Vadillo: "Si el Gobierno no cambia, Mendoza explota como Chile"

Megáfono en mano y con una frazada al hombro, José Luis Ramón y Mario Vadillo, líderes de la ONG de los consumidores, Protectora, dieron el batacazo de la anti- política mendocina en 2017, consiguiendo una banca en el Congreso de la Nación, otras en la Legislatura y cargos de concejales en varios departamentos. En cuatro años tuvieron una vertiginosa carrera que los cambió y los separó para siempre.

A punto de concluir su mandato legislativo y enrolado en el Partido Verde, Mario Vadillo, contó su vivencias, experiencias y sensaciones sobre su paso por la política, como así también su visión sobre Mendoza.

Advirtió que el tejido social mendocino se está desmembrando silenciosamente y que estamos a las puertas de un estallido a la chilena. Acusó al radicalismo de no hacer nada, de gobernar lejos de los problemas de la gente, de tener cada vez peor a Mendoza y de despreciar a las minorías políticas. Sentenció que no hay un problema de matriz productiva sino una grave crisis de falta de gestión. Reveló cuál fue su última misión política antes de dejar su banca y cuál es la relación con su ex compañero, amigo y socio, José Luis Ramón.

Junto con José Luis Ramón, fueron dos outsiders que irrumpieron en la política con una trayectoria pública reconocida, pero en 4 años pasaron por todos los estados posibles, desde una gran victoria hasta la ruptura. ¿Qué le quedó de todo este tiempo?

La convicción de que es una gran experiencia que todo ciudadano debería tener. Creo que los ciudadanos deberían tener participación en política. No hay forma de construir ciudadanía si cada uno solo se dedica a lo suyo y no le importa que le pasa a la familia de al lado, al club del barrio o a los partidos políticos. Ese es el desafío urgente porque también hay una construcción de algunos políticos, que tienden a que todo esto no funcione democráticamente, para controlar todo.

Nosotros, desde la ONG Protectora, entramos a la política para dar continuidad y abrir el debate en temas como el de la defensa de los consumidores y la del medio ambiente, que son prioritarios y creo que lo conseguimos.

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¿Se desilusionó en el camino o se llevó otra visión que no tenía?

Hay un gran egoísmo de la política profesional respecto de las minorías en la provincia. Eso se ve mucho en Mendoza. Desprecian a las minorías y es donde cometen el error más grande. Por eso, el desafío, que creo que sí está en marcha, es el que encaramos con el Partido Verde, donde vemos una enorme cantidad de jóvenes, que por diferentes motivos están ingresando a la política y ojalá sea la forma de lograr un cambio de personas y de estilo.

¿Cree que la gente joven, por cómo piensa y percibe el mundo, va a cambiar ese modo de hacer política?

La gente joven está dando un viraje muy grande respecto de cómo se maneja el mundo. El tema de preferir las criptomonedas al dinero, preferir las asociaciones a las sociedades comerciales de antes; la gente joven está haciendo una revolución silenciosa de muchas estructuras. Como lo hacen ya con esto de no casarse, no tener hijos, ni apostar a trabajos para toda la vida. Son movimientos muy silenciosos que ellos van a imponer con una impronta totalmente diferente a nosotros, cuando les llegue la hora de gobernar.

Yo tengo dos hijas de veintipico que van marcando el camino porque las prioridades que tienen son otras. El hecho de que sean vegetarianas y cada vez más jóvenes lo son, cambia toda una matriz económica de consumo. Van y compran en el mercado persa porque no quieren comprar marcas, es decir que tienen todo un concepto, que va a impactar a futuro en el consumo y la economía.

Acusó a los políticos profesionales de Mendoza de ser egoístas y despreciar a las minorías ¿Por qué?

Tienen una soberbia muy grande. Por ejemplo, teníamos nuestro proyecto de boleta única con otro formato que era el de Santa Fe, y aparecen con la boleta única con opción de votar la boleta completa. Toda la oposición les dijo que no lo queríamos y sin embargo no les importó. Es muy soberbia esa forma de hacer política y gobernar. Esa soberbia los encapsula y terminan viviendo en universos paralelos.

