La diputada de La Libertad Avanza por Mendoza brindó una entrevista luego de haber ido al Congreso con el libro Nunca Más. Dijo que estaba arrepentida de haber visitado a los genocidas en la cárcel, insistió en que no sabía que sucedería ese encuentro y que la llevaron engañada.
Video: Lourdes Arrieta reveló que le dieron una orden desde el Poder Ejecutivo
Durante e programa Argenzuela de C5N, la diputada nacional por Mendoza de La Libertad Avanza, Lourdes Arrieta, abordó el escándalo que la rodea tras su visita al penal de Ezeiza en compañía de otros legisladores de su espacio político, donde se encontraban genocidas condenados por delitos de lesa humanidad, incluido Alfredo Astiz. Al respecto, la lasherina aseguró que le dieron una orden desde el Poder Ejecutivo sobre este tema.
Arrieta explicó que su participación en la visita se basó en la creencia de que se trataba de una "visita humanitaria" a presos mayores, sin tener conocimiento de la verdadera identidad de los reclusos. Según sus palabras, el diputado Beltrán Benedit la convenció de la naturaleza de la visita al mencionar a un sacerdote llamado Olivera Ravassi que "siempre decía que eran presos políticos, que no tenían condena". Arrieta declaró que no fue advertida sobre la presencia de genocidas y que no reconoció a Astiz en un principio.
La diputada detalló que se les aseguró que se trataba de una "visita institucional, oficial" y que se trasladaron al lugar en una "combi oficial". Mencionó una interacción incómoda con Astiz durante la visita al expresar que él le dijo "'yo sabía que ibas a venir', me sentí un poco incómoda en ese sentido".
Arrieta hizo hincapié en que luego de saber la naturaleza de la visita al penal y que se hiciera público, que presentó una denuncia "por la búsqueda de la verdad y porque nunca se me dijo que íbamos a ver a Astiz".
Ver: Después de la foto con genocidas, Arrieta posó con el libro "Nunca Más"
En relación a la polémica fotografía tomada durante la visita, Arrieta reveló que propuso no tomarse ninguna foto "por respeto institucional y por respeto al lugar en sí". Sin embargo, se tomó la fotografía, y mencionó que le pasaron un sobre con un proyecto para la liberación de los represores.
Asegurando estar arrepentida por su participación en la visita a genocidas, Arrieta admitió que se avergüenza y se arrepiente de haber confiado en sus colegas, señalando que fue un error causado por su inexperiencia, influenciada por el fenómeno político de Milei en ese momento.
La diputada también mencionó que confió en la palabra del presidente del bloque, Gabriel Bornoroni, quien dio el aval para la visita, la cual estaba planificada en el grupo de WhatsApp de los diputados del bloque.
Ver: Quiénes son y qué condenas tienen los represores a los que visitó Arrieta
A pesar de recibir la instrucción de no hablar, Arrieta eligió expresarse y pedir perdón, afirmando: "Quiero pedir disculpas por aquellos que se sienten ofendidos, esa foto me causa repulsión", refiriéndose a la imagen de la visita a los represores.
"Soy consciente, me averguenzo y me arrepiento de haber confiado en los colegas que me dijeron que no pasaba nada, fue en mi inexperiencia, dado que el fenómeno Milei nos arrastró a todos", sostuvo la diputada de La Libertad Avanza.
Finalizando su intervención, Arrieta concluyó con un llamado a la reflexión: "Era mi reputación o la de ellos, ojalá nunca más pasen estas cosas y tengamos una Argentina democrática", destacando su deseo de que situaciones similares no se repitan en el futuro en el contexto político del país. a presos mayores, sin tener conocimiento de la verdadera identidad de los reclusos.
"Fue mi error confiar en la palabra del presidente del bloque Gabriel Bornoroni porque él dio el aval para esta visita, estaban todos al tanto, porque la invitación estaba hecha en el grupo de WhatsApp de los diputados del bloque", indicó.
Seguidamente, se defendió al respecto de lo sucedido: "Necesitaba hablar porque mi cara estaba en todos los medios y me relacionaban con genocidas. Me esforcé mucho para llegar a este lugar y no tengo más interés que servir a la Patria".
"No hablés", fue la frase que llegó desde el Ejecutivo a la legisladora, según su testimonio. No obstante, eligió hablar y pedir perdón: "Quiero pedir disculpas por aquellos que se sienten ofendidos, esa foto me causa repulsión", en relación a la imagen de la visita a represores.