Un laboratorio de la India en colaboración con Estados Unidos lanzarán inyecciones para hombres como alternativa a la vasectomía.
Anticonceptivo no hormonal masculino: cómo actúa y cuando estará listo
Se espera que el primer método anticonceptivo no hormonal masculino esté listo para su uso y comercialización a partir de 2023. El revolucionario método se llama Risug y fue desarrollado por el Instituto de Tecnología de India hace ya varías décadas, pero gracias a un laboratorio estadounidense puede ponerse en marcha.
El invento ya fue probado por humanos en Fase III de análisis con 300 voluntarios, resultó ser efectivo en un 97%. Este anticonceptivo no contiene hormonas, es reversible, efectivo, duradero y sobre todo barato. Además es el primer método para los hombres en llegar después de la vasectomía.
Patricia Cuaniscú, doctora en Ciencias Químicas e Investigadora del Conicet, le explicó al medio Infobae que el científico Sajoy K. Guha, ideario del proyecto, lleva años intentando crear un anticonceptivo para los hombres. Cuaniscú aseguró que la cirugía de la vasectomía puede ser revertida en un 50%, por lo cual la persona que se somete a la misma no tiene la certeza de poder concebir hijos en un futuro.
Dentro de la investigación se han intentado desarrollar métodos hormonales donde se inyecta testosterona para inhibir la producción de espermatozoides, pero esto tarda 3 meses en producir el efecto esperado y para constatar se tiene que hacer varias pruebas. Por esto se comenzó a indagar en métodos no hormonales.
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Risug
Se inyectan dos sustancias que al unirse crean un tipo de gel dentro del escroto que impide el paso de espermatozoides. Las pruebas realizadas han constatado una fuerte efectividad, señaló Cuaniscú a Radio con Vos. Fundaciones no gubernamentales de EEUU quieren aprobar este método para humanos en gran escala. Lo positivo es que el procedimiento es económico y se aplica mediante inyección. Además su efecto puede ser revertido por medio de otra inyección y no tiene efectos secundarios conocidos.
El invento puede afectar los ingresos de las industrias farmacéuticas que llegan a ganar U$S 10.000 millones al año por los métodos anticonceptivos femenino. Además sacaría la injusta creencia que la responsabilidad reproductiva recae en la mujer, sobre todo porque son quienes sufren las consecuencias inmediatas de un embarazo no deseado.
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