La frontera de Milei: las contracaras del día de furia de Faurie en Uspallata

"Mi país ya era potencia agrícola mientras ustedes recién aprendían a comer". Esa es la cita que se le atribuye a Jorge Marcelo Faurie, el embajador de Argentina en Chile durante una reunión en Uspallata el viernes 15 en un recorrido que el diplomático argentino hizo al sistema Cristo Redentor, es decir, el paso fronterizo cordillerano.

La descripción periodística cruzó desde el otro lado a través del sitio El Mostrador el viernes 22. Es un caso raro desde el punto de vista diplomático que lo tiene en el centro al representante argentino en Chile. Raro porque habla de un funcionario con muchos años de experiencia en las relaciones internacionales que ha llegado a ser canciller argentino en el gobierno Mauricio Macri. 

Raro en el caso particular de Faurie, pero aumentado la atención, no es tan extraño para la época en que la disrupción y el maltrato son perfiles de esta época de la Argentina machucada por la crisis socioeconómica. Faurie ha dicho de acuerdo a las mismas crónicas chilenas, no haber formulado ese comentario tal como se presentó. 

Ver: Quejas de Chile contra el embajador argentino por malos tratos

Ensayemos un porqué, una explicación de este entredicho. El contexto y algún antecedente de esta relación del diplomático con La Moneda tiene que ver con Mendoza porque es la locación donde se han dado estas acciones de las últimas semanas, con otros antecedentes en el inicio de la gestión de Faurie como embajador en Santiago de Chile en enero de este año.

"El embajador Jorge Marcelo Faurie, consultado por El Mostrador acerca de los incidentes y sus expresiones registradas en informes del Gobierno, afirmó que los episodios relatados 'estaban un poco extralimitados', ya que "no hubo un momento de tensión tan marcado" en la cita bilateral, como en cambio aseveran las autoridades chilenas. Además aseguró que, si bien 'recuerda que señaló que Argentina era una potencia agrícola', no dijo la segunda parte de la frase y añadió 'que eso más bien es un agregado de alguien', ya que su idea -continuó- 'no es dificultar la relación bilateral'" es el párrafo dedicado en el informe del sitio chileno al descargo del diplomático argentino.

Es decir, Faurie señala que recuerda haber dicho de este lado de la frontera "que Argentina era una potencia agrícola" y que la última parte de la cita: "mientras ustedes recién aprendían a comer", alguien la agregó, para que se escuchara fuerte del otro lado de la cordillera.

Crónica de una pelea

En la Villa de Uspallata fue donde ocurrieron los hechos hace 9 días. Allí se hizo ver lo que ya se sabe, que hay una gran diferencia en la tramitación en el cruce fronterizo entre ambas unidades administrativas aduaneras. La proporción expresada por testigos mendocinos de esas ponencias dejaban en claro que mientras del lado argentino un viajero se demora 30 minutos, en la aduana chilena ese mismo usuario del paso espera hasta tres horas para concluir el trámite.

El núcleo del problema sigue siendo el control fitosanitario del Servicio Agrícola Ganadero, el reconocido SAG chileno, famoso del lado argento por las rigurosas y demorosas observaciones en los empaques de quienes traspasan la cordillera hacia el Pacífico. El mismo embajador Faurie sintió una presión extra del trato chileno sobreactuado, rígido, controlador en la frontera  hace dos viernes.  El personal chileno le marcó la cancha al diplomático haciéndole ver que no era bienvenido en ese ámbito.

El antecedente a esta tensión en la frontera se registró en la Ciudad de Mendoza el jueves 18 de enero cuando la Provincia tomó la iniciativa para encontrar una solución estos inconvenientes. 

Ver: Cornejo: reformas, reclamos y por qué "no hay razones para oponerse a la minería"

Ese día Faurie se reunió a los principales funcionarios mendocinos y los sectores privados involucrados con el paso y esa vez quien sintió la presión fue el cónsul de Chile en Mendoza, David Quiroga. Fue una reunión picante en la sede de la Asociación de Empresarios Hoteleros y Gastronómicos (AEHGA) en pleno centro de Mendoza y luego Faurie tuvo una reunión con el gobernador Alfredo Cornejo.

Estos fueron los reclamos de Faurie a Quiroga en enero pasado:

• Sin resultados. "Transmita a quien corresponda, cónsul, que lo que se hace en la Aduana no produce resultados".

• Contra la Cancillería. " Me gustaría -dijo señalándolo a Quiroga-, ver en su Cancillería una reunión de similares características con los referentes de los sectores".

• No tenemos otro. "El Cristo Redentor no es un paso eficiente, pero es el más eficiente que tenemos".

• Reducir tiempos. "Lo que más tenemos que trabajar es cómo hacer una simplificación en Aduanas y en Migraciones".

Argentofobia y el modo Milei

Estas circunstancias de ambas situaciones ocurridas entre enero y  marzo y que en especial la última ha tenido una repercusión negativa en Chile se terminaron convirtiendo en un velo para no discutir el problema real que el viernes 15, se puso en evidencia.  

