Paro docente: cuánta plata pierden, cómo viene el paro, el rol de los padres

Los docentes que adhieran al paro de 72 horas decretado por el SUTE y que operará desde el lunes, no perderán sólo el Ítem Aula. La huelga les afectaría cada uno de los ítems de su sueldo del mes de agosto (que se cobra el último día hábil del mes), lo que reduciría sensiblemente sus ingresos. La suma es de cinco cifras. Será peor aún si además adhirieron a la huelga del mes pasado, que no alcanzó a liquidarse en los haberes de julio. En el medio, la relación entre el gremio docente SUTE y el gobierno está interrumpida. No hay interlocutores válidos. El gremio rechazó la semana pasada la oferta salarial por considerarla insuficiente, y el gobierno la legalizó por decreto, afirmando además en distintos contactos que fue una suba "por encima de la paritaria nacional y en blanco". Promedió el 44 % a agosto y con cláusula de garantía en un piso de 70.000 pesos. En el oficialismo radical están convencidos de que este paro ya tiene carácter político, y buscarán endilgarle la responsabilidad al kirchnerismo. La "chicana" es que no ven al SUTE protestando en Buenos Aires por la paritaria nacional que sí firmó la Ctera, de la que forma parte.

Entretanto, hay dos aspectos que serán fuertes a la hora del paro. Esta huelga será más "sindical" que la anterior, pero aún así el rol de los padres será clave. En el paro de fines del mes pasado, aquel de dos días con alto acatamiento y una marcha muy masiva, el gremio dijo que la adhesión fue del 90 %, pero según la DGE fueron un 47 % los maestros que adhirieron a la protesta sin ir a las escuelas. Y muchos de los que sí asistieron, luego se ausentaron porque los padres no enviaron a sus hijos a clases. Esta suerte de "apoyo moral" -si es que se trató de tal cosa- tomó muy desacomodado al gobierno, pero también sorprendió al SUTE. La conducción de los maestros, en el plenario de ayer, y en los departamentales, pudo palpar el estado de asamblea de muchos docentes que sólo querían optar entre parar 72 horas, o por tiempo indeterminado. "No sabemos bien cuál es el nervio que está moviendo esto... va a ser un paro fuerte..." anticipó un dirigente al Post. Aunque hay desinformación, planificada o no. Ayer circuló mucho el audio de una maestra denunciando que el gobierno quería "quitarnos la antigüedad" o "frenar aumentos por varios años". La pieza -de tres minutos- contiene ideas equivalentes al terraplanismo, o a aquellos "pronósticos" de los "ambientalistas" que decían que con la fractura hidráulica para extraer shale oil o gas, se provocan terremotos. Como sea, los gremialistas ven venir un paro -otra vez- de dimensiones considerables. En el gobierno estiman que la adhesión no superará de ninguna manera las del paro de julio, y que sería una locura que los padres no envíen a sus hijos a las escuelas. "Además, si los chicos están, los maestros no pueden irse" explicaron.

Los descuentos

Ayer circuló un ejercicio de simulación sobre un bono de sueldo hipotético, que explica cuánto perdería un docente con 10 años de antigüedad y 50 % de zona, que haya adherido al paro martes y miércoles 25 y 25 de julio, y que también se pliegue a la huelga de tres días decretada por el SUTE este jueves. Esa suma es de poco más de 24.000 pesos sobre un total de 73.000 y algo más. Además de perder el Ítem Aula, los maestros pierden parte del bono de 7.200 pesos, parte de lo que cobran por estado docente, parte de lo que perciben por material didáctico, e incluso antigüedad. Eso es porque "no cumplen la obligación mensual de 30 días con el Estado" explican en la DGE. Es decir, que por no asistir, se pierde mucho más que el ítem aula. En el siguiente cuadro, pondremos en una columna al lado de la otra, cuánto percibiría el docente que no para, versus el que sí hace huelga, partiendo del ejemplo hipotético del docente con diez años de antigüedad y 50 % "de zona":

Lo que el SUTE decidió ayer, finalmente, fue pedir la reapertura de paritarias, un aumento del 20 % del básico y otro del 20 % en Estado Docente, lo mismo para celadores (que no tienen Estado Docente, pero sí un ítem llamado Convenio 2008), cláusulas de revisión en setiembre y noviembre, "no" al descuento por los días de paro, reconocimiento de la media hora extra de trabajo, y finalmente, el paro de 72 horas desde el lunes.

Las cartas ya están sobre la mesa y todas hacia arriba. Lo que resta saber ahora es cuántos docentes van a parar, ver si el gobierno hará gestos de acercamiento (no aceptarían cde ningún modo "perdonar" los días de huelga), y si los padres van a recuperar la memoria de la pandemia, cuando les preocupaba de modo mayoritario que los chicos sí tuviesen clases presenciales. El peor escenario de un conflicto es mantener a los chicos sin clases. Hoy la pandemia aflojó, pero la enfermedad es otra: la inflación que nos está comiendo vivos a todos: estatales, privados, informales, comerciantes, industriales, empresarios, el campo, gobiernos, todos. Sin distinción.

Con tanta tensión, la discusión se pone muy irracional en una Argentina dislocada. Ayer, en la provincia del Chubut, un tribunal declaró culpable al dirigente Santiago Goodman -ex titular del gremio docente local ATECh- de haber prendido fuego a la Legislatura en 2019, en el marco de un conflicto. En juicio reconoció los hechos, y le podrían caber hasta diez años de prisión. Pero la Ctera emitió ayer un comunicado denunciando persecución ideológica, criminalización y judicialización de la protesta, y expresó su repudio. El tipo quemó una legislatura. La pregunta es qué valores les estamos transmitiendo a los chicos...