Al gobernador Rodolfo Suarez, le haría más falta caminar más los barrios que dejarse endulzar el oído porque la verdad es que en las escuelas no hay bancos, están danto te o yerbeado con tortitas de merienda a los chicos, hay problemas graves en las escuelas, en la educación, en la salud, en todo el sistema sanitario de Mendoza que está totalmente destruido y a estos tipos no les importa.

Todo esto genera un grave problema, sobre todo en el tejido social, un desmembramiento que en algún momento..., como ocurrió en Chile, va a explotar. Acá hay tanta diferencia entre los que gobiernan y lo que pasa en las familias mendocinas, que si esto no cambia Mendoza va a explotar.

¿Tanto riesgo hay?

Obviamente. Los docentes están ganando la mínima y no les alcanza, no le alcanza la plata al enfermero, ni hablar los que son personal de limpieza de los hospitales que están tercerizados. Y después, están todos los otros problemas, que a la gente le suben el combustible, le quieren poner la RTO, es decir, están todo el tiempo tirando de la cuerda al mismo grupo social y uno ve mucho enojo en la calle, en las redes sociales, en todos lados. Quizá estos políticos profesionales no puedan caminar por la calle por esto que le digo, porque se los van a comer.

¿Pueden los gobiernos provinciales arreglar estos problemas? Se habla de que la suerte del gobierno nacional los arrastra.

Son muy soberbios. Es como el tema de Portezuelo del Viento. Si ellos no quisieran hacer el negocio con la empresa china, no lo harían, porque saben perfectamente que Portezuelo es una represa que no se va a llenar, que no va a rendir eléctricamente. Toda esa plata se podría poner en generar los recursos para la eficiencia del agua. Tenemos Impsa, una empresa mendocina a la que podrían convertirla en la principal empresa de exportación de productos de eficiencia hídrica, como hizo Israel. ¡Solucionemos el problema del agua! ¡Creemos los puestos de trabajo acá, en Mendoza!

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Sin embargo, con Portezuelo, hay políticos en la mayoría de los partidos que apoyan la obra.

Todos salen a decir que hay que hacerlo porque ya saben que no se va a poder hacer. Va a ser un caos si se empieza la obra. La empresa china que la construiría dejó en Ecuador una represa con más de 10 mil fracturas. Y es la única interesada. ¿Por qué no se presentan más empresas a un negocio tan grande? Porque evidentemente no tienen tiempo, porque saben que está arreglado, entonces no se van a presentar.

Esto se repite en otras obras: en Penitentes, en la Estación Terminal, en la Casa de Turismo, en el peri lago de Potrerillos, todos proyectos de 50 años, entregando las propiedades a 50 años.

O sea, están regalando los inmuebles en estas concesiones y así todo, no les salen esos negocios. Cuando uno empieza a ver qué está pasando, se da cuenta que no hay empresas privadas que quieran invertir en Mendoza porque no le creen a la clase gobernante. Este sistema que tienen ellos no está funcionando. ¿Por qué, ante concesiones generosas, donde les regalan las propiedades, los empresarios dicen que no quieren invertir?

¿Por qué?

¡Porque no les dan seguridad jurídica! En Penitentes, uno de los empresarios que tenía el culipatín pedía agua para hacer nieve, pero Irrigación no se le daba porque argumentaba que no era para uso prioritario de primera necesidad y resulta que lo único que quería hacer el empresario era congelarla, descongelarla y dejarla ir nuevamente al río.

Entonces, uno se da cuenta claramente que en el gobierno no tienen gestión. Hacen el negociado, pero no les sale porque no tienen la capacidad de gestionar.

¿Usted dice que están privilegiando negocios de la política por sobre la gestión?

