El presidente transita un periodo de gracia. Su imagen positiva se consolida. Además, cómo son evaluados los intendentes en esta época libertaria. Resurge la tendencia de ver todo desde el Gran Mendoza.
A 6 meses del balotaje, Milei "rollea" su voto y aparece el mendocentrismo
Apégate a los hechos, síguelos adonde ellos te lleven, a veces no será adonde querías ir, pero no te desvíes del camino... (recomendación del periodista Nicolás Booker a su joven colega Eli James en la película Crónicas de Washington estrenada en 2022).
La cita es inspiradora para encarar este texto de análisis y contexto de los hechos políticos que ocurren en la semana, y también es necesaria para reorientar el sentido de la información que se desperdiga día a día. Por eso es útil el conteo de las jornadas que transcurren desde aquel hito y hoy domingo 19, porque se cumplen 181 días, seis meses del balotaje que lo llevó a Javier Gerardo Milei a convertirse en el "primer presidente liberal libertario". Hoy se encuentra celebrando este primer medio año de gestión en España como invitado especial de la cumbre del partido de derecha Vox.
Los hechos nos marcan el camino, hay un cambio de época. Sin hacer valoraciones, los actos indican que el país va tomando otro perfil, lo que los libertarios denominan -y se jactan- como haber ganado la "batalla cultural". Todo sobre un evidente cansancio de la ciudadanía, que desoye a la política como tradicionalmente se la ha conocido hasta ahora.
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En definitiva, y utilizando el término financiero rollover para estar en sintonía con el economista presidente, Milei ha logrado "rollear" su crédito electoral. O sea, pudo prolongar y sostener su imagen positiva por encima del 50 por ciento, en promedio, un crédito real de confianza social, y eso lo coloca en un estado político de gracia.
Aun más, buena parte de la población con capacidad productiva valora la "sinceridad" con sesgo brutal del libertarismo, al punto que la reacción violenta parece un acto virtuoso en estos tiempos donde todo está nuevamente en revisión.
Es un tiempo de Furia, tomando como símbolo al personaje central de GH que explota frecuentemente contra los otros participantes del programa.
Furia es una mujer con la ira a flor de piel, avalada por la audiencia para que haga estragos en esa burbuja televisiva.
La Universidad de rehén
En esa línea de acción intempestiva se desarrolla la vida, en esta República que tambalea en la práctica por las decisiones del poder central, que deliberamente acordó con la Universidad de Buenos Aires el aumento del presupuesto del 270 por ciento del presupuesto para los costos de funcionamiento y reforzó las partidas para el hospital de Clínicas de la UBA. La rectora de la Universidad Nacional de Cuyo (UNCuyo), Esther Sánchez, tuvo que reclamar lo obvio, que haya tratamiento federal para con el resto de las casas de estudios ubicadas en todo el territorio argentino, advirtiendo que no es aceptable que haya estudiantes de primera y segunda categoría de acuerdo a los recursos distribuidos por la Nación.
Claro, hay que ampliar la mirada y escuchar a quienes señalan que el vicerrector de la UBA y diputado nacional Emiliano Yacobitti es un colaborador directo de Martín Lousteau, senador y presidente de la UCR nacional y declarado crítico del proyecto de la Ley Bases en capítulos sensibles como es el RIGI (Régimen de Incentivo a Grandes Inversiones). Esto obligó a los 13 senadores radicales a emitir un comunicado donde enfatizaron el "compromiso explícito y férreo en apoyo a las universidades públicas". Y apuntaron: "El entendimiento alcanzado con la administración nacional, en la figura del ministro del Interior, Guillermo Francos, comprende a la totalidad de las universidades nacionales. Cualquier otra interpretación es lisa y llanamente falsa", manifestaron.