Repasemos lo que pasa todos los días allí en la zona limítrofe según un informe de la Embajada argentina en Chile. Para entrar al complejo aduanero chileno Los Libertadores hay que esperar 2 horas y hay que aguardar un promedio de 45 minutos más para realizar los trámites. El motivo de esta espera que desespera es el control de los agentes del SAG que hacen abrir los vehículos y llegan a revisar los motores en busca de productos orgánicos, supuestamente para resguardar la calidad de los productos vegetales del país vecino.  En tanto en el complejo Los Horcones del lado argentino la tramitación lleva unos 30 a 40 minutos.

Faurie le dijo a los medios trasandinos que alguien "construyó" la polémica frase tomando pasajes de las conversaciones entre las delegaciones de ambos países en la villa cordillerana del lado argentino. Tácitamente dijo que alguien quiso perjudicarlo.

Los dichos polémicos de Faurie, aunque fabricados, editados para indisponerlo, se ajustan a la molestia y la exasperación que produce el SAG a los usuarios del paso, pero también aplican a la mirada despectiva tan argentina hacia los países limítrofes y reinterpretada por la administración de Javier Gerardo Milei. 

El organismo chileno se excusa y disfraza su nacionalismo y localismo en la eficiencia de sus controles para proteger la calidad de la producción agrícola del país vecino. En realidad subyace el prejuicio de que Argentina solo ve a Chile como el incómodo pasillo para sacar sus exportaciones a Asia o ve a los turistas argentinos como unos invasores de las playas chilenas. O sea una antigua argentofobia anidada entre los pliegues de la burocracia trasandina.

Cómo somos, qué seremos y cómo creemos ser

• A 48 años del inicio de la dictadura.  Justo hoy domingo 24 de marzo se cumplen 48 años del último golpe cívico militar y transitamos una de las tantas crisis económicas cíclicas de este país llamado Argentina. Nos encontramos sumidos en una estanflación provocada por las medidas anunciadas y cumplidas por el presidente Milei quien asumió hace 105 días.

• El revisionismo de la vice. La semana que transcurrió fue de revisionismo inmediato del primer centenar de días del gobierno libertario y en ese cuadro no estuvo fuera la fecha emblemática que reivindica Memoria , Verdad y Justicia. Por ejemplo con tono crítico la vicepresidenta Victoria Villarruel expresó que ella no es partícipe de "festejar" el golpe militar aludiendo irónicamente a las marchas que se hacen tradicionalmente para recordar a las personas desaparecidas por el régimen dictatorial.

• El estetoscopio económico. En este contexto también existen las proyecciones observando el horizonte de la República que busca terminar con el cáncer inflacionario y eso le da aire al presidente que muestra números económicos que indican que está llevando la economía hacia el innegociable déficit "cero", lo que demanda el freno y la baja de la inflación. En Mendoza Milei sigue con margen de crédito electoral de acuerdo a encuestas que se han realizado por consultoras locales en estos últimos días. Es decir que la población le sigue dando confianza a Milei para que aplique motosierra y licuadora a cambio de sanear la economía.

 • Nos empobrecimos y seremos pobres. Quienes miden el humor social no consultan, o por lo menos no se conocen mediciones sobre las expectativas de la población si Milei logra el principal objetivo que es bajar la inflación a valores de previsibilidad económica. Está instalada la idea en los ámbitos críticos al presidente que el mandatario prevé un país con un componente socioeconómico similar a Chile precisamente el vecino con el que tenemos problemas de "medianera". Del otro lado del Ande la estabilidad económica es una condición de política de Estado. O sea para Chile, saludablemente "la macro no se mancha" (parafraseando a Maradona). Aunque buena parte de la población soporte estructuralmente una vida pobre. En nuestro caso la caída del poder adquisitivo es una realidad a tal punto que el mismo gobierno central ha anunciado que emitirá vouchers para las familias que tienen a sus hijos en escuelas públicas de gestión privada que en el caso de Mendoza se beneficiarían 60 mil estudiantes. Traducido, Milei el libertario y minarquista presidente, anunció un subsidio directo para los nuevos pobres que vienen bajando de la clase media.  Ni más ni menos.

• Qué nos creemos y qué queremos. La pregunta es si esta sociedad aspiracionista históricamente, con esa raíz fundada en las décadas a partir de 1860 donde las presidencias liberales de Mitre, Sarmiento y Avellaneda inculcaron esos ideales que por deformación nos hace menoscabar a los demás países sudamericanos, una actitud que está en el subconsciente colectivo que se acentúa o se disuelve de acuerdo al ciclo político y económico que transitamos. Son los mismos liberales que invoca Milei para defender su "epopeya" que busca escribir en un acta con tinta indeleble en el Pacto de Mayo.

• A propósito, la metáfora del boxeador exhausto. "Veo a una sociedad cansada, como dos boxeadores peso pesado en el round 15, abrazados porque ya no dan más, mirando el reloj para ver si termina la pelea. Veo a la sociedad más en ese modo que en uno de ir al combate. Si es verdad lo que digo, eso le da una ventaja a Javier Milei, pero la tiene que aprovechar. Tiene que saber que ese boxeador se va a recuperar. Que la sociedad argentina es una sociedad rebelde, plebeya, molesta, igualitaria. Todos esos rasgos no los perderá. Pueden estar en algún momento adormecidos, pero no los va a perder". Es la analogía de Pablo Gerchunoff, economista e historiador que el 20 de diciembre pasado, cuando Milei llevaba 11 días de presidente, hizo de oráculo desde el diario La Nación, quizá también pensando en expresiones que desde Chile le atribuyen al embajador Faurie.