Yo no sé cuáles son negocios y cuáles. Yo lo que veo es como plasman esos negocios. Cuando uno ofrece una concesión a 50 años, no está dando una concesión, está entregando la propiedad porque después de 50 años esa propiedad queda sin ningún tipo de valor por el uso. Esta modalidad que aplican es porque alguien está planeando hacer un negocio, porque están entregando la propiedad.

Además, no cobran los cánones, como pasa con la Terminal de Ómnibus, que al día de la fecha la Provincia no ha cobrado nada y le sigue extendiendo la concesión mientras el concesionario no ha cumplido con parte de las inversiones. Eso, a pesar que además, se hizo dueño automáticamente de la concesión de todos los kioscos y los pagos por el uso de las plataformas de estacionamiento de los ómnibus.

Los únicos que invierten en Mendoza son los casinos y así todo, le piden al Estado un porcentaje más alto que en cualquier otra provincia. Les aprobaron la ley de casinos digitales y nadie se instaló.

El Mendotran tiene 12 mil millones de pesos de subsidios y los colectivos andan vacíos todo el tiempo, los empresarios no cumplieron con ninguna inversión, los coches no tienen aire acondicionado, no los cambiaron y a los nuevos los tienen guardados

A la Osep le dieron 4 mil millones de pesos para la industria farmacéutica, a la que le debían plata. La Osep está totalmente quebrada. O son muy malos administrando o ponen siempre negocios con amigos y sobreprecios.

En el Hospital Central pasa lo mismo: compran medicación de marca que es más cara, no medicamentos genéricos. Cuando compran cajas de remedios de marca y no productos genéricos es porque hay negocios atrás. Uno pide informes, pero no contestan. Tampoco contesta sobre el cobro a otras obras sociales y compañías de seguro del uso de los servicios de la salud pública: estamos hablando de fortuna. Entonces, en cada rincón de la administración hay verdaderos huecos por donde se van fondos.

¡Otro tema: el del agente financiero! Estaba el proyecto del Banco Digital Oficial y se acaba de caer porque el gobierno provincial le debe tanta plata al Banco Nación, que el Nación, para refinanciarles la deuda, les exige cinco años más de concesión.

El problema grave del gobierno de Mendoza es el de los sobreprecios. Por eso no pueden hacer inversiones de calidad, ni rutas, ni caminos bien asfaltados, porque parte de lo que recaudan se lo gastan en sobreprecios.

¿Y por qué el electorado sigue apoyando a radicales y peronistas si todo está mal?

Bueno..., porque las fuerzas políticas minoritarias como nosotros, hemos tenido errores gravísimos. Yo también tengo que hacer mi mea culpa, porque lo que nos pasó como partido político con el accionar de José Luis Ramón, fue un verdadero golpe a la ciudadanía que había confiado en nosotros.

Los partidos mayoritarios y profesionales saben hacer estas jugadas. Cualquier outsider o persona que venga de la actividad privada es totalmente desarmado. Uno entra en política y los que te acompañan terminan siendo cooptados por las fuerzas mayoritarias.

Por eso es muy difícil construir una organización política que pueda competir.

La misión que tuvimos con Marcelo Romano, es habernos mantenido con las mismas banderas y poder enfrentar electoralmente a las grandes fuerzas políticas, impulsando una nueva agrupación como el Partido Verde, para que se incorpore gente joven que pueda llegar a gobernar en los próximos años: esa es la misión.

¿Cuál es la salida para Mendoza?

Mendoza tiene casi 10 universidades, tiene un potencial intelectual grandísimo, pero hoy vienen a llevarse profesionales mendocinos a la India porque son especialistas en aguas. No es un caso aislado. Tenemos un capital humano importantísimo que formamos y se va todos los años. Mis dos hijas se recibieron en sus carreras y se fueron a España.

O sea, todo el planeta está de acuerdo en que el recurso humano es lo más importante y es el futuro, y acá en Mendoza lo dejamos ir, cuando podríamos tener polos tecnológicos con los mismos estudiantes de la universidad. Ningún gobierno en el mundo deja que se les vayan los profesionales formados. Acá sí. No hay gestión. Ese es el problema.

