Empieza el año, vuelven las clases, la rutina se acomoda de a poco y es un buen momento para arrancar una nueva actividad que nos motive.
Las ventajas de practicar Yoga de manera regular
En tiempos donde la ansiedad, el insomnio y el estrés son moneda corriente, practicar actividades relajantes que mantengan nuestra conciencia plena es clave para no dejar que las malas energías nos gobiernen.
Empieza el año, vuelven las clases, la rutina se acomoda de a poco y es un buen momento para arrancar una nueva actividad que nos motive.
Cambiar nuestro ánimo depende de nosotros y con algunas herramientas podemos lograrlo. Aprender yoga es una excelente opción para mantener nuestra mente en calma y el cuerpo sano.
Nutrir nuestro espíritu nos ayuda a conectarnos mejor con las personas, sostener buenos hábitos y convivir de forma empática con el entorno que nos rodea.
No es azaroso que el significado de la palabra yoga sea unión. Aprender yoga se trata de buscar la unión entre la mente y el cuerpo, a través de la respiración y determinadas posturas del cuerpo para lograr un momento pleno de meditación.
El 21 de junio es la fecha de conmemoración de esta disciplina milenaria y no podemos estar más de acuerdo en la importancia de difundir y dar a conocer esta actividad llena de ventajas.
Una disciplina, múltiples beneficios
Veamos algunas de las virtudes que convierten al yoga en un viaje de ida para quienes lo practican.
• Garantiza una mayor flexibilidad y estiramiento: El yoga es una disciplina que propone no forzar el cuerpo así como tampoco hacer saltos ni estiramientos forzados. De esta forma se evitan las lesiones y se logra una verdadera relajación.
• Favorece a la circulación: La mayoría de las poses del yoga son ideales para mejorar la circulación, haciendo que llegue al cerebro la sangre con una mayor cantidad de oxígeno.
• Ayuda al sistema nervioso: El resultado relajante de la meditación estimula el sistema nervioso parasimpático, que es el encargado de disminuir el ritmo cardíaco, aumentar el torrente de sangre a los órganos y controlar la presión arterial.
• Fortalece los músculos y los huesos: El efecto principal que produce es una columna vertebral notablemente más elástica, lo que tiene beneficios para la postura. Además, el fortalecimiento del cuerpo se traduce en la disminución de los dolores corporales.
• Enseña a respirar mejor: El yoga aumenta la capacidad respiratoria, beneficiando a todo el cuerpo, porque como sabemos, cuanto más oxígeno recibe mejor funciona.
• Mejora las articulaciones: La práctica frecuente estimula su movilidad para aumentarla y evitar el desgaste.
• Beneficia al sistema inmune: Cada vez más estudios científicos evidencian que cuando hacemos yoga los niveles de adrenalina y cortisol bajan notablemente, reduciendo el estrés y la ansiedad.
• Tiene propiedades antioxidantes: Realizar yoga con continuidad ayuda a mejorar el nivel de antioxidantes en el cuerpo, tanto de personas saludables, como en pacientes con enfermedades como diabetes o hipertensión.
• Exacerba la percepción de nuestro cuerpo: Es muy importante sentir y conocer nuestro cuerpo para evitar malas posturas o lesiones. El yoga nos hace tener conciencia plena de nosotros mismos, lo cual permite incluso con los ojos cerrados percibir los movimientos que hacemos.
• Colabora con nuestro humor: Como si los efectos físicos no fueran suficientes, el yoga tiene beneficios psicológicos para quien lo practica. Mejor humor, más autoestima, menos ira, angustia o depresión, hábitos más saludables.
• Aumenta la concentración y la memoria: Una mente sana y sin distracciones, se traduce en mayores períodos de atención y mayor velocidad para comprender.
No importa cuán deportista seas o si no tenés experiencia en el área, el yoga es una disciplina que le abre las puertas a todos, para devolverles la energía y el equilibrio que necesitan.
Si sentís que estás colapsado y que ninguna actividad de ocio o deportiva te calma, probá con el yoga y realmente vas a notar la diferencia. Tu cuerpo y tu mente te lo van a agradecer, porque como dice el famoso dicho "mens san in corpore sano".