El Polo Obrero moviliza de a miles en las marchas que paralizan el Gran Mendoza. Dicen que sin ellos en los barrios, la crisis social sería mucho peor. Quiénes son, qué quieren, cómo se financia y cómo funciona en Mendoza el grupo piquetero que puede paralizar una ciudad.
Quiénes son y qué quieren los piqueteros que pueden parar una ciudad
En cada movilización, las mujeres con niños son las primeras en aparecer a la vista. Es difícil decir si son la mayoría, pero así parece. La presencia de los chicos es determinante. Los llevan en brazos, de la mano, colgados de la ropa, como sea. Pero van, con la obcecación del que no tiene casi nada. Y menos que perder. Cerca de cada uno de esos grupos de diez o doce mujeres, que forman círculos dentro de cada manifestación de hasta 10.000 personas, hay una dirigente -en general mujeres, pero también algunos hombres- identificados con pecheras, que van controlando la seguridad interna y externa y guiando al grupo. No siempre es el mismo que toma asistencia y paga 500 pesos y un bolso de verduras a los movilizados, una práctica que no siempre ocurre y que -cuentan ellos mismos- están tratando de desterrar.
Las movilizaciones del Polo Obrero -el grupo piquetero que mayor cantidad de personas pone en la calle cada vez que marcha en Mendoza- son siempre multitudinarias. Suelen reunirse ya sea en los alrededores del Gran Mendoza, o en algún punto de la ciudad. La última milla siempre la hacen caminando. Lo volverán a hacer este sábado a las 18:00, en una convocatoria nacional "Contra el acuerdo con el FMI". Tienen la capacidad de generar verdaderos caos de tránsito de una forma casi pasiva, y están perfectamente entrenados para ir cortando las calles y bloqueando el tráfico "a 90 grados" de lo que tratan de organizar los preventores de la Ciudad de Mendoza, cuando los agentes intentan "encapsular" las movilizaciones y desviar a las decenas de miles de automovilistas que ingresan en las horas pico a la Ciudad, para alejarlos de la marcha. Por eso, las "galletas" que se arman en las calles son enormes. "Cuando tratamos de desviarlos, toman alguna calle lateral... se ponen seis o siete mujeres con chicos por delante, y alguien que ordena por detrás, y siguen... Eso no se aprende en cinco minutos, ni se improvisa. Saben hacerlo... son disciplinados y están entrenados..." cuenta un experto en los temas "de la calle", que trabaja en la Municipalidad de la Ciudad.
[Video: Marcha del Polo Obrero, en octubre de este año]
Los piqueteros del Polo Obrero suelen marchar martes o jueves al "Centro de Referencia" que el Ministerio de Desarrollo Social de la Nación tiene en Gutiérrez 446 de Ciudad, y luego a la Casa de Gobierno, aunque no siempre. El caos vehicular se arma en grande en el Barrio Cívico, y en todo el centro. Las concentraciones suelen empezar a las 09:00 en pleno horario de inicio comercial. No vienen a pie todo el trayecto. En la última marcha, un discreto operativo para identificar los colectivos blancos y sin insignias en que habían traído a muchos de los militantes hasta la calle Mitre a la altura de la Federación de Box fracasó, porque se fueron antes de que llegaran los preventores. Tampoco acarrean sus enormes banderas y los elementos de percusión desde los distintos departamentos de donde vienen. Los guardan en una propiedad que alquilarían en el Barrio Bombal, cerca de la Casa de Gobierno, sobre la calle España.
En general, los militantes del Polo Obrero de Mendoza no hacen marchas violentas, aunque de vez en cuando se arman trifulcas de baja intensidad con algún automovilista o con policías. Están adoctrinados para no discutir con los conductores, ni con la policía, ni con los preventores, aunque a veces alguno va preso o es demorado por no dar su identidad, o falsearla, cuando tratan de identificarlos si están cortando una calle. Pasó hace poco en Godoy Cruz, el 1 de noviembre, frente a la Municipalidad. Allí fue demorado uno de los referentes principales del grupo, Martín Rodríguez. Hubo problemas para identificarlo, aunque él culpó a la policía. Es empleado municipal en el Concejo Deliberante de Guaymallén y fue candidato a legislador del FIT, por el Tercer Distrito. También es delegado del SITEA, que son los auto convocados de los gremios estatales, enfrentados a ATE. Los "marchantes" tampoco hablan con los periodistas. Los movileros se estrellan contra verdaderos paredones humanos cuando tratan de obtener algún testimonio, o preguntarles justamente por qué marchan, o por qué cortan el tránsito. Y aunque no producen desmanes ni roturas, incumplen el Código de Convivencia Urbana de la Ciudad, y el Código de Faltas de la provincia. Nunca avisan ni piden permiso para marchar, y luego las organizaciones pagan las multas y afrontan eventuales imputaciones cuando cortan el tránsito totalmente. En general, el Estado actúa rápido y los multan de manera sumaria, en horas.
