La reina anti reinado, otra polémica de Estado en plena Vendimia

Sofía Grangetto se fue antes de la Bendición de los Frutos en la que apareció de jean y zapatillas. No entrará al hotel con las otras 17 elegidas, ni usará los atributos. Y no estará en la Fiesta de la Cosecha. Por qué Marcelino Iglesias la banca a muerte. Qué teme el gobierno.

La reina anti reinado, otra polémica de Estado en plena Vendimia

Por:Ricardo Montacuto
Director Periodístico

Las comunicaciones de primer nivel fueron discretas luego del memorable y filoso discurso "anti reinado" que la ex reina departamental de Guaymallén Sofía Grangetto casi escupió a los medios el domingo a la noche, en la Bendición de los Frutos. Fueron unas declaraciones breves y furiosas de esta ex soberana por partida doble, elegida en 2020, prorrogada en 2021 por la pandemia, y vuelta a colocar en el escenario mayor este año luego de una negociación difícil y tras un fallo de la Suprema Corte de Justicia de Mendoza. El tribunal ordenó el viernes suspender la ordenanza local que abolió el reinado, y dio la opción al departamento conducido por el radical Marcelino Iglesias de elegir una representante, o de lo contrario, el gobierno podría haber evaluado si Julieta Lonigro -la reina "blue"- ocupaba ese lugar. Hasta aquí, parece un culebrón vendimial. Pero hay más, y muy profundo.

Sofía sorprendió con sus declaraciones y desató un dominó político de bordes imprecisos. "Hoy vengo con otro mensaje: ¡Basta de Reinas! Tengo otra postura. ¿Por qué se pone a las reinas como si fuesen un producto, un fiambre que te ponen ahí a la vista? ¡Basta! ¡Basta! Podemos representar a nuestro departamento desde otro lugar. Podemos mostrar a los productores, tenemos cosas hermosas en Guaymallén..." dijo. Ayer a la mañana y hasta bien entrada la noche, la política -al igual que en la semana pasada- volvió a subirse a las discusiones por la Vendimia. Es cierto que Mendoza debe tener urgencias más trascendentes que "las reinas sí o no". Pero si se ocupan la Corte, los intendentes, el gobernador, ministros del Poder Ejecutivo, el Fiscal de Estado, es obvio que estamos discutiendo un intangible: el patrimonio cultural de Mendoza.

El Prado Gaucho estuvo repleto en la Bendición de los Frutos.

El viernes último, mientras se esperaba el fallo de la Suprema Corte de Justicia de Mendoza, hubo negociaciones de alto nivel. Por alguna razón, en el gobierno temían que los jueces no emitieran un dictamen. Y que les "tercerizaran" un problema que en el fondo era de Guaymallén, su intendente, sus concejales, su comisión de reinas, y de Julieta Lonigro, la reina "blue" elegida en una ceremonia que se llevó a cabo en el distrito de Maipú, gobernado por el peronista Matías Stevanato. Los radicales tienen la "sangre en el ojo" desde aquella elección. Esa misma mañana, el gobernador Rodolfo Suarez habría mantenido una conversación con Marcelino Iglesias, en la que le habría sugerido nombrar a la reina vigente, la "oficial" Sofía Grangetto, la última elegida cumpliendo con las formalidades municipales, por así decirlo. Intercambiaron opiniones, al intendente no le pareció mal, porque aunque el fallo de la Corte no se había filtrado, sólo los muy desinformados no sabían que la decisión vendría en contra de la ordenanza que desterró los reinados en Guaymallén. Al menos, en el recurso de amparo, hasta tanto estudien el fondo de la cuestión. Marcelino Iglesias y el gobernador que ofreció una salida lo sabían. El intendente pidió tiempo para evaluar la situación, ante la oportunidad de minimizar los efectos de una derrota política. No sólo Stevanato intervino en el caso "Reina Blue". También dirigentes y algún ex funcionario de la Coalición Cívica, que se fueron de Cambia Mendoza enfrentados a Iglesias. Así es que la "solución Grangetto" aparecía como tentadora. Sólo había que convencer a la soberana.