El turismo, por ejemplo, podríamos potenciarlo. Tenemos turismo de todo tipo, pero claro, no se consigue nada si no se tienen los caminos y la seguridad. Uno va a Puente de Inca y está abandonado, todo el camino de montaña está abandonado. Penitentes igual. Las Leñas no abre hace dos años y no les interesa crecer.

Acá, venden que tienen gestión turística y no han hecho nada. El único que hace algo es el sector privado, con el esfuerzo propio y con alto costo, porque los grandes hoteles y las bodegas del turismo del vino, tienen que tener su seguridad privada porque el Estado no se la garantiza.

¿Para Usted no es un problema de matriz productiva?

¡Nooo, es un problema de gestión! Este tema del cambio de la matriz productiva está manejado por un grupo de empresas que van a ser las proveedoras de las empresas mineras y que, como en San Juan y Catamarca, donde han estado, no les aumentó para nada la matriz productiva a esas provincias.

Es un problema de malas gestiones, viciosas. No saben hacer otra cosa que esos pequeños negocios. Se la pasan más tiempo viendo a ver como hacen el negocio del museo con el restaurante y después no le hacen promoción, el museo está cerrado, o sea cosas básicas.

Se les está destruyendo todo el sistema de agua y cloacas de Mendoza que explota por todos lados. ¿Cómo va a crecer Mendoza si no hay factibilidad de agua, luz o gas para llevar servicios a los terrenos que no están urbanizados?

El desarrollo de viviendas, que nosotros en su momento propusimos a través del leasing para que el inquilino se convirtiera en propietario terminaba chocando con los desarrolladores privados porque antes de arrancar un proyecto, primero piden el agua y no la tienen, porque no hay factibilidad. Entonces no arrancan.

Es muy grave lo que está pasando. Desde 2018, Mendoza perdió el 30% del PBG. Es una caída alarmante pero el gobierno provincial sale con la excusa de la minería, de que como no tienen minería no hacen nada; de que porque gobierna el peronismo a nivel nacional no hacen nada. ¡Son todas excusas! ¡No hay genios malditos que pongan palos en la rueda!

Sino Jujuy no hubiera hecho el cannabis medicinal, que acá en Mendoza no les salió porque también quisieron hacerlo con privados, hacer negociados, en vez de hacer una empresa del Estado para cannabis y al día de hoy, no hay cannabis en Mendoza.

Tampoco hay parque fotovoltaico como si hay en Jujuy. Fíjese que Jujuy, siendo también radical, gestiona. San Luis, sin ir más lejos, gestiona. Se peleaban siempre con los gobiernos nacionales, pero uno va a San Luis e hicieron su sistema de viviendas, tienen autopista, hacen hoteles, es decir, gestionan.

Acá en Mendoza, venden que tenemos gobiernos excelentes, pero la verdad es que, el ciudadano mendocino está cada vez más pobre, más complicado. Vivir en Mendoza es cada día peor.

¿Se volvió a hablar con José Luis Ramón?

No, no. Él tomó un camino que nos separó totalmente. Entramos a la política con una forma, una voluntad y unos valores que no coinciden para nada con los que él tomó ahora. Y eso generó un gran disgusto porque habíamos comprometido a la familia, a los amigos, nuestro proyecto político era a pulmón. Nuestros fiscales electorales eran nuestros amigos. Eso que él hizo, nos empujó a tener un problema grave a nivel emocional. A mí me generó muchos problemas porque viene gente y me recrimina por su conducta, y he tenido que dar la cara por algo que al contrario, yo he estado 4 años en la Legislatura y nunca tuve un arreglo con otras fuerzas políticas, nunca tuve un cargo de más y sin embargo me han facturado los temas de él. Cada uno siguió su camino y ya está, mientras más lejos mejor.