Los planteos contra Portezuelo podrían ocultar intereses muy particulares. La increíble oposición al desarrollo mendocino.
Y un día, aparecieron los enemigos de Mendoza
Los temas que se debaten públicamente en ocasiones guardan discursos que poco tienen que ver con el motivo real de cada pelea. Es una suerte de hipocresía que casi todos aceptan y que se ejecuta con una melodía afinada, ya sea por pruritos, por "cuidar las formas", o porque detrás de algunas expresiones públicas hay fines inconfesables.
Los ejemplos sobran. Cuando el país discutió hace muchos años la Ley de Medios, no era por el acceso a la información, ni por la desconcentración de los medios como decía el gobierno nacional entonces. Los medios que nos oponíamos, peleábamos por la libertad.
Cuando se habla del "no" a la minería, en realidad discutimos de nuestra propia incapacidad ciudadana de estudiar y aprender más sobre cómo vivir, aprender del resto del mundo, y luego, sobre cómo proyectarnos hacia el futuro. Lamentablemente, atrasamos.
Y ahora, los que quieren reimponer una discusión increíble sobre la represa de Portezuelo del Viento, en realidad, están hablando de sus propios intereses.
Como se sabe, se dio a difusión un comunicado pidiendo al gobernador que no se adjudique Portezuelo, y lo firman una cantidad de entidades del comercio, el agro, la producción, varias del Sur y del Valle de Uco. La represa es una compensación a Mendoza por los daños sufridos por la provincia, a raíz de la promoción industrial. Había un fallo de la Corte Nacional pronto a salir a favor de Mendoza, cuando finalmente Néstor Kirchner presidente y Julio Cobos gobernador acordaron que Nación compensaría a Mendoza con los 1.023 millones de dólares por Portezuelo.
Ahora, separemos los temas. La mayoría de las organizaciones que firman, no fueron a ninguna de las audiencias públicas en las que pudieron plantear objeciones a la obra. Ni hicieron planteos administrativos, ni judiciales, ni públicos ni en privado. Ni antes, ni durante el proceso. Lo hacen ahora.
Otros, aparecen quince años más tarde, pidiendo todo. Antes, nunca dijeron Portezuelo "no". Otros más, tienen intereses políticos y están participando de la previa electoral, incluso algún sector nostálgico de uno de los partidos mayoritarios.
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Y finalmente, aparece la "pata de la sota", los que estuvieron bombardeando y tratando de conseguir la obra, pero que no alcanzaron a cumplir con el pliego y no se pudieron presentar. Al final del día, intentan hacer daño.
Los que impulsan este "no" tardío a Portezuelo cuando está vigente hoy un laudo en favor de Mendoza con un fallo de Corte nacional, además, aprovecharon la falta de argumentos técnicos certeros, y la visión particular, angustiosa, de quienes con razón se quejan de que no tienen agua suficiente.
Es normal y natural que haya pujas sociales, económicas, y políticas en Mendoza. Por el formato político y socioeconómico de la provincia sería anormal que no las hubiera. Pero lo que nunca había pasado hasta ahora, es que por el interés del bolsillo de unos pocos, haya otros, algunos importantes, que se pongan en el lugar de Enemigos de Mendoza.
Hoy, oponerse a Portezuelo es oponerse al desarrollo, al trabajo real, a la inversión, a ingresos a futuro, porque sí.
Resulta penoso ver a organizaciones importantes, representantes de industrias trascendentes como la vitivinicultura, bloquear el desarrollo, alineándose con el bolsillo y los intereses de quienes quisieron morder parte de los 1023 millones de dólares que son para la obra de Portezuelo del Viento, tal la decisión política que se tomó y se sostuvo gobierno tras gobierno durante 15 años en favor de los mendocinos.
Pensemos una Mendoza diferente, con desarrollo y trabajo como merecemos. Mientras en Mendoza no se concretaron la explotación Potasio Río Colorado, la represa Los Blancos que hasta se firmó en un acto con una presidenta, la minería... los vecinos sanjuaninos han construido cuatro centrales hidroeléctricas, 300 mega watts de parques solares... Y ni hablar del avance minero... Acá, ya vimos lo que pasó.
Lo que están haciendo ahora los sectores empresarios y comerciales que se oponen a Portezuelo, que ya superó todos los exámenes técnicos y está en etapa de adjudicación, pesa a la oposición de La Pampa y la "neutralidad" de Nación, es de una irresponsabilidad mayúscula. Una forma más de intentar poner a la provincia en "reverso", para empobrecernos cada vez más.