El purgatorio de los gobiernos locales
Una oportuna observación, a medio año de haber votado por última vez, es tener en cuenta qué piensa del Estado cualquier persona que habita Mendoza al salir de su casa, en ese primer contacto con el ordenamiento público que es precisamente su relación con el municipio. El encuestador Nicolás González Perejamo (NGP) viene realizando testeos periódicos y sistemáticos sobre el humor social sobre los servicios municipales y las evaluaciones que hacen las vecindades sobre las gestiones de los llamados gobiernos locales.
Asegura NGP al Post que la respuesta "no sabe/no contesta" en las encuestas es lo más evidente que muestran los barrios: "La gente no termina de valorar a los gobiernos locales, en varios municipios de la provincia 1 de cada 3 vecinos dice no saber cómo calificar a las gestiones municipales".
¿Por qué pasa esto?, preguntamos:"Porque hay un contrato electoral vigente con el Gobierno Nacional que se evidencia en los niveles de aprobación de la gestión de Milei en nuestra provincia, con números de la macro que esperanzan, con una economía cotidiana que aun ahogando a la gente, esa misma ciudadanía parece querer 'bancar'. Hay una decisión de no darle bola a la política hasta que el efecto de la primera batería de medidas económicas se perciba con claridad. Esta tesis se comprueba con los ejes de interés en la conversación digital de los mendocinos, que buscan y hablan muy poco de temas 'políticos'. La ausencia de hitos que los diferencien y la ausencia de recursos para proponerles una realidad diferente al vecino han hecho que los ciudadanos permanezcan expectantes sin terminar de aprobar o desaprobar las nuevas administraciones municipales".
Hay salvedades a esta especie de limbo en el espectro de la opinión social que detecta el titular de la consultora Demokratia: "La excepción a la regla aparece con la reaparición o continuidad de referentes locales de peso y con aquellos municipios que han reestructurado sus servicios o cuyo problema, como es el caso de Las Heras, en que los vecinos piden justicia (por los desmanes y presuntas estafas al Estado cometidas por el anterior gobierno municipal de Daniel Orozco) y esperan que el municipio progresivamente siga afrontando el proceso de reconstrucción".
El mendocentrismo en los radares
Nos quejamos de la vista corta que se tiene desde CABA respecto del resto del país y que terminamos padeciendo las provincias. Entonces nos autodiagnosticamos que soportamos el ninguneo por la ignorancia y la indiferencia que "porteñocentrismo" conlleva. Pero esa miopía social también nos afecta a quienes habitamos el Oasis Norte respecto del resto de la población mendocina. Somos quienes integramos el Gran Mendoza (GM) la "mancha urbana" más grande de la provincia y que sufrimos de "mendocentrismo", la versión local de la visión porteña de las cosas.
Un ejemplo evidente es el funcionamiento de los radares de control de velocidad sobre la ruta 7 a la altura de Santa Rosa, que administra el municipio que gestiona la peronista Flor Destefanis. Hay dos modos de mirar esta infraestructura. O se observa como un instrumento para evitar accidentes o incidentes, muchas veces fatales sobre el corredor; o se ve como un ardid recaudatorio en beneficio de la Municipalidad. Imaginen a cuál corresponde la mendocentrista... tal cual, la interpretación de que los radares son colocados allí solo para recaudar a base de multas cuantiosas, es la mirada que se hace de modo rápido desde GM.
No se valoran a los radares como dispositivos de seguridad vial para proteger a las personas que viajan desde Santa Rosa para trabajar o hacer trámites o hacerse atender a un hospital de la Ciudad, utilizando el precario servicio de transporte público que transita diariamente la ruta internacional como una vía rápida para llegar a la Ciudad de Mendoza.
La Ciudad, la más convocante
Dicho sea de paso, y en contraste al "interior", la centralidad de la Capital es muy evidente. La mención "Ciudad de Mendoza" está al tope en los rankings de las redes sociales en el rubro de servicios y destinos de viajes, además es una de más buscadas en los motores digitales de búsqueda. La información citadina es profusamente replicada por usuarios dentro y fuera de la provincia y aventaja enormemente a cualquier departamento aledaño.
