Este lunes, los principales gremialistas tuvieron un encuentro con el jefe de Gabinete y el asesor Santiago Caputo. Acordaron una revisión de la calificación del bloqueo sindical.
Reforma laboral: por qué la CGT salió "sonriente" de la reunión con el Gobierno
La Confederación General del Trabajo (CGT) consiguió más de lo que esperaba tras una reunión con tres funcionarios clave del gobierno de Javier Milei: Guillermo Francos, Julio Cordero y Santiago Caputo. El encuentro, celebrado en la Casa Rosada, resultó en la suspensión del artículo anti-bloqueos de la reforma laboral y el compromiso de establecer una mesa de diálogo tripartita para consensuar su reglamentación. Esto supone que el punto más controvertido de la reforma, que penaliza los bloqueos como injuria laboral grave, será revisado y probablemente atenuado.
Los dirigentes sindicales, entre ellos Héctor Daer y Gerardo Martínez, salieron visiblemente satisfechos. Además del retroceso en el artículo anti-bloqueos, recibieron una confirmación importante: el gobierno de Milei no apoyará el "proyecto Tetaz" de Democracia Sindical. Este proyecto, impulsado por sectores de la UCR, el PRO y otros partidos, busca imponer límites y controles estrictos al gremialismo. La negativa del gobierno a respaldar esta iniciativa tranquiliza a los líderes sindicales, quienes temían un avance en la regulación de los sindicatos.
El líder de la UOCRA, Gerardo Martínez, destacó el compromiso de Guillermo Francos de abrir una nueva etapa de diálogo institucionalizado. "Nosotros apostamos al diálogo, no tememos al diálogo y tenemos argumentos para defender nuestras posiciones", afirmó.
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Uno de los temas más delicados de la reunión fue el conflicto del transporte, especialmente el paro nacional anunciado por la Unión Tranviarios Automotor (UTA) para el 17 de octubre. Aunque no se trató formalmente el tema del paro, los reclamos salariales de los choferes de colectivos estuvieron sobre la mesa. El líder de la UTA, Roberto Fernández, participó en la reunión, y el dictamen de la conciliación obligatoria abre la posibilidad de que el gremio desista de su medida de fuerza si se logran avances en las negociaciones.
Otro punto crítico fue el conflicto en el sector universitario. El secretario de Trabajo, Julio Cordero, ratificó que el presidente vetará la ley de financiamiento universitario, un gesto que preocupó a los sindicatos docentes. Aun así, se ofreció la creación de una mesa de diálogo para analizar los reclamos salariales, aunque no evitará la marcha multitudinaria que el gremio docente tiene prevista para este miércoles.
No todo fueron celebraciones. El Movimiento Empresarial Anti Bloqueos (MEAB), liderado por Juan Méndez, expresó su rechazo a la decisión del gobierno de ceder ante la CGT. Consideran que la participación sindical en la reglamentación del artículo anti-bloqueos "pone en jaque" las recientes reformas laborales y temen que la medida convierta en "letra muerta" las disposiciones sancionadas por el Congreso.
El artículo anti-bloqueos, tal como está redactado, penaliza los bloqueos como una injuria laboral grave, permitiendo el despido justificado. Sin embargo, la CGT logró incluir un cambio importante: en lugar de que un órgano administrativo determine si se considera bloqueo, se creará una comisión tripartita integrada por representantes del Estado, sindicatos y empresarios.
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