La profuda relación entre el insomnio y el aumento de kilos.
Porqué el mal sueño es un aliado del sobrepeso
Dormir poco puede ser un factor que favorezca la obesidad, un problema que con la pandemia aumentó. La causa fundamental de su aparición es un balance calórico positivo, pero también otros factores como la asociación entre una mala calidad del sueño y la circunferencia de cintura aumentada, que es considerada un indicador de riesgo cardiometabólico.
La implicancia que esta enfermedad que aumentó en pandemia, fue tema de una investigación de la Licenciada Luisana Capone, de la Facultad de Ciencias de la Nutrición de la Universidad Maza.
El estudio incluyó a 90 pacientes adultos que fueron divididos en tres grupos: peso normal, sobrepeso y obesidad. A todos ellos se les realizó un cuestionario de preguntas abiertas y cerradas sobre hábitos nutricionales y de sueño. Además, se recurrió a sus historias clínicas para obtener mayores datos de los encuestados.
Algunas de las conclusiones del trabajo mostraron que una circunferencia de cintura normal, se relacionó con la ausencia de insomnio. Además, se comprobó un mayor perímetro abdominal en los pacientes que dormían menos de 5 horas por día respecto a quienes destinaban entre 5 y 7 horas. Si bien no se presentó una asociación significativa, la circunferencia de cintura fue en aumento a medida que se dormía menos.
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Por otra parte, los pacientes que dormían menos de 7 horas por día presentaban una mayor sensación de hambre y un 65,5% picoteaba alimentos cuando su sueño era de corta duración y/o de baja.
Un problema con varias aristas
La obesidad se define como una enfermedad crónica, de origen multifactorial, prevenible. Se caracteriza por una acumulación excesiva de grasa en el cuerpo que resulta riesgosa para la salud.
Se la considera una epidemia global que incluye a nuestro país, donde se estima que 6 de cada 10 argentinos presenta exceso de peso. Esto se evidenció y empeoró con los cambios que sufrieron la alimentación, el descanso y la actividad física durante el periodo de aislamiento. Las personas ganaron masa grasa y perdieron masa muscular.
"Quitando la alimentación y la falta de actividad física, "el estrés y la dependencia a la tecnología se pueden citar como causas predisponentes de la obesidad. Ambos conducen además a un sueño alterado", explicó Capone.
Cómo se trata
El abordaje de esta patología debe ser multidisciplinario y de por vida para asegurar adherencia y resultados positivos en el tiempo. De nada sirve dar una dieta con fecha de inicio y finalización, sino que es fundamental cambiar hábitos, abordar psicológicamente al paciente y prescribir ejercicios.
Los alimentos que más contribuyen a subir de peso
Si bien el exceso calórico es lo que impacta en el aumento de grasa, los productos industrializados o con alto contenido de azúcares y/o grasas son los más influyentes: golosinas, comidas rápidas, gaseosas y bebidas alcohólicas, los panificados industrial/galletas, fiambres, entre otros.
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