La Liga de la Justicia, la silla vacía y la candidatura del "hombre común"

Hay una vacante y los mastines harán todo lo posible por ganar ese lugar. ¿Qué pasa cuándo la enemiga está en casa?

La Liga de la Justicia, la silla vacía y la candidatura del "hombre común"

Por:Florencia Silva
Secretaria de redacción

 Los mastines Milton, Murray, Robert y Lucas, bajo las órdenes de Conan "las fuerzas del cielo", conducen al Presidente en el entrevero que marca la agenda política. Mientras tanto, luego del éxito de la Casta de Gran Engaño, buscan nuevos formatos, aunque la realidad no les da respiro.

La cita era temprano y el candidato llegó puntual. Nadie reparó en la pulcritud ya que aún vibraban los vidrios por la pelea a gritos que habían tenido los mastines con la generala Villarruel. Había caído a la Rosada con sanguitos de miga variados y un pebete de "jamoncito" especial para el Presidente. 

Las Fuerzas del Cielo, que gobernaban en las sombras también seguían ladrando como perros de raza peligrosa y Milton blandió los colmillos a centímetros de su cara. Es que la habían mandado a llamar por el tema del candidato, pero en el camino, un topo del Senado les había contado que la oyeron cuchichear con José Mayans, jefe de bloque K en el Senado. "Cree que sabe más de economía que Cavallo o Caputo, pero es un jamoncito", dijeron entre risas en relación al Presidente. De todos modos, la pelea fuerte había sido por otro motivo: la señora no quería al candidato que los mastines proponían para la Liga de la Justicia.

El juez Ariel Lijo, el candidato del Presidente.

La realidad es que había una fuerte interna en el Poder Judicial, pero a ellos poco les importaba. El que había empezada a tejer la candidatura había sido Ricardo Lorenzetti en señal de venganza. Es que lo habían corrido del máximo tribunal por una cama hecha por Rosatti, Rosenkrantz y Highton de Nolasco. Ahora, pretendía regresar como el Conde de Montecristo, con un hombre atípico bajo el brazo. La selección no era casual. Durante la era Macri, el máximo tribunal se había quedado con la oficina de escuchas, luego de que el presidente se la quitara a Gils Carbó, a través de un DNU y la pusieron en la órbita de Lijo. Una de las perlitas de esos días de fisgoneo de la Dirección de Asistencia Judicial en Delitos Complejos y Crimen Organizado fue el famoso audio filtrado de CFK, el "Yo, Cristina, pelotudo".

Lijo. Hijo de asalariados filoperonistas, sin linaje judicial. Era un estudiante promedio 7 en la facultad, no le gustaba mucho estudiar y estaba por abandonar, pero un amigo lo recomendó y entró a trabajar al Poder Judicial.

Otro roce más entre la vice y el Presidente, y van ...

El candidato se sentó ante los mastines. Afuera, se oía el clamor de los senadores que iban a someterlo a 480 preguntas para decidir si era el nuevo miembro de la Liga de la Justicia. El Presidente, de pie e inquieto, leyó el perfil de Lijo en LinkedIn: 

- Cuando reabrieron los juicios por crímenes de lesa humanidad, fue quién dictó la primera sentencia.

- Procesó a Menem; a Boudou y casi casi, a Cristina.

En ese momento, se abrió la puerta de un golpe y la señora dijo "esperá, esperá, jamoncito, tengo un dato más" y habló:

-Dicen que su juzgado es el tercero más denunciado de Comodoro Py.

-Tiene un 44% de casos no resueltos.

- Le tembló el pulso con la causa Rucci.

Murray se paró detrás de la señora y comenzó a gruñir con una intensidad que hacía vibrar el agua que estaba en un vaso sobre la mesa. Otro poroto más a la tensión entre la señora, "la generala" y el Presidente. El problema es que los mastines estaban con los números justos para meter a su candidato. Tanto Lijo como su competidor, el ultraconservador Manuel García-Mansilla, tenían que lograr un dictamen favorable y además, tener el aval en el recinto de los dos tercios que acudieran a la sesión. Es decir, si estaban los 72 senadores sentados en su banca, necesitarían el apoyo de, como mínimo, 48. 

El caso Rucci, uno de los principales argumentos de los opositores a la candidatura de Lijo.

Pero la generala que ya demostró que el Presidente tiene el enemigo en casa, le rascó condescendiente la oreja a Murray y le tiró una botellita de agua bien lejos y el mastín salió corriendo a buscarla. Es que un perro, aunque conduzca el destino de un país, sigue siendo un perro. Luego, siguió hablando y dio a entender que el candidato no estaba a la altura para reemplazar a una mujer, como Highton de Nolasco. "Hay mujeres brillantes dentro del ámbito del derecho. Y lo digo desde quien no es feminista sino simplemente está pensando en una cuestión de simple justicia", aclaró, mostrando también, como dice Groucho Marx que si no le gustan sus principios, pues tiene otros.

Para dejar en evidencia que no es solo una cuestión de espasmo de conciencia de género, mencionó el asesinato del líder sindical José Ignacio Rucci. Citó que en 2012, Lijo determinó que la causa  no se trataba de un crimen de lesa humanidad y, por lo tanto, no quedaba sujeto a la cláusula de la imprescriptibilidad. "Es un juez de la casta", cerró y enumeró las 32 denuncias que tuvo ante el Consejo de la Magistratura, lo cual le da el podio del tercer juez más denunciado en Comodoro Py. Para cerrar leyó un informe del Instituto de Estudios Comparados en Ciencias Penales y Sociales (INECIP) que lo definió como "el juez más ineficaz" con un total de 44% de casos sin resolver.

La perorata se vio interrumpida por la voz grave del candidato. Una carcajada con eco y poder que hizo más ruido que el ladrido de los mastines. En verdad, estaba emulando la risa que le soltó en la cara a Pascual Guerrieri, jefe de la Central de Operaciones del Batallón de Inteligencia 601, cuando le revocó la prisión domiciliara, en la causa por delitos de lesa humanidad. El ex militar le dijo que había soñado que le daba un tiro en la frente y el magistrado le respondió como el Joker, con una risotada enajenada.

La generala que nada la inmuta, se iba yendo y volvió sobre sus pasos. Sacó su teléfono y le mostró al juez candidato una foto de él y Sergio Massa comiendo un asado en ojotas y bermudas. Después miró al Presidente que ya estaba incómodo hace rato y todos entendieron que hablaba de aquel rumor,  de la candidatura del juez como parte de un arreglo, hecho el año pasado, con el postulante del Frente de Todos. "Viste que tengo razón, jamoncito, creés que sabés mucho de todo, pero del Poder Judicial, nada". Y se fue dejando atrás su estela de perfume imperturbable.

Continuará ...

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