Mendoza votó orden y seriedad, y contra el ilusionismo. Los desafíos del gobierno y la nueva oposición. Tarea para Cambia Mendoza: cuidar que en la huida, no terminen de saquear Las Heras.
Por qué ganó Cornejo, por qué perdió De Marchi, por qué cayó Orozco
"No me aman... pero éste es un momento muy duro, en el que me necesitan..." La reflexión es previa a las elecciones de este domingo. La pronunció Alfredo Cornejo en una conversación privada y mirando números de encuestas que le favorecían. Probablemente, en esa frase desangelada el ahora gobernador electo haya logrado sintetizar el sentimiento que pudo haber embargado a la mayoría de los votantes que le permitieron ayer regresar al sillón de San Martín para gobernar la provincia una vez más, ahora hasta 2027. Nunca desde 1983 un gobernador había logrado volver.
Tenían razón aquellos que sostenían que cada elección es diferente. Mendoza votó a sus intendentes casi sin cambios, volvió a elegir a Cambia Mendoza para la gobernación, y sin embargo prefirió a Javier Milei para presidente. Ayer, ratificó el voto de las PASO provinciales. Una mayoría sólida decidió no dar un salto al vacío y optó por el orden, la seriedad, el equilibrio fiscal, el sinceramiento de lo público. Y también por el modo de encarar la seguridad, la justicia para las víctimas, y la continuidad del ítem aula, de paso. Lejos de los ideales, lo dijo el propio Cornejo anoche en su discurso del triunfo electoral. Pero en un camino posible de cambio continuo.
El gobernador electo les habló a los mendocinos en campaña como a personas adultas y les dijo la verdad, aún en contra del sentido común del marketing electoral previo a una elección de gobernador. Nadie está de buen ánimo para recibir malas noticias. Aún así y sobre todo en las últimas semanas, Cornejo las dio sin empacho, señalando un 2024 que será dificultoso para todos. Los mendocinos lo valoraron y volvieron a darle un voto de confianza como continuidad de las administraciones de 2015-2019-2023 que condujeron el propio Cornejo primero y luego Rodolfo Suarez. Restan definiciones en el país. Pero el giro económico será inevitable gane quien fuere la presidencia. El nuevo gobernador tendrá la misión de mantener la provincia en orden, y seguir un proceso de mejora permanente. Habrá que ver qué intérpretes tendrá Cornejo para su segunda gestión, que empieza el 10 de diciembre.
La derrota de Omar De Marchi
El fenómeno de La Unión Mendocina requiere análisis por separado. Un aspecto es lo que ocurrió con su principal referente Omar De Marchi, y otro, el caso Las Heras y Daniel Orozco. El intendente lasherino no estuvo anoche en el búnker del frente opositor. Tampoco apareció ni uno solo de sus laderos. Probablemente han estado ocupados. El intendente electo Francisco Lo Presti, sus concejales, los dirigentes de la oposición, deberán velar porque el orozquismo no termine de saquear Las Heras, y no vacíen la municipalidad ni monten una quema de expedientes.
Esta fue la tercera vez que Omar De Marchi intentó ser gobernador de Mendoza. Fue candidato del Partido Demócrata en 2007. Luego, compitió contra Rodolfo Suarez en 2015 por dentro de Cambia Mendoza. Y ahora lo intentó por fuera del frente oficialista. Estuvo más cerca, pero no le alcanzó. Probablemente este nuevo frente tiene una segunda línea muy capacitada y en buena condición de disputar una próxima gobernación, como Sebastián Bragagnolo, o Jorge Difonso. ¿Serán los nuevos abanderados?
Para De Marchi, el resultado de ayer tendrá un sabor amargo. Es cierto que desde un punto de vista "estándar", el diputado lujanino se quedó con una porción significativa de poder, una cantidad importante de legisladores, dos intendentes, y una franquicia de la principal oposición. Pero todo eso sería un magro botín para quien jugó todo a ganador a un costo altísimo: Rompió la alianza oficialista. Partió al medio al PRO. Perdió su referencia nacional con Juntos por el Cambio, y trató de cubrirse disimuladamente con el ropaje de Javier Milei en algunas imágenes de la zafra electoral. Se alió a peronistas derrotados y a algún monje negro de la política. Eligió como compañeros de aventura electoral a un grupo de funcionarios de Las Heras -radicales orozquistas- que probablemente cometieron gravísimos delitos de fraude contra la administración pública, "apretaron" a empleadas indefensas, encubrieron un abuso sexual con acceso carnal, y aun hay que ver el avance de la justicia en varias causas más. De Marchi proclamó anoche que La Unión Mendocina será el reaseguro de la institucionalidad de Mendoza. Es raro sostener tales posiciones mientras se hace al mismo tiempo la "vista gorda" con un grupo de bandidos, sólo porque son aliados.
La comunicación pública de La Unión Mendocina fue desconcertante. Esta "nueva" oposición usó herramientas de las peores, montaron una "campaña sucia" por internet que debieron levantar en 48 horas. Difundieron encuestas truchas. Rompieron carteles de sus adversarios en la calle, y se sirvieron de sicarios -marginales de pseudo medios, fabuladores profesionales, auténticos miserables y ex "services" de los sótanos de la democracia- para montar campañas de desprestigio contra quienes denunciaron la corrupción en Las Heras. La Unión Mendocina fue protagonista de una campaña negativa como no se había visto en la provincia. Apuntaron a destruir. Al principio, De Marchi incluso recibió el apoyo de dos multimedios que luego fueron variando de posición. Uno de éstos les aportó soporte y la gestión de sus mejores asesores, hasta que lo abandonaron ayer a las 18:00.
