Alberto Fernández sigue intentando tejer un muro de contención a partir del respaldo empresario.
Los ministros apuntados por el kirchnerismo buscan ayuda de empresarios
Con el foco puesto en la grieta interna que empuja la vicepresidenta Cristina Kirchner y tiene a los miembros de La Cámpora como sus más fervientes seguidores, el presidente Alberto Fernández sigue intentando tejer un muro de contención a partir del respaldo empresario a los principales funcionarios apuntados por esa avanzada kirchnerista.
Empujado por la necesidad de sostener su gestión más que por una convicción creíble, la estrategia el jefe de Estado es sellar una alianza con los sectores más conspicuos del establishment local para delinear políticas que le permitan superar la crisis política interna de la mano de sectores de poder económico que ayuden a construir una mejor credibilidad a su Gobierno.
Con este objetivo, Martín Guzmán, su ministro más cuestionado, viene participando de todo foro empresario que se organice. En las últimas dos semanas, el ministro de Economía fue protagonista de seminarios realizados en Neuquén por IDEA; en Río Negro, por industriales de esa provincia; en Bariloche, por la crema del círculo rojo; y en Buenos Aires por el Consejo Interamericano de Comercio y Producción (CICYP).
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Todo un raid de intervenciones que sumarán una más cuando, el próximo martes 10 de mayo, se presente ante los representantes locales de las principales multinacionales norteamericanas que operan en la Argentina.
Un grupo de compañías que ha venido cuestionando la mayoría de las medidas adoptadas por el Gobierno desde que asumió en diciembre del 2019 y que, nucleadas en la Camara de Comercio de Estados Unidos en Argentina (Amcham), organizan el llamado Summit 2022.
En el evento promocionado como la cumbre de negocios más importante del año, el titular del Palacio de Hacienda no estará solo en su tarea de exponer sobre las bondades del programa económico oficial: lo acompañarán otras figuras del Gabinete nacional que serán de la partida del evento que tendrá como sede el Alvear Icon Hotel de Puerto Madero.
Los ejecutivos de empresas como General Motors; Cargill; Pfizer; Dow; Dupont; Visa; J.P. Morgan y ExxonMobile, entre otras, también escucharán a otro ministro apuntado por el kirchnerismo como Matías Kulfas, a cargo de Desarrollo Productivo.
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También estarán atentos a las palabras de otro funcionario muy lejano a las banderas de La Cámpora como es Gustavo Béliz, secretario de Asuntos Estratégicos de la Nación y quizá el miembro del Gobierno con mayor llegada a la Casa Blanca.
A ellos se le sumará Sergio Massa, presidente de la Cámara de Diputados de la Nación y uno de los integrantes de la alianza gobernante que más intenta terminar con la grieta interna entre Alberto Fernández y Cristina Kirchner, hasta ahora sin éxito.
El cuarteto oficialista no tendrá una jornada tranquila a la hora de buscar complicidades entre los hombres de negocios cuyas empresas vienen insistiendo en una serie de reclamos contra decisiones que consideran equivocadas para generar un impacto positivo en el clima de negocios del país. Y no se trata de reclamos ante los cuales el Gobierno pueda ser indiferente si se tiene en cuenta la importancia que las actividades de estas compañías tienen para la economía local.
En conjunto, emplean a 400.000 personas, operan más de 200 plantas industriales, representan 42 rubros de la actividad económica, aportan el 19% del PBI, el 39% de la recaudación fiscal, el 19,3% de las importaciones y el 23,4% de las exportaciones.
A partir de este peso, insisten en la necesidad de que Argentina genere mejores condiciones para las inversiones advirtiendo que el sector privado debe ser el actor fundamental para la recuperación económica.
Por eso, critican el excesivo intervencionismo estatal en el mundo de los negocios privados con medidas que, de alguna forma, afectan esas decisiones como los cepos y controles en general; los límites a las importaciones; las trabas cambiarias y las restricciones al pago de dividendos, entre otras.
Más, después del acuerdo con el FMI que consideran permite recuperar una posición de solvencia del país en los mercados financieros internacionales. Pero, quizá para equilibrar la balanza, los organizadores del Summit también invitaron a los dos principales miembros de la oposición como son Horacio Rodríguez Larreta y Patricia Bullrich.
Al jefe de Gobierno porteño se lo espera a las 9:10, después del discurso inaugural de Roberto Alexander, presidente de AmCham y gerente general de IBM Argentina, en tanto que la titular del PRO lo hará a las 11:30. El encuentro también dejará lugar para analizar la relación bilateral entre ambos países, con la charla entre el embajador de los Estados Unidos en Argentina, Marc Stanley, y el de Argentina en los Estados Unidos, Jorge Argüello.
Y si bien el tono del Summit parece marcadamente político, los empresarios pretenden debatir sobre las oportunidades económicas. De este debate intervendrá Daniel De Nigris, CEO de ExxonMobil Argentina, quien hablará sobre transición Energética. En tanto, Corina Arosteguy, directora ejecutiva de Accenture, se referirá a la economía del conocimiento, mientras que Juan Farinati, presidente y CEO de Bayer, expondrá sobre agroindustria. El cierre del encuentro estará reservado para escuchar la mirada sindical, con la presencia de Gerardo Martínez, líder de la UOCRA y secretario de Relaciones Internacionales de la CGT.