Esto supone mayor prominencia e incidencia del intendente capitalino, en este caso el radical Ulpiano Yayo Suarez, quien tiene serias aspiraciones de proyectarse como un futuro gobernable para las elecciones de 2027.
Tanto es así que hay profetas electorales que anticipan una definición interna oficialista entre él y el radical libertario Luis Petri, hoy ministro de Defensa de Milei y cantado aspirante a la gobernación.
La periferia del Gran Mendoza
El fenómeno de la mendocentricidad se nota incluso en Luján de Cuyo y Maipú, los dos departamentos que son periféricos dentro del mismo conglomerado del Gran Mendoza. Ambos distritos son los que más han crecido en población y están integrados a los más céntricos con administraciones radicales: Ciudad de Mendoza, Las Heras (Francisco Lo Presti), Godoy Cruz (Diego Costarelli) y Guaymallén (Marcos Calvente).
Sus intendentes Esteban Allasino (LUM) y Matías Stevanato (PJ) son parte de la oposición política, lo que los ubica en plano de distanciamiento lógico respecto del gobierno provincial de Alfredo Cornejo. Las posiciones y las estrategias de ambos intendentes en cuestión son disímiles ante este escenario.
Allasino está en un plan de aumento de la visibilización de su gestión y de intento de posicionamiento de Luján, aplicando una impronta innovadora de administración de servicios públicos para convertir en eficiente lo que ya es eficaz, de acuerdo a sus evaluaciones estadísticas. Este impulso lo ubica como referente necesario de este proceso, por eso se muestra en acuerdos y convenios con varios de sus colegas, para "vender" su gobierno local en ámbitos institucionales como el "Instituto de Formación Política y Gestión Pública de Buenos Aires Ciudad".
El ingeniero intendente también eligió plantar bandera en la justicia para reclamar a la Provincia por más recursos coparticipables de acuerdo al aumento de población en su territorio, según el último censo nacional. Eso lo distingue a Allasino del resto de los jefes comunales con respecto a la reducción de fondos de la "copa" que el gobernador ha tenido que aplicar, porque de acuerdo al argumento cornejista, al bajar la recaudación tributaria lo único que puede hacer es rediseñar el reparto municipal "para administrar la pobreza".
Stevanato elige otro camino para sostener su administración. De acuerdo a los cálculos, el municipio hizo trascender que podría perder un monto equivalente a una nómina salarial municipal por la aplicación del nuevo "coeficiente de equilibrio" para hacer el reparto de fondos coparticipables. Estos datos que circulan entre las conversaciones intermunicipales y con el mismo gobierno provincial se terminan filtrando hacia los medios.
El maipucino prefiere acentuar su perfil componedor y acuerdista con el gobierno central provincial. Se concentra en su quehacer diario y hace de Maipú un fuerte institucional para consolidar su gestión entre el vecindario y espera un mensaje a su WhatsApp desde Casa de Gobierno para conseguir más recursos para el departamento. También ha buscado dar tenues señales de posicionamiento provincial al impulsar una ley para que "su" sistema PAR, el presupuesto participativo, se aplique en todos los departamentos y para las obras provinciales.
Rearmado regional por los U$D 1023 M
Tanto el lujanino Allasino como el maipucino Stevanato mantienen una tradicional relación de microrregión para fortalecer sus reclamos y encarar algunos proyectos en conjunto. Es un atisbo de una acción entre gobiernos locales que puede convertirse en tendencia ante la escasez de recursos, pero también para armarse de argumentos para competir por el reparto de obras financiadas por el Fondo de Resarcimiento de 1023 millones de dólares. Esta idea la anticipó Emir Andraos el intendente peronista de Tunuyán que hará un scrum con sus colegas valletanos de San Carlos, Alejandro Morillas (LUM) y Tupungato, Gustavo Aguilera (UCR). No es nada nuevo, es la recreación del esquema, que ya también lo tienen aceitado los intendentes sureños, pero que se acentuará. Es una política territorial más para combatir al mendocentrismo.