Familia y compañeros del trabajador de prensa luchan por mantener viva su memoria y deploran que todos los acusados por el crimen se encuentren en libertad.
A 25 años del asesinato de Cabezas, los condenados están libres
El fotógrafo José Luis Cabezas era asesinado hace 25 años (el 25 de enero de 1997) en la localidad bonaerense de Pinamar, en un hecho perpetrado por una banda vinculada al empresario postal Alfredo Yabrán y que conmocionó a la opinión pública de una Argentina que, en el ocaso de los ´90, comenzaba a hacer vaivén en la disputa política entre Carlos Menem y Eduardo Duhalde.
Un año antes de su asesinato, Cabezas había logrado fotografiar al enigmático empresario propietario de la empresa OCA, durante la cobertura de verano que realizaba junto al periodista Gabriel Michi para Noticias.
"Sacarme una foto a mí es como pegarme un tiro en la frente. Ni los servicios de inteligencia tienen una foto mía", era la frase que por entonces se le atribuía al dueño del emporio postal.
Sin embargo, en la actualidad ya no queda ningún implicado por el hecho tras las rejas, además ninguno de ellos cumplió la totalidad de su condena.
Diez fueron los detenidos: Gustavo Prellezo, ex comisario de la Policía Bonaerense, fue el encargado de efectuar los dos disparos que asesinaron a Cabezas y quedó en libertad condicional en 2017. Sin embargo, ya en 2010 le dieron varias morigeraciones de prisión que le permitieron cumplir gran parte de la condena en su casa.
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Alberto "La Liebre" Gómez fue el comisario responsable de liberar la zona. Actualmente, vive en su casa de Valeria del Mar. A pesar de ser condenado a reclusión perpetua, estuvo menos de 15 años en prisión. Aníbal Luna fue el último en conseguir su libertad, el fectivo de la Bonaerense fue sindicado como el encargado de "marcar" a Cabezas en Pinamar. Sergio Camaratta, el otro policía que había sido condenado, murió en el 2015.
La banda de "Los Horneros" fue beneficiada por la ley del 2x1. Horacio Braga volvió a vivir al barrio de Los Hornos y trabajó en la ONG "Reinserción social y dirigida". Además percibía un plan social del Gobierno para estudiar Derecho. José Luis Auge trabajó como changarín aunque su nombre volvió a los primeros planas por los crímenes que habían cometidos sus hijos.
Sergio Gustavo González, en tanto, había quedado en libertad en el 2005, pero volvió a prisión en el 2015 por una causa vinculada el narcotráfico. Héctor Retana, el cuarto integrante de la banda delictiva, murió en prisión en el 2001.
Silvia Belawsky, ex esposa de Prellezo, si bien no fue acusada por el crimen, la mujer hizo una denuncia falsa por el robo del auto que utilizó su marido para cometer el crimen. Cumplió su condena y desde entonces vive en La Plata.
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El cabecilla del asesinato fue Alfredo Yabrán que nunca pudo ser juzgado, ya cuando iba a ser detenido , se suicidó en una de sus estancias en Entre Ríos. En tanto que su jefe de custodia, Gregorio Ríos, autor intelectual del crimen, en el 2006 fue beneficiado con prisión domiciliaria y en el 2013, el Tribunal de Casación bonaerense estableció que la condena había sido cumplida.