Médicos estadounidenses aseguran que muchos de los síntomas posteriores se parecen a los de personas que tuvieron conmociones o lesiones cerebrales.
Alertan sobre las secuelas neurológicas del Covid a largo plazo
El Northwestern Memorial Hospital de Chicago publicó el primer estudio que demuestra que el nuevo coronavirus puede causar efectos neurológicos a largo plazo en personas que no lo padecieron tan intensamente como para necesitar ser hospitalizados.
Esta investigación, según replicó el New York Times, fue publicada en The Annals of Clinical and Translational Neurology. Se realizó basada en 100 pacientes de 21 estados y se encontró que el 85 por ciento de ellos experimentaron cuatro o más problemas neurológicos como confusión mental, dolores de cabeza, hormigueo, dolor muscular y mareos.
"Estamos viendo que a personas muy funcionales, acostumbradas a realizar múltiples tareas al mismo tiempo y que están en la plenitud de sus capacidades, de repente todo les cuesta y es una lucha muy dura para ellos", señaló Igor J. Koralnik, jefe de enfermedades neuroinfecciosas y neurología global de Northwestern Medicine, quien supervisa la clínica y es el autor principal del estudio.
El informe, en el cual la edad promedio de los pacientes fue de 43 años, subraya la comprensión emergente de que, para muchas personas, la COVID-19 prolongada puede ser peor que sus episodios iniciales con la infección, por su compleja y persistente serie de síntomas.
un estudio que analizó registros médicos electrónicos en California descubrió que casi un tercio de las personas que sufren de síntomas prolongados de COVID-19 -como dificultad para respirar, tos y dolor abdominal- no tuvieron ningún indicio de la enfermedad en los primeros 10 días tras haber dado positivo por el coronavirus. Encuestas creadas por grupos de pacientes también encontraron que muchos sobrevivientes de COVID-19 con síntomas a largo plazo nunca fueron hospitalizados por la enfermedad.
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En el estudio de Northwestern, muchos experimentaron síntomas que fluctuaron o persistieron durante meses. La mayoría mejoró con el tiempo, pero hubo una amplia variación. "Algunas personas, tras dos meses, están recuperadas un 95 por ciento; mientras que otras, tras nueve meses, solo tienen un 10 por ciento de recuperación", dijo Koralnik. Los pacientes estimaron que cinco meses después de contraer el virus, se sentían recuperados en solo un 64 por ciento.
"Debemos tomarnos esto en serio", indicó Kathleen Bell, presidenta del departamento de Medicina Física y Rehabilitación del Centro Médico de la Universidad de Texas Southwestern, quien no estuvo involucrada en la nueva investigación. "Podemos dejar que las personas empeoren y la situación se complique más o podemos realmente darnos cuenta de que tenemos una crisis".
Bell y Koralnik dijeron que muchos de los síntomas se parecían a los de personas que habían tenido conmociones o lesiones cerebrales traumáticas o de pacientes que habían experimentado "nubosidad mental" tras recibir quimioterapia.
En el caso del COVID-19, dijo Bell, los expertos creen que los síntomas son causados por "una reacción inflamatoria al virus" que puede afectar tanto al cerebro como al resto del cuerpo. Y, según Bell, tiene sentido que algunas personas experimenten múltiples síntomas neurológicos al mismo tiempo o en cúmulos, porque "hay espacio limitado en el cerebro y hay mucho solapamiento" en las regiones encargadas de diferentes funciones cerebrales.
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"Si tenés alteraciones inflamatorias, bien podrías tener efectos cognitivos y cosas como efectos emocionales. Es muy difícil tener solo un problema neurológico sin tener varios", dijo.
Allison P. Navis, médica especializada en enfermedades neuroinfecciosas del Sistema de Salud Mount Sinai de Nueva York, dijo que alrededor del 75 por ciento de sus 200 pacientes pos-covid estaban experimentando problemas como "depresión, ansiedad, irritabilidad o algunos síntomas del estado de ánimo".
En el estudio de Northwestern, Koralnik dijo que debido a la dificultad para conseguir pruebas de coronavirus al comienzo de la pandemia, solo la mitad de los participantes había dado positivo por coronavirus, pero todos presentaban los síntomas físicos iniciales de la COVID-19. El estudio halló muy pocas diferencias entre los que dieron positivo y los que no. Koralnik afirmó que los que dieron negativo tendían a contactar a la clínica alrededor de un mes después en el curso de la enfermedad que quienes dieron positivo, posiblemente porque algunos pasaron semanas siendo evaluados o tratando que otros médicos atendieran sus problemas.
En el estudio de Northwestern, el 43 por ciento de los pacientes había tenido depresión antes de tener COVID-19, el 16 por ciento tuvo enfermedades autoinmunes previas, el mismo porcentaje de pacientes que tenían enfermedades pulmonares previas o habían tenido problemas de insomnio.
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Los expertos advirtieron que debido a que el estudio era relativamente pequeño, estas condiciones preexistentes podrían no ser representativas de todos los pacientes a largo plazo. "Todos estamos viendo partes muy pequeñas de ese elefante que es el grupo de COVID prolongado", dijo Bell. "Algunos estamos viendo la cola y otros están observando el tronco".