Luego del asedio a la embajada argentina en Caracas, la canciller buscará que la comunidad internacional acepte una "cláusula democrática" que obligará al régimen venezolano a definirse.
Mondino busca hacerle a Maduro una "emboscada diplomática"
El Gobierno lanzó una ofensiva diplomática para aislar a Venezuela de los organismos de integración regional. La estrategia es encabezada por la ministra de Relaciones Exteriores, Diana Mondino, que está trabajando junto a su equipo en una serie de acciones destinadas a generar presión sobre el régimen de Nicolás Maduro. Este enfoque fue presentado en la última reunión de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) y será llevado a la próxima cumbre del Consenso de Brasilia, programada para los próximos días.
La situación diplomática se agravó este fin de semana cuando el régimen de Maduro asedió la embajada argentina en Caracas, actualmente bajo la custodia de Brasil. En esa sede diplomática se encuentran asilados seis dirigentes de la oposición venezolana, seguidores de María Corina Machado, quienes fueron objeto de presión por parte del chavismo.
La situación llegó a su punto álgido cuando el Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (Sebin) rodeó la residencia de la embajada argentina en Caracas, una decisión tomada tras las demandas del gobierno argentino para que la Corte Penal Internacional (CPI) ordene la detención de Maduro y los líderes de su gobierno. Este asedio fue interpretado como una represalia directa tras los llamados de Argentina para que se respeten los derechos de los asilados y se otorgue un salvoconducto que les permita abandonar el país de manera segura.
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El gesto de Venezuela al revocar el "beneplácito" de Brasil para representar a los intereses argentinos en Caracas generó un repudio internacional. Países como Chile, Uruguay, Paraguay y España expresaron su condena, mientras que Brasil exigió el respeto a la Convención de Viena sobre relaciones diplomáticas. "El gobierno brasileño recibió con sorpresa la comunicación", señalaron fuentes del Planalto, al tiempo que reafirmaron su compromiso de custodiar los intereses argentinos hasta que el Gobierno argentino disponga lo contrario.
En un contexto de creciente aislamiento, Venezuela ha expulsado a diplomáticos de varios países que condenaron las irregularidades en los comicios del 28 de julio, incluidos Argentina, Uruguay, y otros cinco países de la región. Sin embargo, algunos países como Brasil, México y Colombia aún no han reconocido los resultados electorales, a la espera de que Caracas presente las actas oficiales que certifiquen los resultados.
En este contexto, Diana Mondino diseñó una propuesta que será debatida en la próxima reunión del Consenso de Brasilia, un foro que agrupa a las naciones sudamericanas: la idea es impulsar una cláusula democrática que permitiría la suspensión automática de Venezuela de este espacio en caso de que continúe la ruptura del orden constitucional en el país caribeño. Esta maniobra ha sido descrita como una "emboscada diplomática" por algunos analistas, ya que forzaría al régimen de Maduro a posicionarse claramente sobre su respeto a los principios democráticos.
La presión diplomática argentina también se hará sentir en la Asamblea General de la ONU, prevista para finales de este mes en Nueva York. Mondino, quien acompañará a Milei en esa cumbre, buscará reforzar la condena internacional contra el régimen de Maduro y abogar por su expulsión de foros internacionales clave.
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