Especialistas del ámbito de la salud señalan la necesidad de concientizar acerca de los peligros del abuso de antibióticos, que provocará enfermedades mucho más resistentes con el correr del tiempo y que se cobrarán millones de vidas cada año.
Advierten sobre una "pandemia silenciosa" que se cobrará millones de vidas
El ámbito de la salud enfrenta una cruzada contra una problemática que es cotidiana en el mundo y que afectará sensiblemente la salud y las chances de contraer enfermedades con mayor resistencia, que provoquen que, en un futuro no tan lejano, millones de personas puedan perder la vida.
Es por esto que, a nivel mundial, se está llevando a cabo una semana de concientización para combatir el uso indiscriminado de antibióticos y antimicrobianos.
Esta problemática es considerada por la Organización Mundial de la Salud (OMS) como una de las mayores amenazas para la vida humana, por lo que se propuso la realización de esta semana para concientizar sobre la resistencia a los antimicrobianos. Alertan que, para el año 2.050, se espera que se produzcan entre 8 y 10 millones de fallecimientos en el mundo producto de la resistencia a los antimicrobianos.
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Debido a esta semana, el Post se comunicó con dos médicos que trabajan en la concientización de esta problemática: la especialista en infectología Inés Staneloni y el especialista en infectología y farmacología clínica Waldo Belloso, quienes mencionaron que las muertes por enfermedades resistentes a los antibióticos van a superar a las de otras patologías, como por ejemplo, el cáncer. En 2021, un estudio reveló que más de 1 millón de personas murieron a causa de enfermedades potenciadas por la resistencia antimicrobiana y más de 4 millones de muertes se dieron por enfermedades relacionadas.
"El escenario es un escenario muy preocupante y vamos rumbo a un escenario aún peor, por lo que se generó esta semana de concientización para la resistencia a los antimicrobianos, en la cual tratamos de reflexionar sobre qué nos está pasando y qué acciones podemos tomar todos para frenar esto que nos está pasando y para que volvamos a recuperar estas drogas que son tan valiosas como una herramienta fundamental para la medicina, para curar personas cuando tienen infecciones bacterianas", comentó Staneloni.
El cuerpo humano posee bacterias buenas, que permiten que se desarrolle una vida normal, y bacterias no tan buenas, que son las que pueden traer problemas. Las bacterias buenas se encargan de establecer un equilibrio. Cuando una persona se enferma y se les da antibióticos, lo que se hace es romper ese equilibrio bacteriano, para poder superar esa enfermedad. "El problema está en que, con la automedicación, el no seguir a rajatabla los lineamientos de los médicos e interrumpir los tratamientos, van generando esa resistencia a los antimicrobianos", explicó.
"El tema es cuando ese equilibrio se rompe de forma innecesaria y empezamos a generar bacterias que cada vez son más resistentes", explicó Staneloni y agregó que "por ejemplo, cuando uno tiene un resfrío, que en la mayoría de los casos todos los cuadros respiratorios superiores que vamos a tener nosotros las personas son cuadros virales que no requieren que uno tome el antimicrobiano, entonces ahí uno empieza a innecesariamente generar mayor resistencia en estas bacterias. Y las bacterias, es la ley de Darwin, es la ley de la supervivencia, o sea, a medida que le vamos dando drogas ellas van generando mecanismos de resistencia para sobrevivir", explicó.
Ambos especialistas concordaron en que la generación de resistencia es "imposible" de evitar. Sin embargo, "lo que podemos hacer es limitar el uso de los antibióticos a cuando sea estrictamente necesario para de esa forma contener el desarrollo de la resistencia", explicó Belloso, agregando que "los antibióticos son un tesoro al que no tratamos como un tesoro. Porque un tesoro sigue siendo un tesoro en la medida que uno no lo malgaste. Si uno lo malgasta ya deja de existir como tesoro", reflexionó Belloso, quien ponderó al invento de los antibióticos como uno de los tres mayores desarrollos terapéuticos de la humanidad.
Los antibióticos son fundamentales a la hora de las intervenciones quirúrgicas, para generar una profilaxis antibiótica, pero "si esos antibióticos no funcionan, las cirugías van a comenzar a fallar. Lo mismo con una persona con cáncer, que se expone a tratamientos que le bajan las defensas, lo que lo expone a infecciones. Entonces va a necesitar antibióticos, pero si esos antibióticos no funcionan, va a estar en riesgo", enfatizó Staneloni.
Ambos profesionales forman parte de una ONG con sede en Capital Federal, que se llama INVERA, dedicada a la Investigación en Resistencia a los Antibióticos, conformada por especialistas en distintas ramas de la medicina, como infectólogos, microbiólogos, farmacólogos clínicos y farmacéuticos de distintas partes del país. Buscan inculcar en profesionales y centros de la salud, maneras de combatir el abuso de los antimicrobianos, generando herramientas y procesos nuevos, capacitando profesionales, en distintas provincias del país, como Mendoza, Santa Fe, Tucumán, Córdoba, entre otras.