Distinto es el comportamiento de los militantes del Polo Obrero en otras provincias. Hay registros de cortes de rutas y marchas con incidentes desde 2001 en Salta, Mar del Plata, la CABA, en la batalla campal contra la reforma previsional de Macri en 2017, en tomas de tierras en la provincia de Buenos Aires, y hace pocos meses, en marzo, tomaron junto a otras agrupaciones el Ministerio de Educación de la Nación, pidiendo wifi gratis para que los alumnos no se quedasen sin clases en el aislamiento por la pandemia.
¿Quiénes son?
El Polo Obrero y el Partido Obrero se nutren mutuamente. De hecho, hubo candidatos del FIT que eran militantes del Polo. Pero además, esta agrupación social mantendría relaciones políticas en Mendoza con un "Plenario de Trabajadoras", la "Unidad de Juventudes por el Socialismo", la CCC, la CTA Naranja, la Asamblea Popular del Agua, Montoneros Mendoza, y en algún caso han compartido marchas con el Frente de Organizaciones en Lucha, la misma "orga" trotskista que la semana pasada fue a la pulpera Fénix y a la Bodega Viñas de Alvear a pedir alimentos, aportes o canastas de Navidad generando rechazo de distintas entidades empresarias. También suelen compartir ruta con la Confederación de Trabajadores de la Economía Popular, el Movimiento Evita, el Movimiento de Trabajadores Excluidos (Juan Grabois, el "Piquetero del Papa"), Somos, Barrios de Pie, entre otros. Y suelen participar, aunque en menor número, en marchas por víctimas de asesinatos, como Abigail Carniel.
Además de asistir a las asambleas y marchar, los integrantes del Polo Obrero tienen una actividad social en los merenderos que regentea la agrupación, para los que reciben distintos aportes. Contarían con cuatro, en Maipú, Ugarteche, Rivadavia, y en el Barrio Santo Domingo de Guaymallén. Trabajar en los merenderos acumula puntos a favor, para ser beneficiarios del Potenciar Trabajo, y califica como contraprestación. Allí, en las barriadas profundas donde la pobreza real y estructural es más que la oficial del 43,7 % (más entre jóvenes y mujeres), la tarea de contención y organización del Polo Obrero, al decir de sus propios dirigentes, es importante. Aseguran que sin ellos, habría una explosión social por el descontento. Tal aseveración es incomprobable, pero es cierto que trabajan en contener "a todo aquel que se siente parte o se reivindica como perteneciente al Polo" dice uno de los dirigentes que habló con este diario en estricta reserva, unas pocas palabras. El trabajo de los jefes todo el día es conseguir planes, atender los merenderos, buscar recursos para las familias más desprotegidas, y reclamar por "trabajo genuino" mientras pulsean por el poder piquetero con otras organizaciones de izquierda, y del peronismo. En el ambiente piquetero, los dirigentes más conocidos son Martín Rodríguez (Guaymallén), y a otros que identifican en las conversaciones, con sus nombres de pila. Wilma (Maipú), Hugo (Luján de Cuyo), Juli (Zona Este) y Lorena (Capital y Godoy Cruz).
¿Por qué marchan? ¿Se paga?
"La verdad, nosotros somos de gran ayuda para el gobierno provincial y para los municipales. Sin nosotros en los barrios, esta crisis social sería mucho peor..." relata un militante. El Polo Obrero nació hace una veintena de años, a fines de los noventa, cuando la desocupación trepó casi al 14 %, luego de haber llegado al 17.9 % en 1997. Los dirigentes del Partido Obrero, la "nave nodriza" y entidad madre política del Polo Obrero, lo pensaron como una especie de "CGT de los desocupados" explican. Una gran central obrera de los que no tenían trabajo. El crack del 2001 los hizo crecer junto a otras organizaciones sociales. Y pasaron a formar parte del núcleo duro de los piqueteros trotskistas. En el gobierno de Mauricio Macri, fueron "alimentados" desde el ministerio que por entonces conducía Carolina Stanley, para contraponerlos a organizaciones sociales de origen peronista como el Movimiento Evita, o Barrios de Pie, cuyo brazo político es Libres del Sur, y eran opositores a nivel nacional pero aquí, están adentro de Cambia Mendoza.
