De dónde viene la tradición y por qué se repite esta costumbre en muchos hogares argentinos.
Por qué se comen 12 uvas en Año Nuevo
La celebración de Año Nuevo siempre genera expectativas en todos, más allá de que sea un día más en el calendario, la idea de que algo se renueva y de que las cosas cambiarán para mejor, siempre están en el ambiente. En un 2020 especial, marcado por la pandemia de coronavirus, el deseo será unánime. Entre rituales para conjurar la "buena suerte", está la tradición de comer 12 uvas en Noche Vieja.
La costumbre se inició en España y fue heredada por varios países de América Latina, entre ellos Argentina, México, Venezuela, Ecuador, Perú, Chile y Colombia.
La historia dice que las "uvas de la suerte" eran comidas por integrantes de la burguesía local española, quienes buscaban imitar a los parisinos, que las comían acompañadas de champagne.
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Sin embargo, el estadounidense, especializado en gastronomía, Jeff Koehler, explica en uno de sus libros que el rito está estrechamente vinculado con una espectacular cosecha de uvas que se produjo en Alicante en 1909. Los productores llamaron así a las frutas para poder vender el excedente de aquella temporada.
La costumbre agarró popularidad y en España es algo casi infaltable: 12 uvas para cada uno de los comensales. Además, en Madrid el evento se volvió público y hace años que miles de personas se juntan en la Puerta del Sol a esperar las 00 y comer su racimo.
Cómo es el ritual
-Tienen que ser 12 uvas, ni más ni menos.
-Deben comerse apenas el reloj marca la hora del primer minuto del año.
-Esto dará prosperidad por los 365 días venideros.
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