Poco después de aquella conversación entre el gobernador y el intendente, Suarez hizo el posteo proponiendo nominar a Grangetto, porque "tiene legitimidad en su elección". Fue a las 9:54 del viernes. El anticipo de Suarez sorprendió a Iglesias, y enojó a algunos ministros de la Corte, que por momentos evaluaron no emitir el fallo, o incluso modificarlo. Nada de eso sucedió, y la decisión de los tres supremos que debían dar certezas de qué hacer (Mario Adaro, José Valerio y Omar Palermo en disidencia), fue la que todos esperaban respecto de la ordenanza, aunque resultó sorprendente el camino que los jueces dejaron abierto para que Guaymallén nominase a una "representante".

Marcelino Iglesias, y una reina a su medida.

Sofía Grangetto es una chica nacida y criada en las calles de Guaymallén. En el barrio UJEMVI. Es Maestra Mayor de Obras, y empleada municipal de las que no está mirando el reloj para irse. Su padre, ya fallecido, fue un querido y recordado empleado de la comuna. "Un gran servidor público" dijeron las fuentes. El compromiso de Sofía con su departamento, con su gente, es indubitable. Pero es obvio que en su primer reinado, en 2020, sufrió aquello de lo que se quejan muchas soberanas. Insultos, maltratos, estar expuestas al escarnio tanto como a la admiración. Es decir, la chica ha acarreado muchos de los problemas de los que poco se habla, asociados tanto a la Vendimia como a cualquier concurso que incluye la belleza con estándares que huelen a agua de alcanfor. Esto explica que cuando la fueron a convencer, los funcionarios se encontraron con que la chica -que avisada del posteo del gobernador y del probable fallo, ya había consultado a su madre y a su novio- sólo aceptaría ser "representante" del departamento, que no usaría los atributos, y que no sería "reina", porque justamente se oponía a los reinados. Marcelino no podía estar más encantado, con una soberana militante de la causa. Sofía puso una condición más: quería emitir un comunicado, cosa que hizo bajo una discretísima suopervisión de la directora de Comunicación y Prensa del Municipio, Verónica Garritano. En ese comunicado, contó que cuando fue electa en 2020 "muchas personas me agredieron, cosificaron y juzgaron; sin conocerme y sin importar la repercusión que esto pudiera tener en mi persona". Luego, mostró en sus historias de Instagram una nueva andanada de agresiones, de seguidores de la "reina blue" Julieta Lonigro, y de otras personas.

Sofía Grangetto en 2020, reina por primera vez.

Así, llegó el domingo y Sofía Grangetto debutó en la Bendición de los Frutos, como una orgullosa oveja negra. Lo hizo de jean, una blusa simple color blanco, zapatillas, sin atributos, y despotricando contra el formato que obliga a tener "reinas". Por eso, ayer a la mañana, Suarez habría vuelto a llamar al intendente, para ver si el jefe comunal podría moderar a la soberana. Aquí, el audio:


Quienes conocen de política mendocina, saben que pedirle a Marcelino Iglesias que haga algo con lo que no está de acuerdo, es un esfuerzo absolutamente vano. Más sencillo sería conseguir el apoyo de La Pampa a Portezuelo del Viento. El intendente de Guaymallén está feliz con su reina "anti reinado". La va a sostener y defender a muerte. Aceptó las condiciones de Sofía, que le parecieron maravillosas y en línea con el pensamiento que impulsó la abolición de los reinados, por ordenanza municipal. El intendente se comprometió a acompañar a Sofía Grangetto a todos los eventos a los que ella quisiera ir. Salvo  a la Bendición de los Frutos. Se sabe que el intendente de Guaymallén no simpatiza con la religión, la que fuere. Y por eso tuvo que acompañarla la presidenta del Concejo Deliberante, Evelyn Pérez.

