La propuesta de Gustavo Gutiérrez de que "Mendoza se vaya ya mismo" de YPF atento a las novedades en su conducción fue el tema del día ayer en el sector y en la política. Guzmán desmintió la estatización total y el gobierno mendocino lo rechazó, pero admitió estar atentos a los hechos.
¿Sacar a Mendoza de YPF? Las reacciones y la apuesta oficial
Todo el sector hidrocarburífero habló ayer de la nota en la que el exsíndico de YPF Gustavo Gutiérrez reclamara que Mendoza se retire "ya mismo" de la compañía. Sin embargo, pocos se animaron a expresar su parecer en público, a favor o en contra del planteo.
De hecho, hubo que cortar en rodajas el asunto: algunos compartieron la mirada preocupada en torno al destino, luego del desplazamiento de Guillermo Nielsen de la presidencia y sus resultados en la Bolsa y en Wall Street, pero además por lo político.
Mientras que Gutiérrez sostiene que terminará siendo una PDVSA, la petrolera estatal venezolana, en el sector público y privado vinculado al petróleo en Mendoza y el país ofrecieron -en estricto off the récord- miradas diferentes: que sí, que podría ser, que la resistencia sería importante, que hay contrapesos para que eso no suceda.
De hecho se discutió el planteo, alimentado además por el comentario de Carlos Pagni en La Nación+ sobre la crisis en la empresa, y llegó a las redes sociales y en los grupos de whatsapp vinculados al ambiente petrolero. El ministro de Economía, Martín Guzmán, tuvo que salir a desmentir la posibilidad de una estatización total de YPF.
De todos modos, el avance del Instituto Patria sobre el directorio y conducción de la empresa causó un impacto negativo.
En Mendoza, el director de YPF, Martín Kerchner, se negó a hablar del asunto. Exdirectores y exfuncionarios vinculados al sector hidrocarburos prefirieron el silencio o el diálogo "en secreto", para no ser reflejado en la prensa.
Algunos plantearon que Gutiérrez era pasible de la aplicación del Teorema de Baglini o otros, al revés. Por ejemplo, el expresidente del Partido Demócrata, Marcos Niven, lo felicitó en las redes sociales por su planteo.
A nivel oficial, fue el subsecretario de Energía y Minería de Mendoza, Emilio Guiñazú, sí opinó abiertamente sobre el planteo de que la provincia se retire de YPF, tal como lo planteó Gutiérrez, quien políticamente es aliado del gobierno de Rodolfo Suarez.
Guiñazú le dijo a Memo que "la verdad es que más allá de la ansiedad que nos generan los cambios en la dirección de una de las empresas que más invierte en la provincia Mendoza siempre apuesta a una relación de carácter estratégico con YPF con una visión de largo plazo".
Consideró asimismo que "no podemos dejar de lado que una de las cosas que caracteriza a la provincia y es uno de sus capitales mas valiosos es su institucionalidad y su buen clima de negocios".
Por ello, creyó que "justamente en los momentos de mayor incertidumbre es donde eso más vale".
En este punto, debe considerarse el antecedente de que en caso de que YPF, o cualquiera otra empresa incumpla con sus obligaciones de explotación de pocos, Mendoza le revocaría sus permisos. Entre los años 2016 y 2017 Mendoza les quitó 6 áreas petroleras y les cobró las multas correspondientes, sin buscar impacto público con ello, destacaron miembros del gobierno de Alfredo Cornejo. Hicieron cumplir la ley pero hay una propensión a no dañar el clima de negocios con lo que denominaron "gestas y alaraca".
Guiñazú, por su parte, señaló que "como siempre hemos hecho nos sentaremos con las autoridades de la empresa y con firmeza pero siempre con buena voluntad y transparencia buscaremos desarrollar proyectos que nos sirvan a ambas partes".
Evaluó además que "existen esos proyectos estamos trabajando en ellos y a ellos apostamos. Por otro lado hay leyes que regulan estas relaciones y ante la duda lo único que tenemos que hacer es atenernos a las mismas".
Gutiérrez aspira a que no lo tome desprevenido a Suarez un golpe de comando de orden chavista. En ese camino, soñó, con su planteo, en una acción al estilo del exgobernador Felipe Llaver con los Nihuiles en 1987, cuando dispuso una toma unilateral de parte del gobierno de Mendoza, con él presente en el lugar y contra el gobierno de su amigo Raúl Alfonsín, que pretendía seguir disponiendo de las centrales eléctricas. "No sucederá algo así con Suarez", y dieron diversas razones oficialistas, opositores y expertos en hidrocarburos consultados por Memo.