Hubo aliados que restaron e hicieron de contrapeso en muchos enclaves importantes de la provincia. La mayor diferencia entre el registro provincial total del propio De Marchi y sus candidatos locales fue en la Ciudad de Mendoza, donde Ulpiano Suarez les sacó 40 puntos. La combinación entre el emprendedor Hugo Laricchia y el veterano ex diputado "ganso" Gustavo Gutiérrez como postulantes a la ciudad resultó piantavotos. La tribuna de Twitter es divertida pero limitada y ofrece espejismos engañosos. De Marchi confiaba en el triunfo de Gabriel Pradines en Guaymallén. Pero le sacaron casi 20.000 votos de diferencia.
La botella "medio llena" dirá que los triunfos en Luján y San Carlos y la buena elección en el sur provincial son alentadoras para un frente que empezó a construirse hace apenas 160 días. Pero el problema de esta oposición es fundacional. Omar De Marchi armó el frente sólo por su ambición de ser gobernador. El personalismo exclusivo no alcanzaría para constituir una oposición que sirva para mantener el equilibrio del que tanto hizo gala Mendoza en toda su historia. Ahora, entre todos los "pecados electorales" del lujanino, el mayor fue el de la ingenuidad, o la imprevisión. Tuvo tiempo de sobra para elegir a un buen candidato a vicegobernador, y lo desaprovechó optando por una persona que los terminó de hundir a pique. En el futuro, De Marchi deberá ceder protagonismo y buscar mejores alianzas si quiere mantener este frente en pie y competir con éxito en las próximas elecciones legislativas en dos años, o por la gobernación de 2027.
La derrota de Las Heras
La caída de Daniel Orozco y su candidato a intendente Martín Bustos en el populoso departamento de Las Heras fue el otro dato saliente de esta elección.
Tal como ocurrió con el Caso Lobos en las elecciones de 2015 en Guaymallén, un caso emblemático, ahora fueron los lasherinos quienes le dieron la espalda al poder local ante las sospechas de corrupción. Igual que con Lobos, fue este diario -Mendoza Post- el que inició una investigación periodística de profundidad que fue revelando métodos y arrojando luz en las zonas oscuras de la gestión. Primero, en soledad. Hasta que el peso de los casos hizo imposible ocultar el sol con la mano. Desde que iniciamos la saga #LasHerasGate el día 14 de junio, después de muchas semanas de investigación, ya hay 9 (nueve) personas imputadas en distintos expedientes, tres de ellas por las cooperativas fantasma. Dos están presos. Daniel Orozco y Janina Ortiz son sospechosos en el caso "cooperativas" y podrían ser imputados, luego de que se abstuvieran de declarar. Una causa de encubrimiento de abuso sexual los tiene también en el foco de las sospechas. Pero más allá de los expedientes, la gestión se desintegró por completo, abandonaron a sus vecinos, salieron a la luz las maniobras más vergonzantes para extraer dinero de la municipalidad. Y la esposa de Orozco y secretaria de gobierno Janina Ortiz (ya tiene fueros parlamentarios, de paso) apareció conduciendo las milicias clientelares, organizando y ordenando el intercambio de votos por mercadería. El colmo del uso más perverso de gente desesperada.
Para decirlo en castellano: los votantes no son pelotudos. Los lasherinos entendieron a la perfección lo que estaba pasando. Es cierto que la victoria de Cambia Mendoza fue estrecha, pero vencer a un poder del que depende comer un día sí, y otro no, no ha de ser sencillo. Ahora, será el intendente electo Francisco Lo Presti quien deberá reconstruir la municipalidad y sanar las heridas de una comunidad violentada. Tal como ocurrió con Lobos, los casos de Las Heras deberían arrojar condenas de cárcel para varios de los protagonistas del desfalco económico, social y político al que sometieron a la comunidad. Omar De Marchi fingió demencia con los hechos de Las Heras sólo porque Daniel Orozco fue su candidato a vicegobernador. Ayer, los ciudadanos le pasaron la factura. Tanto, como al médico intendente que aterrizó en 2015 como "lo nuevo" de la política, desde la anti-política.
El resto, y los que faltaron
El penúltimo párrafo de las elecciones de ayer tiene tono de advertencia. Había 1.488.536 personas habilitadas para votar. Lo hicieron 1.015.287. Otros 84.530 anularon el voto o lo hicieron en blanco. Quiere decir que 557.779 mendocinos se desentendieron del resultado. Eso es el 37,47 %. Mucho más que un tercio de la población. Un desinterés demasiado grande.
El escenario político que quedó es novedoso. No sólo vuelve Cornejo. Celso Jaque regresa en Malargüe, Mario Abed en Junín, Ricardo Mansur en Rivadavia. El peronismo deberá hacer terapia y revisarse luego de su peor resultado desde 1983. El Partido Verde hizo una gran elección y en algunos departamentos superó al PJ. Cornejo deberá convivir con una Legislatura de bloques opositores que podrían ser casi irreductibles, y más de la mitad de los intendentes de la provincia no serán de Cambia Mendoza: Siete pertenecen al peronismo, dos a La Unión Mendocina y uno más, a un partido vecinal. Obligatoriamente, deberá sobrevenir una etapa de construcción de consensos. Un buen desafío, luego de la intensa campaña negativa que vivimos.
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