El ministro de Seguridad bonaerense escribió una carta titulada: "Yo no fui, fue ella", en referencia al cumpleaños de Fabiola Yáñez en Olivos. El funcionario sostiene que el Presidente "agotó la paciencia de muchos".
Fuego amigo: Berni criticó con dureza a Alberto Fernández
El ministro de Seguridad bonaerense, Sergio Berni, advirtió al presidente Alberto Fernández que "agotó la paciencia de muchos" y, tras criticar el escándalo por el festejo de cumpleaños de la primera dama, Fabiola Yañez, en la Quinta de Olivos, remarcó que "llegó la hora de tomar la responsabilidad de gobernar".
A través de una dura carta titulada "Yo no fui, fue ella", el funcionario provincial rechazó la explicación que dio el mandatario sobre la polémica reunión social realizada en julio de 2020, cuando regía el aislamiento estricto.
"No se trata de enredarnos en discusiones domésticas infinitas. Se trata de decir que agotamos la paciencia de muchos y que llegó la hora de tomar la responsabilidad de gobernar el país con la seriedad que el asunto merece", destacó el titular de la cartera policial bonaerense.
Y agregó: "Nosotros tenemos que dar el ejemplo, ser mejores que los demás, ser más éticos, trabajar el doble, asumir los errores propios y cuidar a nuestros compañeros. Y a nuestras compañeras, claro".
En ese sentido, se quejó de que "el Presidente en primer término negó el hecho" y como "no pudo seguir sosteniendo la falsedad de la noticia, entonces eligió el camino de deslindar la responsabilidad hacia su propia mujer".
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Ni bien trascendió la imagen del festejo en la quinta presidencial, en plena restricción de reuniones sociales durante la pandemia, Berni había expresado: "Ojalá esa foto sea trucha".
Tras la confirmación del encuentro, comunicó por escrito su postura. Si bien en uno de sus pasajes pidió "no hacer leña del árbol caído", el funcionario dijo que para que haya perdón debe haber "reconocimiento de la falta propia y arrepentimiento", algo que a su entender no existió.
El ministro de Seguridad bonaerense le recordó al Alberto Fernández que "el perdón está en la base de toda sociedad".
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"Sin perdón, los agravios se acumularían hasta formar una costra de rencores que harían imposible la vida en común", añadió.
Y profundizó: "El perdón es reconocer en el otro nuestra propia naturaleza de fragilidad, y supone un acto de reflexión para no reincidir en el mismo error, en la misma falta".
Además, consideró que "nadie pide que el Presidente se flagele en público ni que se arranque los cabellos como acto de auto mortificación para la obtención del perdón e indulgencia colectiva", pero si le solicitó que "ponga fin a la práctica de justificar dialécticamente cualquier cosa con cualquier argumento".
"Tampoco podemos encerrarnos en un mutismo complaciente y celebratorio de la insensatez y la irresponsabilidad", planteó.
A su entender, "estos episodios debilitan la política, debilitan un proyecto nacional, debilitan la legitimidad presidencial, debilitan la posibilidad de construir consensos sociales para sacar a la Argentina del triste lugar en que se encuentra".
Asimismo, también responsabilizó al mandatario de dar lugar "a los discursos más retrógrados que acechan esperando los yerros para volver a la carga con los designios entreguistas de siempre".
"El Pueblo no es tonto y sabe que en esta elección se juegan sus propios intereses", indicó, al sostener que "la opción de hierro es defender un proyecto que tiene por horizonte el desarrollo productivo, el trabajo y la inclusión social, o volver a las políticas de ajuste y de entrega".