Un cambio de escenario en la Casta de Gran Engaño. Extorsiones, ingenuidades y un personaje nuevo que desequilibra el juego y acumula todo el poder.
Totopoderoso lo hizo otra vez
Las vibraciones dentro de la Casta de Gran Engaño están muy bajas. Mónica la pobre la peleó hasta el final pero al final se quedó afuera y Karina el jefe siguió adelante.
En su lugar hubo un ingreso desequilibrante: Toto.
La elección no fue casual. Conan estaba preocupado por los brotes independentistas dentro de la Casta y decidió meter mano dura: le decían "El camionero" e intimidaba más que nadie. Se movía en la sombra, era una presencia que dejaba a su paso una estela oscura que iba cambiando el rostro y decían por ahí que era mejor no mirarlo directo a los ojos. A veces era gordo, a veces tenía ojos azules. "El camionero" habló y dijo: "Entra Toto".
Manuel Adorno comunicó el ingreso y avisó también que en los próximos días iban a tener que votar las siguientes reglas:
- Rezar tres Padre Nuestros y repetir de memoria "Discurso preliminar" de Juan Bautista Alberdi.
- Mirar tres veces al día "El lobo de Wall Street".
- Pagar tributo cada vez que usaban la ducha.
- Practicar "tiro al hippie" lanzando dardos a un tablero con la cara de Latino Solanas. Entre otra larga lista de medidas más complejas, relacionadas a su economía, que a algunos les costaba entener.
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Toto era vivo, sagaz, un arquitecto de poder. Él compartía habitación con Iñaki, el pibe de los carteles de YFP. De chico siempre fue sonámbulo y una noche, fingiendo estar dormido, se sentó junto a Iñaki y le dijo que Gran Engaño les iba a reducir el crédito en las tarjetas si votaban en contra de sus leyes.
Iñaki no pudo volver a dormir esa noche. Se sentía empoderado ¡guardaba un gran secreto! En los últimos días se había hecho amigo de Chiquito Romero, le había contado que en su habitación tenía un póster con la tapa de la Revista Rolling Stone que decía "El misterioso penal de Holanda" que Chiquito ataja a Ron Vlaar. En el remate la pelota hace un extraño movimiento y queda la duda si entró o no. Pero Chiquito festejó igual y el árbitro dijo que fue gol. La confianza y admiración que sentía lo convenció de contarle su secreto, las oscuras intenciones de Gran Engaño.
Ver: Las fuerzas del cielo vs. Las fuerzas de la tierra: ¿quién ganará el partido?
Dicen en la jerga futbolera que los arqueros son tipos raros, "locos" y rindiendo honor a esto, Chiquito montó en furia, se los contó a todos los demás y armó un escándalo.
La pelea era infernal. Iñaki, el pibe de YPF era el encargado de prender y apagar la luz, de cerrar el gas antes de ir a dormir. Dijo que si la extorsión de Gran Engaño se hacía realidad, les iba a cortar la energía en la Casta. Chiquito, agrandado porque habían sacado de la lista las retenciones a las economías regionales, dejó claro que con presión no había más yerba Tucanguá para nadie. El Negro Tecla era otro que sacaba pecho. Se había enterado en la semana que Gran Engaño había decidido no restringirle el subsidio que le daba por tocar los viernes en el patio de la Casta, a pesar de que había dicho que la cultura era un privilegio de un sector y que prefería quitarle los fondos a películas que no veía nadie. Ahora, contento con el achique de G.E. también lo amenazaba con tocar la marcha peronista con un keytar o, dicho en criollo, un teclado cumbiero.
La indiscreción volvió loco a Gran Engaño. ¿Cómo había podido filtrarse una conversación tan privada? Sin nominarlo, anunció que Iñaki se iba de la Casta. Lo echó. De este modo, Toto, con su sonrisita de costado y su misterioso pasado, se hizo cargo de la luz, del gas y de todos los servicios que antes administraba Iñaki.
En otro plano, en las sombras, "El Camionero" se frotaba las manos. Gran Engaño, Conan, Karina el jefe y los mastines le tenían respeto porque era más poderoso que todos ellos. Era una energía densa, impenetrable y poseía un poder infranqueable: era uno y todos a la vez. Como el T 1.000, el villano de Terminator que alterna estado sólido y fluido, era un hambreador que podía tener todas las caras del poder. Por ejemplo, hubo un día en que la Casta, ya anoticiada de las intenciones de Gran Engaño, se sentó en el patio sin consumir ni producir nada. Ante esa situación, "El camionero", con aspecto de nativo de Puerto Madero, dijo "este paro tendría que haber ocurrido hace dos años" y horas después, ya con la fisionomía de un hombre criado a base de chinchulines, afirmó que a Toto habría que "tirarlo al río".
Sin embargo, había detalles que los jugadores no sabían y que pertenecían al show. Gran Engaño no podía recortarles los fondos y mucho menos suspenderlos. Estaban fijados en las bases y condiciones con garantía constitucional del juego. Lo que podía recortar son los fondos extra como ATN o préstamos de bancos provinciales, con eso podía ahorcar, pero no podía suspender lo que la ley avalaba. Pero la pelea, el tironeo les servía.
Ya con el poder de los suministros de energía en sus manos, Toto les dijo a sus compañeros que había hablado con Gran Engaño y que le había confirmado que eliminaba un capítulo entero de las nuevas reglas que decía lo siguiente:
Movilidad jubilatoria: se mantendrá la fórmula que determinaba los haberes jubilatorios mediante un índice compuesto por el 50% del aumento trimestral de la recaudación de la ANSES y el 50% de la variación de los salarios.
Blanqueo de capitales: se autorizaba la regularización de hasta US$100.000 en efectivo, inmuebles o criptomonedas sin la imposición de impuestos.
Moratoria: se instauraba un nuevo sistema de regularización de obligaciones tributarias, aduaneras y de la seguridad social.
Bienes personales: se contemplaba la opción de realizar un pago adelantado de dicho tributo por compromisos de los próximos cuatro años y una disminución gradual en las alícuotas.
Retenciones: se eliminaba el aumento de los cobros por derechos de exportación a las economías regionales.
Pero nada es gratis en la vida y casi al pasar, dijo: "Eso sí, el ajuste de este año será mayor porque el déficit del 2023 fue más alto de lo esperado. El compromiso de llegar a déficit cero no va a cambiar, se aprueben las medidas o no" ... Los jugadores festejaron, no le dieron importancia al último comentario. "El camionero" se relamía en las sombras ...