Maximiliano Pullaro comenzó hace un tiempo un trabajo de requisas en las cárceles. Este viernes aparecieron pintadas que dicen "con los presos no se jode".
El gobernador de Santa Fe recibió nuevas amenazas
Este viernes, dos instituciones públicas en la zona oeste de la ciudad de Rosario, se convirtieron en el escenario de nuevas amenazas dirigidas al gobernador de Santa Fe, Maximiliano Pullaro. Las pintadas con mensajes intimidatorios fueron descubiertas en la Escuela Técnica número 466 "General Manuel Savio" y en un centro de salud público.
Ambas pintadas, realizadas con aerosol de color rosa, llevaban el mismo mensaje: "Pullaro narco, con los presos no se jode".
El descubrimiento de estas pintadas se suma a una serie de episodios similares, que incluyen balaceras y amenazas, dirigidas al mandatario provincial santafesino. La situación ha llevado a las autoridades a reforzar las medidas de seguridad en diversos puntos de la ciudad.
Una de las pintadas fue hallada en la Escuela Técnica Nº 466 "General Manuel Savio", ubicada en la intersección de las calles Rouillón y White, por el director de la institución. La otra amenaza, con el mismo contenido textual, fue encontrada en un centro de salud en la calle Teniente Agneta al 1400, a pocas cuadras de la Técnica Nº 466. En este caso, la pintada fue realizada en una pared lateral de ingreso.
Según fuentes policiales, el texto y el uso de aerosol de color rosa son idénticos o muy similares en ambas locaciones, sugiriendo una coordinación en los actos intimidatorios. Las autoridades están trabajando para identificar a los responsables y determinar si existe una conexión con incidentes anteriores.
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El 27 de diciembre del año pasado, dos personas fueron detenidas después de un enfrentamiento a tiros con la policía, y una de ellas llevaba consigo una nota intimidatoria dirigida al gobernador Pullaro. El fiscal a cargo, Franco Carbone, indicó que la principal hipótesis de la investigación es que se dirigían a atacar una escuela para dejar la nota, lo que aumenta la gravedad de la amenaza.
El gobernador Pullaro comenzó hace un tiempo a realizar requisas tanto en comisarías como en cárceles a los detenidos para incautarles celulares escondidos. Desde ese momento no dejó de recibir amenazas, al punto de que tuvo que mudar a su familia por seguridad.
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