No está claro si el sistema sigue activo aunque un funcionario dice que en la práctica las cámaras se han apagado. Por qué el vínculo del municipio con la empresa sigue vigente. Qué papel juega el juez vial.
Fotomultas: en Las Heras sospechan que se acumulan en el juzgado vial
El lunes 24 de julio el intendente de Las Heras Daniel Orozco anunció que ya no quería más fotomultas en el territorio norteño. Ya hacía poco más de un mes que se había revelado desde el POST la sucesión de casos de corrupción, coacción, abusos sexuales y laborales en la comuna.
En ese entonces el jefe lasherino intentaba sostener su figura como candidato a vicegobernador secundado a Omar De Marchi en la fórmula provincial que compitió por La Unión Mendocina y perdió ante Alfredo Cornejo de Cambia Mendoza.
Pasaron 89 días de aquel acto en donde Orozco presentó un nuevo plan de seguridad para el departamento y fue en ese contexto que les dijo a los periodistas que ya no quería el sistema de control vial digital que, mediante imágenes, detecta a vehículos que avanzan con el semáforo en rojo o en otros casos cuando superan la velocidad máxima establecida en tramos viales. La declaración de campaña de Orozco en el Parque de la Familia terminó siendo un antecedente de lo que se produciría después: una transición complicada para el intendente electo, Francisco Lo Presti quien en realidad a 50 días de asumir no sabe fehacientemente en qué estado recibirá la comuna.
Ver: Un agente vial fue atropellado por un auto que esquivó los controles
La forma solapada en que funcionan las fotomultas hace que este dispositivo de seguridad de tránsito sea repudiado y caiga en sospecha de ser tramposo y creado solo para recaudar fondos. Eso se transformó en un lastre electoral para el mismo Orozco y su designado candidato a sucederlo Martín Bustos. Por eso el médico intendente declamó en aquel acto que su objetivo era la toma de conciencia de quienes conducen y no la recaudación de fondos mediante multas de tránsito.
La eliminación de las fotomultas también fue un argumento de campaña para Lo Presti que a fines de mayo a través de un proyecto de ordenanza del concejal radical Hernán Quevedo pidió la no aplicación del sistema.
Para ese entonces el reclamo se hacía sentir en los medios de comunicación y la redes sociales de parte de quienes se sorprendían con las actas de infracción por exceso de velocidad en especial en el trayecto del Acceso Norte entre la Rotonda del Avión y el Aeropuerto El Plumerillo. Este contexto también fue aprovechado por Mario Vadillo del Partido Verde que machacó con las "chorromultas" y sumó su fueguito al caliente clima del departamento norteño.
Imagen representativa del equipo de fotomulta.
Ahora, después de buscar respuestas entre funcionarios municipales de este gobierno departamental que en diciembre deben dejar sus cargos, solo ha quedado en firme la palabra del responsable del control vial en el distrito, el jefe de la Guardia Urbana Municipal, Hernán Santana. El responsable de la repartición de seguridad le dijo al POST que cuando el intendente anunció el corte de la fotomultas desde la empresa dueña del sistema desactivaron las cámaras. "En nuestro sistema de monitoreo las pantallas de esas cámaras están negro y ocurre desde que se le comunicó a la empresa (la porteña Vial Control SA) la decisión del intendente", señaló Santana en las últimas horas.
De la empresa al juez vial
Las actas labradas automáticamente desde la empresa son destinadas al juzgado vial a cargo de Germán Romero (aunque este funcionario mire para otro lado). El juez recibe los informes de acuerdo a lo que indicaron otros funcionarios municipales consultados. Este seguimiento del circuito de datos se realizó para conocer el estado de situación de las fotomultas después que el sitio Memo advirtiera con un informe que la aplicación sancionatoria nunca fue derogada con una ordenanza como corresponde y tal como lo había anunciado Orozco en aquel acto proselitista revestido de oficial.
Hace 90 días Orozco prometió que no habría más fotomultas en Las Heras.
Lo real es que el contrato con Vial Control sigue vigente porque no hay ninguna pieza legal que acredite el corte de la relación del municipio con la empresa dedicada a instalar sistemas remotos de control vial. El proyecto del radical Quevedo nunca fue tratado. Orozco nunca envió un proyecto de ordenanza como se comprometió en campaña. Todo esto da lugar para que aumenten las sospechas de que en realidad las multas continúan y pueden que se estén acumulando en el despacho del juez vial, el último eslabón administrativo detectado por este medio.
El escenario se completa con la vandalización y posible robo de los equipos que son de la prestataria. El caso puede terminar en un costo extra para el próximo intendente quien ya ha asegurado que no habrá fotomultas en su gestión.