Es muy impresionante ver la enorme cantidad de gente que mueve el Polo Obrero. Y el financiamiento operativo del grupo no sería muy distinto del "aporte partidario" que hacen los legisladores, por ejemplo, a sus propias agrupaciones políticas. La principal fuente de ingresos del Polo Obrero está en los planes Potenciar Trabajo que asigna el gobierno nacional. Se trata de un plan que unificó otros, y cuya contraprestación es la "...participación en proyectos socio-productivos, socio-laborales y/o socio-comunitarios o a través de la terminalidad educativa", dice el gobierno en su página oficial. El lunes pasado se activó el pago del plan. Sus beneficiarios recibieron 16.000 pesos luego del último aumento del salario mínimo, vital y móvil, y el lunes 20, recibirán otros 8.000 pesos en concepto de medio aguinaldo. Se calcula que hay cerca de 1,1 millón de beneficiarios sólo de este plan en todo el país, y en Mendoza, serían cerca de 16.000, de los que 10.000 manejarían desde Barrios de Pie, y el resto, prorrateado entre todas las organizaciones sociales que operan en la zona: Movimiento Evita, Polo Obrero, Corriente Clasista y Combativa, CTEP, Frente Popular Darío Santillán, y varios más. Pese a que son los que más gente movilizan, el Polo Obrero no es la organización social que más planes recibe. Justamente, ese es uno de los motivos de las marchas, aunque este sábado -dicen- moverán cerca de 20.000 personas al corazón del Gran Mendoza, en una convocatoria nacional "Contra el acuerdo con el FMI". Piden además trabajo genuino, plan de obras públicas y vivienda, seguro de desempleo y apertura de fábricas cerradas. Se concentrarán a las 18:00 en el Kilómetro Cero, y luego marcharán a la Legislatura.
Ahora... ¿Cómo financia el Polo Obrero sus necesidades operativas? Según testimonios a los que accedió este diario, reúnen fondos a través de un aporte "voluntario", que hacen los beneficiarios del Potenciar Trabajo, por el que los intendentes del peronismo vienen pidiendo -en voz baja- que se garanticen contraprestaciones para mantener a la gente trabajando. Ese aporte de los beneficiarios de planes no constituye una obligación, pero la gran mayoría lo hace. Es difícil saber qué otros aportes reciben, pero en los planes sociales está la fuente principal de financiamiento. De hecho, en el gobierno provincial creen que la asistencia a las marchas se salda a través de prestaciones sociales, que cuando los militantes van ascendiendo, podrían llegar a los 25.000 pesos "...que cobran en blanco, en las ventanillas del Banco Nación..." puntualiza una fuente. Luego, está el dilema de si les pagan o no a quienes van a las marchas. Nuestros propios periodistas, colegas de otros medios, han visto a mujeres del Polo Obrero tomar asistencia prolijamente en las marchas. ¿Cobran? "Yo lo vi con mis propios ojos... lo vi muchas veces... les dan 500 pesos y un bolso de verduras, y a algunos, sólo las verduras" dice un policía que suele acompañar estos recorridos, en estricto off the record. En el Polo Obrero no niegan ni confirman. "Es una práctica que tratamos de desterrar... les enseñamos a los compañeros que está mal..." dicen. Pero ocurre. Ahora, si por ejemplo todos los asistentes a una marcha de las "medianas" de unas cinco mil personas cobrasen los 500 pesos, movilizar al grupo, el transporte, las bolsas de verdura (que entregan en bolsas de nylon oscuro), costaría cerca de $ 3.000.000.
¿Cómo se elige quiénes serán los beneficiarios de los planes que les va "bajando" Nación? A través de asambleas. Son ellos mismos quienes seleccionan a los que van a recibir los planes. Por eso, son tan importantes las "presencias" en las marchas, que pueden ser por motivos propios (más planes, más planes de obra pública, atención al desempleo), o como la que ocurrirá el sábado, para protestar contra un acuerdo con el FMI.
Los militantes del Polo Obrero, en Mendoza, no son todos "troskos" clásicos. La mayoría de las mujeres y hombres van a las marchas por necesidad, porque no quieren perder el plan, o porque en ciertos casos recibirán algún beneficio por ir. Pero es muy difícil para los dirigentes del Partido Obrero, y del FIT, obtener el voto de la militancia social. No es directo. El compromiso no sería tan fuerte. Suele pasar que entre los propios beneficiarios del plan Potenciar Trabajo hay votantes del peronista Frente de Todos, e incluso de Cambia Mendoza. Los principales candidatos del FIT en las últimas elecciones, Lautaro Jiménez a senador nacional y Noelia Barbeito a diputada nacional, no llegaron al 5 % de los votos, ni consiguieron bancas en la Legislatura provincial ni en concejos deliberantes. El poder movilizador del Polo Obrero no se tradujo en votos a la izquierda. Por lo menos, en esta provincia.
Las movilizaciones piqueteras suelen generar mucho malhumor en la clase media, en comerciantes, distribuidores, empleados, empresarios pyme que deben llegar al centro. Las sensaciones están divididas por la grieta. La clase media mendocina, sobre todo en la Ciudad, es votante de Cambia Mendoza. Es el ciudadano que rechaza el pobrismo, a los "planeros", a los piqueteros, al kirchnerismo duro, y aunque a veces ha mirado con simpatía a la izquierda, no comparte el foquismo ni los métodos. Pero no es menos cierto que en el Gran Mendoza hay 450.000 personas pobres. Que necesitan el plan, el bolso de verdura, o los 500 pesos.
No todo puede mirarse a través de los cristales absolutos del blanco o negro. Hay realidades mucho más duras de lo que cualquiera podría imaginar.