Qué hay detrás del quiebre del PJ en Lavalle, donde es gobierno

Este viernes, 4 de los 6 concejales peronistas de Lavalle confirmaron la ruptura del bloque y armaron un nuevo espacio disconformes con el intendente Edgardo González, cuestionando su acercamiento al gobernador Alfredo Cornejo y denunciando persecución política por parte del equipo municipal a "compañeros" que no son del mismo espacio interno.

Sin embargo, más allá del comunicado que difundieron los concejales díscolos, desde antes de que comenzara la gestión en diciembre se preveía que sería una convivencia difícil en el bloque de concejales del PJ: se mezclaron los ediles que habían llegado de la mano del exintendente Roberto Righi y los que acompañaron a González, en medio de una feroz disputa territorial entre ambos.

Vale recordar que el año pasado, pese a que las encuestas le sugerían lo contrario, el entonces intendente Righi eligió a Gerardo Vaquer e insistió para que González no participe de las PASO. Pero no sólo se presentó a esas primarias: las ganó y luego ratificó la victoria en las generales. Y Righi se fue con Omar De Marchi.

Tras el cambio de gestión, en el Concejo Deliberante se juntaron 2 concejales que respondían a González y 4 del sector de Righi, que son los que hoy abrieron un bloque aparte: Gimena Masoero, Maximiliano Rivera, Luis Mangione, Belén Quiroga. Masoero es hija del fallecido exintendente Carlos Masoero y tiene un hermano que trabaja para la gestión municipal. El nuevo bloque llevará el nombre del ex jefe comunal que falleció en un accidente en 2001.

Según pudo reconstruir el Post, tras acordar algunas "normas de convivencia", el primer cortocircuito surgió cuando el intendente rechazó el pedido del espacio de Righi por la presidencia del Concejo. Para garantizar gobernabilidad, González -con sus dos ediles y el respaldo de los 4 de Cambia Mendoza- logró los votos para poner en la "línea de sucesión" a Guadalupe Parés Martino.

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Hoy en día, desde la gestión municipal se mostraron sorprendidos por la decisión del bloque de Righi, pese a que la relación venía complicada desde hacía tiempo, e insistieron en que lo articulado con la Provincia "es beneficioso para todos los lavallinos".

En agosto, González recibió a Cornejo en la fiesta en honor a la Virgen del Tránsito y hubo elogios mutuos. "El Alfredo es una persona con una visión política muy grande. No lo digo porque esté acá hoy, lo digo en cada acto que tenemos, en cada reunión con los vecinos, de la buena relación con el gobierno provincial", dijo el intendente.

Entre otros puntos, acordaron reactivar una obra clave de gas para Jocolí y construir una escuela secundaria. "Eso no quiere decir que yo deje de ser peronista ni que deje de ser del partido al que pertenezco, pero buscamos en común solucionar los problemas de Lavalle", planteó el dirigente del PJ en aquel momento.

Ahora, los peronistas disidentes se "agarran" de aquel encuentro para cuestionar al intendente y justificar de esa manera la formación de un nuevo bloque. Y como parte de la presunta "persecución", acusan al equipo de González de promover la investigación de la Oficina de Ética Pública contra el concejal Rivera, médico que trabaja para el Ministerio de Salud y que al igual que otros casos similares podría ser considerado incompatible.

Son 10 los concejales de Lavalle y apenas 2 responden al intendente: Guadalupe Parés Martino y Diego Sifuentes. Si bien a simple vista parecería estar en una situación de extrema vulnerabilidad, por el momento mantiene un buen vínculo con los 4 de Cambia Mendoza, a partir de este acercamiento con Cornejo (son 3 radicales y 1 de Libres del Sur). Y más enfrentados con González quedaron los 4 peronistas díscolos.

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