A esta problemática del abuso de antimicrobianos se la denomina "pandemia silenciosa", porque poco se habla de esta problemática y de las consecuencias que puede traer en la salud de las personas en todo el mundo.
"Se asume como que es natural que la gente fallezca por neumonías. En general, cuando vos ves causas de muerte, sobre todo de personas internadas o gravemente enfermas, o con muchas enfermedades concomitantes, la causa de muerte termina siendo una neumonía o una enfermedad infecciosa. Y nadie se cuestiona si la mortalidad asociada con estos eventos infecciosos es razonable de esperar o excede lo razonable de esperar. Pensemos que, comparado contra un episodio, por ejemplo, de un infarto agudo de miocardio, las personas que tienen una infección por gérmenes multiresistentes, tienen un riesgo de morir prácticamente 10 veces más grande. Sin embargo, todos estamos atentos a la situación extrema de un infarto de miocardio y el riesgo de fallecer por esa condición", analizó el Dr. Belloso.
En este sentido, los profesionales señalan que el término "pandemia silenciosa" tiene que ver con la falta de atención que se le ha dado a esta problemática, tanto por el sistema de salud, como también por la sociedad en general.
Previenen la resistencia antimicrobiana en hospitales
Los médicos especialistas en infectología Inés Staneloni y Waldo Belloso, manifestaron que la manera de combatir o prevenir el abuso de antibióticos que generan la resistencia microbiana, se basa, fundamentalmente, en dos pilares: Uno que tiene que ver con el uso responsable de los antimicrobianos y el otro con prevenir infecciones.
"Si no hay infecciones, no hay resistencia a los antimicrobianos", explicó Belloso, y agregó que, "entonces, las infecciones intrahospitalarias son la consecuencia de la menor implementación de algunas medidas para prevenir infecciones. Va a haber un porcentaje que siempre va a existir, pero ese porcentaje es mucho más bajo de lo que uno ve habitualmente". Entonces, por lo general, las infecciones que aparecen en hospitales son consecuencia de esta resistencia antimicrobiana, debido a que no se están implementando bien las prácticas y que se usan más antibióticos en el ámbito hospitalario que en la sociedad en general.
"Hoy en día, esto no es así", señala Belloso y agrega que "los hospitales siguen siendo un foco de concentración de resistencia antimicrobiana, pero yo diría que los hospitales son la punta del iceberg. Hoy por hoy hay resistencia a los antimicrobianos en la comunidad, hay resistencia antimicrobiana en el medio ambiente, en los ambientes rurales, en los lugares donde se cría ganado. Entonces, hoy por hoy, el iceberg es mucho más grande. Así que creo que por eso la problemática nos abarca a todos", sentenció.
Por otro lado, está la necesidad de profundizar en el aspecto de la prevención de infecciones. "La transmisión de gérmenes en un hospital no es un evento inevitable", concuerdan y señalan que hay que trabajar fuertemente en inculcar la necesidad de la buena higiene de manos, como parte necesaria y fundamental para evitar el contagio de infecciones y, por otro lado, el cumplimiento del calendario de vacunación, que no solamente ayuda a contener las enfermedades específicas, sino infecciones asociadas a esas enfermedades.
Desde INVERA, los expertos trabajan con hospitales de todo el país, buscando prevenir esta problemática. Se basan en tres pilares: la reducción de enfermedades asociadas al cuidado de la salud; la optimización del diagnóstico de gérmenes y la optimización del uso de antimicrobianos. Ya han trabajado con hospitales de distintas provincias.
En Mendoza, realizaron un trabajo profundo en el Hospital Lagomaggiore, que les dejó una buena impresión a los expertos: "lo que encontramos en un año de trabajo es que pudimos cumplir con todas estas metas, mejorar el uso de antimicrobianos, diseñar guías de tratamiento con los resultados de microbiología actualizados y adaptados a la epidemiología del hospital y no solo se hace un buen uso de los antimicrobianos, le ofreces el mejor tratamiento posible a los pacientes, sino inclusive hasta poder llegar a ver una reducción en alguno de los costos", explicó la Dra. Staneloni.
Cómo prevenir el abuso de antibióticos
Los especialistas señalan que es importante concientizar a la comunidad para que se entienda la importancia de no automedicarse y no tomar antibióticos sin prescripción médica, ya que la mayoría de las infecciones respiratorias, como resfríos o gripes, son causados por virus, lo que requieren medicamentos específicos.
Por lo tanto, es importante tener en cuenta las siguientes recomendaciones:
- Evitar automedicarse.
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- Siempre consultar a un médico y no tomar antibióticos que no estén recetados por un profesional.
- No suspender ni interrumpir tratamientos.
- No consumir medicamentos que hayan "sobrado" de un tratamiento anterior, ya que la interrupción de los tratamientos también es un motivo de aumento de la resistencia antimicrobiana.
- Tener en cuenta que los antibióticos de amplio espectro son poco específicos y no son útiles ante cualquier problema de salud.