Preocupación por el aumento de una infección que afecta la piel y el aparato respiratorio

Hay mucha preocupación por la circulación del Streptococcus pyogenes, una bactería que afecta al sistema respiratorio. Aunque la mayoría de los casos no representa un peligro, puede volverse agresivo y liberar toxinas si experimenta cambios en su estructura. Estos cambios ocurren de forma periódica, y la última vez que causó preocupación fue en julio de 2018, antes del brote actual. ¿Cómo se contagia? 

El Streptococcus pyogenes ingresa al cuerpo humano a través de la garganta, y en algunos casos, a través de la piel.  Sin embargo, en algunos casos pueden presentarse complicaciones supurativas, como el flemón periamigdalino, que es un absceso doloroso en la garganta, y complicaciones no supurativas, como la fiebre reumática y la glomerulonefritis. Es importante destacar que esta bacteria no es inherentemente maligna suele habitar en las mucosas de la garganta y la piel sin causar enfermedades. Aunque en situaciones específicas, como mutaciones genéticas o un sistema inmunológico debilitado, puede volverse perjudicial. 

¿Cuáles son los síntomas? 

Dolor en garganta, puntos blancos en la garganta, fiebre por encima de los 38 grados, manchas rojas en el paladar y en la piel, inflamación de los ganglios del cuello y en algunos casos, dolor abdominal. 

¿Cómo se detecta? 

Se realizan pruebas rápidas de detección de antígenos mediante pruebas inmunológicas, hisopados. Estas pruebas ofrecen resultados en aproximadamente 20 minutos y permiten iniciar rápidamente el tratamiento antibiótico. En caso de resultados negativos, es necesario confirmar el diagnóstico con un cultivo. 

Tratamiento 

El tratamiento para la infección es la penicilina. En el caso de pacientes alérgicos a la penicilina, se pueden recetar otros antibióticos como eritromicina o claritromicina. En caso de complicaciones supurativas, se puede considerar el uso de clindamicina. Es fundamental realizar un diagnóstico precoz y tomar medidas adecuadas. Los pacientes pediátricos no deben regresar a guarderías o jardines hasta que estén libres de fiebre y sus síntomas hayan desaparecido. 

¿Cuáles son las infecciones que provoca? 

Faringitis, impétigo, escarlatina, celulitis y neumonía. También puede manifestarse como artritis, enfermedades invasivas con sepsis y shock, o causar complicaciones no supurativas como fiebre reumática; y en raras ocasiones infecciones graves de la piel y otras complicaciones con elevada mortalidad. 

¿Hay vacunas para la prevención? 

Hasta el momento, no existe una vacuna disponible para prevenir esta enfermedad. En casos recurrentes de faringoamigdalitis, se puede considerar la cirugía de amígdalas como opción de tratamiento. Recomendaciones para su prevención. 

* Lavarse las manos frecuentemente con agua y jabón. 

* Limpiar y ventilar todos los ambientes a diario. 

* Mantener reposo si hay síntomas. 

* No asistir al trabajo o a la escuela mientras duran los síntomas. 

* No automedicarse. 

* Toser o estornudar sobre el pliegue del codo o sobre un pañuelo descartable para evitar el contagio de otras personas.

Fuente: Ministerio de Salud de la Nación