Las más recientes mediciones de opinión pública muestran que la idea del Mendoexit es popular entre un grupo importante de mendocinos. Sin embargo, ¿alcanzan las propuestas que se ponen en la mesa?
Mendoexit, muchas adhesiones y pocas propuestas
Las más recientes mediciones de opinión pública muestran que la idea del Mendoexit es popular entre un grupo importante de mendocinos. Según la encuesta realizada por la empresa mexicana More en convenio con Mendozapost, entre más de 800 casos en nuestra provincia, hay un 54% de opiniones a favor. Mientras que un 17 por ciento se muestra en contra y un 29% de los encuestados todavía no se forma una opinión definitiva al respecto.
Frente a la pregunta "¿ qué tan de acuerdo estás con las propuestas e idelogía promovidas por el Mendoexit?", los encuestados contestaron de la siguiente manera:
El dato de un 54% de adhesión no es para nada menor y preocupa a muchos dirigentes políticos mendocinos de cara a las próximas elecciones.
La idea de poner en valor la defensa de Mendoza es obviamente popular en una provincia que históricamente ha sido claramente desfavorecida por el sistema de distribución de impuestos nacionales y cuya industria fue dañada por los efectos perversos del sistema de promoción industrial y agrícola que la afecto por décadas.
Ver: En España dicen que Mendoza busca ser el "país vasco" argentino
El deformado federalismo argentino ha sido un verdadero lastre para la sociedad mendocina.
Las políticas nacionales de transporte e infraestructura dirigidas al puerto de Buenos Aires, que desconocen desde hace 40 años el crecimiento asiático y el desarrollo de nuestro vecino Chile, le han quitado a Mendoza la posibilidad de ser una puerta de acceso privilegiada de todo el Mercosur a la zona de mayor desarrollo del planeta. Hace muchos años que nuestra provincia debería ser uno de los centros de transporte y logística mas importantes de América. El centralismo argentino se lo impidió.
¿Hay una propuesta real detrás del Mendoexit?
De la lectura del escaso material publicado y en especial de su propia carta de presentación, surge que no hay todavía una idea acabada de que es lo que propone el Mendoexit.
Algunas menciones más o menos vagas a ciertos valores de la "mendocinidad", nuestra cercanía a la montaña, la cultura del trabajo o la institucionalidad a la mendocina, no alcanzan para perfilar el ideario de este proyecto.
Podemos imaginar así cada uno de nosotros , diferentes escenarios o grados de autonomía de Mendoza y todos ellos encajarían con algún párrafo de su discurso, que en su vaguedad encuentra por ahora una fortaleza inicial, porque abarca el sentimiento de bronca y discriminación de muchos mendocinos.
Un Mendoexit en serio, ¿es factible?
Si entendemos por "Mendoexit en serio" un proyecto en el cual Mendoza se separa del resto de la República Argentina y surgiera como un país independiente, esta claro que esto no es factible por muchos años. Tampoco hay un conjunto de ideas planteadas por sus partidarios para implementarlas en el mediano plazo. Ni de golpe ni en etapas.
Pensemos en la complejidad que representaría poner en marcha las instituciones económicas, sociales y políticas centrales de un país independiente. Simplemente por mencionar algunas de las preguntas que tendría que plantear y resolver un Mendoexit en serio, podemos plantear las siguientes:
-¿Tendríamos una moneda, un sistema financiero y un banco central propios, con sus propias leyes, organización y sistemas de control?
-¿Cómo sería nuestro esquema de impuestos?
-¿Tendríamos un sistema jubilatorio mendocino, con un organismo como el Anses o parecido?
-¿Y el sistema de salud, como funcionaría? ¿Los trabajadores mendocinos dejarían de aportar a su obra social o prepaga y crearíamos un sistema de salud propio?
-¿ Dictaríamos nuevos códigos legales mendocinos que regulen la actividad comercial, la civil, el derecho de familias o los delitos penales?
Imaginemos las decenas y decenas de leyes y organismos que tendríamos que poner a funcionar para ser independientes de la Argentina. Imposible siquiera de cuantificar el tiempo y el costo económico que todo esto implicaría, mas allá de las imposibilidades legales y constitucionales que podría encontrar la idea misma de una separación en serio. Pensado "en serio" el Mendoexit es simplemente un disparate. Impracticable.
Esto no significa que debamos desechar el sentimiento popular que estas por detrás de esta idea.
Una mayor autonomía para Mendoza
Mendoza merece una mayor autonomía sin separarse de la Argentina. Podemos aprovechar la energía que genera este movimiento para que todos los partidos, aun los que son claramente nacionales, como la UCR, el PJ y el PRO, asuman que para gobernar nuestra provincia tendrán que ponerse al frente de los reclamos mas urgentes de autonomía mendocina. Hay un 54% de mendocinos, al menos, que estarán esperando una respuesta.
Uno que seguramente debería estar entre los primeros reclamos es el de una mayor la autonomía financiera para la provincia. Esto significaría entre otras cosas poder recaudar mas impuestos propios y bajar los que cobra y vienen perversamente distribuidos desde la Nación. Al mismo tiempo aumentar la capacidad de prestar mayores servicios y conservar mayores márgenes de negociación a nivel regional.
Ver: Qué opinan los políticos mendocinos de postergar las elecciones
Podríamos reclamar que nos permitan manejar una larga lista de gastos e inversiones en infraestructura, energía, servicios, que podrían ser descentralizados a las provincias que como la nuestra puedan administrarlos. Y al mismo tempo exigir que las costosas, excesivas o muchas veces inútiles burocracias nacionales que "dictan políticas" sin prestar servicios, sean eliminadas.
También podríamos reclamar el derecho a una moneda nacional sana y estable o una compensación equitativa por el impuesto inflacionario que solo recauda la nación. Miles de ideas intermedias monetarias y financieras mas serían posibles de plantear en este marco.
Mas allá de las críticas a la liviandad con que se ha puesto en la mesa un tema tan importante para Mendoza como su propia autonomía y a cierto chauvinismo vacío que surge del mismo Mendoexit, lo concreto es que la idea está instalada y los partidos tradicionales deberán ponerse los pantalones largos con ella. Es algo en lo que están en deuda desde hace mucho tiempo.
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