Un trabajo de investigación de la Universidad Maza y la Municipalidad de
Mendoza, evidenció la presencia de un riesgo.
Tras la pandemia los árboles del Gran Mendoza vuelven a estar en riesgo
Un trabajo de investigación de la Universidad Maza y la Municipalidad de Mendoza, evidenció la presencia de un riesgo de fitotoxicidad (compuesto, de origen natural que impiden el desarrollo de uno o más tipos de plantas) en un estado que va de moderado a severo, en zonas del arbolado de la capital mendocina.
El estudio mostró que las áreas más críticas se concentran en el microcentro y en zonas de actividad gastronómica. "Con la pandemia, hubo una reducción de los niveles de estas sustancias dañinas, pero ahora se pide un mayor control a futuro para reducir la contaminación y permitir el sano crecimiento de los árboles", dice el informe.
El origen del estudio
Marcos Giai, director del proyecto dio el puntapié inicial del tema, con su tesis de maestría en Gestión Integral de Recursos Hídricos que apuntó a investigar la calidad del agua de riego del arbolado público lineal de la Ciudad de Mendoza. En su investigación bibliográfica no encontró ninguna referencia a la calidad de agua de las acequias locales.
La finalidad del estudio fue sentar lineamientos de gestión del agua de riego, en particular sobre su calidad. Para ello se diseñó un proyecto de monitoreo para realizar ensayos de calidad fitotóxica con biomarcadores en distintos lugares de muestreo teniendo en cuenta la densidad de sombras de la ciudad. El mismo se aplicó en zonas residenciales y comerciales.
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Una vez efectuado el procedimiento, se compararon los valores de fitotoxicidad de cada punto de muestreo con el control (agua del canal Jarillal, que es el afluente que provee el agua de riego de las acequias).
Con los resultados obtenidos se elaboró un mapa semaforizado con las áreas de mayor nivel de fitotoxicidad (concentrada en su mayoría en el área del microcentro y en zonas comerciales gastronómicas) y otras con menor o nulo nivel (barrios residenciales).
"La zona del microcentro tenia valores muy significativos respecto al resto, lo cual estaba asociado a la actividad antrópica concentrada allí", explicó Giai.
El impacto de la pandemia
En abril de 2020, durante la etapa de aislamiento se volvió a muestrear y se encontró una muy marcada disminución de los valores mientras que, en septiembre del mismo año, rigiendo el distanciamiento, los valores volvieron a aumentar producto de haber desaparecido algunas restricciones.
En ese sentido, la Municipalidad de Ciudad actualmente desarrolla un proceso de información en tiempo real del mapa de riesgo semaforizado, para que los vecinos conozcan el comportamiento de este indicador en ocasión de los muestreos que se realizarán.
"Se prevé, en un futuro mediato, continuar con este monitoreo bimestralmente, focalizado en el área más afectada y en la zona gastronómica de la ciudad. También buscaremos monitorear los posibles contaminantes que infieren en la fitotoxicidad y calidad del agua durante 2022, sumando más variables que influyen en la calidad del agua de riego", comentó Giai quien trabaja en el tema junto a dos investigadores: Gerardo Graña y Beatriz Damiani.
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El rol de la comunidad
La situación del arbolado público de se vincula con cambio climático y cómo será afectado en el futuro. La participación del vecino, que se muestra muy activo y comprometido, realizando solicitudes de poda, la remoción de residuos o la limpieza de acequias, es muy importante para el cuidado del oasis local.
"Creo que todas estas medidas proambientales redundarán positivamente en la triada acequia-árbol-agua, generando un ambiente y una ciudad sustentable", opinó el investigador.