Hay expectativa en el Gobierno que Rusia haga una "puesta a punto" con sus entregas en febrero.
El Gobierno no llegó a las 5 millones de vacunas y pone la mira en China
Termina enero y la promesa del ministro de Salud, Ginés González García, de haber aplicado la vacuna contra el coronavirus a 5 millones de personas en Argentina, se diluye. Por eso, y ante la falta de compromiso por parte de la Federación Rusa, miran otros horizontes, como China.
También hay expectativa en el Gobierno que Rusia haga una "puesta a punto" con sus entregas en febrero y que también llegue, durante el mes entrante, un millón de vacunas chinas. Algunos, incluso, creen que se podrían adelantar las primeras dosis de AstraZeneca, previstas para marzo.
Como señala LA NACIÓN, el Gobierno nacional negocia a contrarreloj la vacuna de Sinopharm, la compañía farmacéutica estatal de China. Serían un millón de dosis. Las tratativas se respaldan fuertemente en la performance del nuevo embajador en Beijing, Sabino Vaca Narvaja. En algún momento, el Gobierno estimó que podría contar con esta vacuna en enero, pero las tratativas se dilataron más de lo previsto. LA NACION pudo conocer que aún falta que la Anmat reciba más información para aprobarla y que resta "adecuar los términos del contrato a la legislación local".
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El otro obstáculo que se presenta es que el año nuevo chino es el 12 de febrero, y en la Casa Rosada temen que eso también dilate la entrega unos días. Pero a diferencia del caso ruso, las vacunas de Sinopharm ya están fabricadas, y eso es lo que alimenta las expectativas oficiales.
La vacuna de Oxford-Astrazeneca -cuyo principio activo fue fabricado en la Argentina por el laboratorio Insud y ya fue enviado a México para su dosificación, envasado y certificación- pautó sus entregas para marzo. El Gobierno tiene apuntado el siguiente cronograma: 1,1 millones en marzo, 4,6 millones en abril, 4,6 millones en mayo, 3,4 millones en junio y 8,5 millones en julio.
El caso ruso
Rusia no se puede permitir un error en el aspecto médico, porque teme que el mundo occidental no se lo perdone. Fue así que Putin no pudo cumplir con lo pactado con la administración de Alberto Fernández.
"Percibimos que los afligió incluso a ellos, trabajan mil horas por día y nos expresan mucho compromiso", dijo a LA NACION un funcionario que sigue muy de cerca las inagotables videoconferencias que llevan adelante dos mujeres designadas por el Presidente para correr la maratón mundial por la vacuna: la secretaria de Acceso a la Salud, Carla Vizzotti y la asesora presidencial, Cecilia Nicolini.
En las últimas horas, esas funcionarias conversaron con el Fondo de Inversión Ruso (RDIF) la posibilidad de "reperfilar" un cronograma de entregas "lo más realista posible". Según pudo reconstruir LA NACION, las autoridades rusas le propusieron al Gobierno un "catch up" para ponerse relativamente al día con las entregas con una demora de tres o cuatro semanas.
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