Sofía en la Bendición de los Frutos. (Imágen: Verónica Lentini/Instagram)

Los hechos fueron rápidos. Sofía estuvo en la Bendición y se retiró antes. Pero no se fue enojada, sino que se ajustó a lo que había decidido hacer. El mismo domingo cenó en el evento "Paseo de las Burbujas y Sabores del Mundo" en el Boulevard Dorrego, en la mesa del intendente y de algunos funcionarios. El lunes, primer feriado de Carnaval, estuvo literalmente desconectada y no atendió llamados. A la vez, las que sí llamaron, fueron las reinas de la Corenave. Soledad Reina fue soberana nacional en 2006 y preside la organización. Se habrían comunicado con la ministra de Turismo Nora Vicario, para transmitirle preocupación por el "tono agresivo" de la representante de Guaymallén, con el sistema de reinado. Ex reinas y funcionarios temen que el discurso progresista de la ex soberana con mandato prorrogado, termine perjudicando a la Vendimia en general, o transformándose en un nuevo escándalo. En el gobierno están monitoreando la situación, pero no están dispuestos a intervenir demasiado por temor a agrandar el escándalo que ya existe, poniendo en riesgo la comunicación de una Vendimia que costó unos 600 millones de pesos, que volvió a la presencialidad, que tendrá tres noches repletas en el Teatro Griego, y con Mendoza explotada de gente. Hay más turistas ahora que en pleno verano, y en algunos lugares puntuales como Uspallata, Potrerillos, varias bodegas con alojamiento boutique del Valle de Uco, y Valle Grande en el sur, llegaron al 100 % de ocupación. Nadie quiere un escándalo con este marco y menos aún con figuras centrales de Juntos Por el Cambio y algunos ministros del gobierno nacional, en la provincia. Y en verdad, la foto de Sofía Grangetto vestida "de calle" en medio de las otras soberanas durante la Bendición de los Frutos, es disruptiva en sí misma. Se explica sola. Es una imagen escandalosamente deliciosa.

¿Cómo sigue esta historia? Probablemente, el miércoles antes de la Fiesta de la Cosecha, en el gobierno querrán hablar con Marcelino y su representante. No está claro que consigan mucho. Sofía sólo irá a los eventos oficiales (todos le fueron notificados por Protocolo), y esto es la Vía Blanca, el Carrusel (en los que no usará sus atributos) y el Acto Central, en que sí aparecería de capa, corona y vestido. Y no piensa ir a la convivencia de reinas en el Hotel Fuentemayor, ni a las capacitaciones.

Luego, está el asunto de la elección en sí. ¿Sofía Grangetto es elegible? Sí, en tanto Guaymallén comunicó al gobierno que la joven es la representante del departamento. El sistema de elección será electrónico, igual al que se utilizó en la Vendimia de Godoy Cruz. Cada municipio tendrá ocho votos, y habrá 106 más, hasta completar los 250. Marcelino Iglesias usará los suyos, convencido que su "representante" anti reina, no va a recibir muchos sufragios entre los amantes del formato tradicional de la Vendimia. Pero a esta altura... ¿Quién le quita lo bailado? Muchos de sus colegas intendentes que comparten su pensamiento, lo dejaron solo. El gobierno tomó la mayor distancia que pudo, hasta que oliendo el peligro con Mendoza repleta de turistas, la Vendimia a full y toda la atención mediática a lo que aquí ocurra, empezaron a blanquear -lo hizo el propio gobernador entre jueves y viernes- que el problema del reinado de Guaymallén debía tener una solución política. La cereza del postre fue el fallo de la Corte. Y ante esto, a Marcelino le cayó del cielo una "reina anti reina" que le daría mucho más visibilidad a la militancia por un nuevo formato de la fiesta, sin soberanas sufrientes ni "reinas blue".

Mejor, no le podía salir.