La actividad en el Congreso marcó la semana política. Diputados no dio quórum al proyecto de Ficha Limpia que impulsaba el PRO, el Gobierno se hizo el desentendido y se tensan las relaciones con los socios políticos de La Libertad Avanza.
Ficha limpia y los besos de emergencia en un matrimonio arreglado
Los mastines Milton, Murray, Robert y Lucas, bajo las órdenes de Conan "las Fuerzas del Cielo", conducen al Presidente en el entrevero que marca la agenda política.
Este es un país de besos. Los mastines habían tomado nota de esto. En ocasiones eran vendettas, besos de traición; en otras eran besos políticos; un gerenciamiento de las lenguas chapoteando en otra boca llena de poder. En Argentina, la opinión pública se remontaba a puros chuponazos, hubo campañas históricas que iniciaron con un par de labios amarillentos frotándose con desprecio.
Besarse era urgente. Miltón redactó el mensaje de Whatsapp. Conan lo revisó y dio el visto bueno. Lo enviaron y se sentaron a esperar que él respondiera.
Esta semana, en la Cámara de Diputados se había tratado un proyecto de eutanasia política. Aquellos a los que la Justicia hubiese condenado por sus muertos en el placard, no podrían volver a ejercer cargos públicos. Por segunda vez, Ficha Limpia fracasaba por falta de quórum en la sesión.
En los comienzos de la era de Las Fuerzas del Cielo, la familia del PRO y la familia de La Libertad Avanza pactaron un matrimonio por conveniencia. El proyecto de Ficha Limpia, el primogénito de Mauricio y Javier, terminó en un tironeo por la tenencia y la cuota alimentaria.
En el PRO sospechan que el Presidente tiene una amante: Cristina. Creen que LLA busca busca polarizar con el kirchnerismo como eje central de su narrativa de gobierno, permitiendo que ella siga activa para cimentar ese enfrentamiento.
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El rumor ha enfermado de celos a Mauricio. Aunque está claro que su matrimonio es una transacción, le cuesta dormir por las noches, escucha canciones de Julieta Venegas en el auto e incluso lloró en un semáforo con una publicidad de papas fritas, recordándo como él lo protegía de la fobia a esta comida. Un día, cerca de la medianoche, pasó por Juncal 2166 en el barrio de Recoleta, dónde vive Cristina, y se paró a los bocinazos, totalmente ebrio, invitándola a pelear. Los comentarios sobre la presunta infidelidad socavaban la credibilidad de ambos y eso no era bueno.
Cristina no era el primer nombre que se metía en su habitación. Ya habían tenído una pelea a gritos en un restaurante de Puerto Madero por otro coqueteo que esta vez tenía como destino la Corte Suprema: Ariel Lijo. Mauricio, opositor férreo a ese nombramiento, interpretaba el acercamiento del Presidente a sectores del kirchnerismo como un intento de asegurar apoyos para consolidar su gobernabilidad, un objetivo que choca de frente con los intereses del PRO.
El vínculo está ahora atrapado en un espiral de desconfianza mutua. Aunque los diputados macristas han sido clave para la aprobación de varias leyes del oficialismo, los mastines han evitado cualquier indicio de cogobierno, dejando a sus aliados sin el respaldo esperado en cuestiones estratégicas. El matrimonio está en jaque. Se revisan los celulares, stalkean las redes sociales, hay visitas de sorpresa en los lugares de trabajo, hay cenas tensas que terminan con escándalos, autos que merodean cerca. Se espían, se miden, se tensan. Besarse es impostergable.
Los mastines no escatimaron en gastos. Aéreos, hotel, pases todo pago, al circuito de Lusail. Esperaban que el calor del GP de Qatar aplacase los ánimos. Franco Colapinto había tenido una práctica complicada e iba a partir bien desde atrás en la carrera sprint, pero a las Fuerzas del Cielo esto no les preocupaba. Lo importante era que las cámaras los encontraran en el palco VIP y cuando eso ocurriera, el beso que les conviene a todos, sudado y pasmoso, fuera captado por la televisión y viralizado al instante, enviando un mensaje de armonía y unidad.
Hubo algunos gestos previos. Antes de partir, el Presidente le envió un mensaje a Silvia Lospennato, diputada del PRO y principal impulsora del proyecto de Ficha Limpia. "Salvame, amiga", le escribió. Según Lospennato, el presidente expresó su voluntad de avanzar con la ley, proponiendo incluirla en el temario de sesiones extraordinarias. Sin embargo, esta movida no logró disipar las dudas sobre su compromiso real. Aunque el Presidente intentó reencauzar el debate, el trasfondo político sigue generando controversia. Los mastines admiten off the record que la ley no es prioritaria. Esta postura parece alinearse con la idea de que mantener a la amante Cristina en carrera beneficia "el relato" de polarización que el libertario necesita para consolidar su base de apoyo.
El PRO, por su parte, sospecha que el oficialismo busca manipular el tablero electoral. Lospennato insiste en que el dictamen del proyecto sigue vigente y que puede convertirse en ley durante las sesiones extraordinarias, pero el compromiso del gobierno es percibido como ambiguo y condicionado por cálculos políticos.
Estos asuntos no se solucionaban con una caja de chocolates y una cena con velas. Requerían hechos y estos , no estaban ocurriendo.
En la previa a la carrera, ambos fueron vistos uno al lado del otro, con gestos forzados de cariño. Un aviso a través de un audífono casi invisible les indicó que las cámaras estaban sobre ellos. Un poco asqueados por la transpiración, bajo el sol qatarí, se estamparon un beso paleontológico, algo así como besar una piedra en el agua, seca por dentro. El video rebotó en las redes, de aquí para allá, durante ese día. Algunos diarios lo levantaron como una perlita. La televisión frivolizó como si se tratara de Barbie y Ken. Al día siguiente nadie se acordaba. El sol de Lutsail no apaciguó el hielo que crecía a su alrededor. El futuro era impredecible ...
Continuará ...