presidente de la institución, es docente y explicó cómo hace para combinar ambas tareas. "Soy docente de tiempo completo, trabajando desde las 8 de la mañana hasta las 6 de la tarde, y además tengo un negocio que debo atender. También soy presidente del club, lo que implica un compromiso constante. Cuando uno asume una comisión, al principio hay mucha energía y motivación, pero a medida que pasa el tiempo y se enfrenta a los desafíos de llevar adelante el club, puede resultar desgastante. Sin embargo, es una experiencia hermosa, ya que la satisfacción de ver a los niños contenidos en un espacio adecuado es invaluable". 

"He sido docente durante 33 años, enseñando educación técnica en secundaria. Aproximadamente el 60% o 70% de los chicos que están en el club provienen de la misma escuela del pueblo. Esto implica una responsabilidad constante de alentar, ayudar y contener a los jóvenes, tanto emocional como pedagógicamente, ya que es un desafío que los chicos se mantengan motivados. Soy profesor de Matemática y Física, y tengo un profesorado en tecnología. Tanto mi esposa como yo somos docentes, lo que refuerza nuestro compromiso con la educación y el bienestar de nuestros jóvenes", comentó. 

Apoyo municipal

El Club Monte Comán cuenta con el vital apoyo municipal; sin embargo, aún queda mucho por hacer para recaudar fondos."Contamos con apoyo municipal para organizar eventos, y tenemos proyectado mejorar la administración del club para poder acceder a subsidios. Los costos de transporte son muy altos en este momento, lo que nos obliga a trabajar arduamente para conseguir fondos", manifestó Edgardo Mazzamati.

"Muchos padres contribuyen poniendo a disposición sus autos para el traslado. En el club, tenemos una amplia variedad de actividades: fútbol infantil, escuelitas, fútbol femenino, así como las divisiones inferiores y la Primera División. También ofrecemos básquet, vóley y patín, lo que proporciona un espacio contenedor para los niños. El municipio, cuando puede, siempre extiende su mano para ayudarnos; de hecho, ha estado presente en todo momento", reveló. 

Pago de servicios

Pagar la luz es uno de los grandes desafíos que enfrentan casi todos los clubes de barrio de Mendoza, y el Club Monte Comán no escapa a esta realidad. "Este bimestre hemos pagado casi seiscientos mil pesos en servicios, repartidos entre el estadio, la piscina y la sede. Cada uno de estos espacios tiene su propia boleta, y en total son aproximadamente 600.000 pesos. Para generar ingresos, organizamos eventos en el salón, rifas pequeñas y otras actividades. A veces, hacemos tortas fritas, empanadas o contamos con la ayuda de las mamás para organizar bingos y así recaudar dinero para cubrir los transportes y otros gastos. También vendemos camisetas del club, lo que nos ayuda a mantenernos a flote". 

Fomentar el sentido de pertenencia e identidad en el club es crucial. Edgardo Mazzamati, con su perspectiva de docente, lo explica a la perfección."Los clubes sociales son muy importantes, especialmente en un distrito como el nuestro. Son un espacio donde los chicos pueden estar contenidos después del colegio. Es realmente satisfactorio ver la cantidad de chicos que asisten. A menudo, los padres los llevan hasta la puerta, y es hermoso ver cómo entrenan, tanto los más pequeños como los más grandes. Sin embargo, la situación económica es complicada; cada pequeño gasto cuenta, ya sea un par de medias, una pelota, un traslado o una camiseta. Además, contamos con un merendero donde los niños pueden comer algo después de la escuela, lo que es fundamental para su bienestar", concluyó. 

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