La violencia contra la minería destrozó e incendió este jueves la Casa de Gobierno de Chubut, el Superior Tribunal de Justicia y una plaza cívica luego de la sanción de una ley que permite la minería sin cianuro y sin el uso de agua de los ríos, en dos departamentos de la provincia sureña.
Esto es la barbarie antiminera, capaz de todo
La violencia prepotente e incendiaria, la locura asesina con la que actuaron grupos antimineros alimentados por el trotskismo y por grupos de "la interna" del peronismo chubutense, terminó explicando y justificando la forma en que la Legislatura de aquella provincia aprobó la zonificación de la minería: por sorpresa y sobre tablas, un día antes de lo previsto. En efecto, la Legislatura local sancionó el miércoles y sin aviso una ley de zonificación de la minería provincial, algo que está contemplado en la ley "antiminera" 5001, hermana gemela de nuestra ley 7722. La ley sancionada el miércoles prevé explotar la minería de Chubut en Telsen y Gastre, zona de minerales como plata, oro y cobre en las reservas más ricas de América Latina. La sanción de la ley permitirá poner en marcha además el yacimiento Navidad, una reserva calculada en cerca de 35.000 millones de dólares en plata. Los derechos de explotación pertenecen a la minera de capitales canadienses Pan American Silver. Los cuidados ambientales aprobados son máximos: no se puede usar cianuro, no se puede usar el agua del Río Chubut, ni de ningún río ni arroyo de curso permanente. Pero nada le importó a los violentos.
El miércoles, luego de la sanción de la ley, los grupos antimineros y de partidos de izquierda comenzaron los incidentes, y este jueves aprovecharon las movilizaciones convocadas en Trelew, Comodoro Rivadavia, Puerto Madryn y Esquel para incendiar y destruir importantes edificios, símbolo de la institucionalidad. La Casa de Gobierno ubicada en la peatonal Gobernador Fontana al 50, el edificio del Superior Tribunal de Justicia, y una plaza cívica, fueron arrasados. Los incidentes más graves ocurrieron en Rawson, la capital provincial, pero también hubo violencia en Puerto Madryn y en Comodoro Rivadavia.
El gobierno de Chubut había intentado aprobar la minería en varias oportunidades incluso con apoyo del gobierno nacional, primero de Mauricio Macri, y ahora de Alberto Fernández y Cristina Fernández de Kirchner. Pero fue infructuoso. Cada vez que el proyecto que delimitaba la minería -pero a la vez la permitía en Gastre y Telsen- se movía, aparecían los violentos a destrozar todo y cortar las rutas. Más de una vez terminaron a las trompadas con la UOCRA, Camioneros, AOMA o la UOM, sindicatos a favor de la minería.
Fueron estos hechos la saga de una película muy parecida a lo vivido en todos estos años con la minería en Mendoza. Por supuesto, la clase política de aquella provincia patagónica estaba bien anoticiada de todo lo ocurrido en Mendoza entre diciembre de 2019 y enero de 2020, cuando Rodolfo Suarez con apoyo de su partido y de la coalición Cambia Mendoza y del peronismo modificó la 7722 para permitir la minería, y ante las movilizaciones populares y las protestas, debió retroceder. Aún así, los políticos chubutenses avanzaron, con el apoyo de cámaras empresarias, del sector y de servicios, intendentes y sindicatos.
La sanción de la ley de zonificación minera -una idea que en Mendoza se discutió poco- requirió de acuerdos entre el peronismo chubutense (que perdió las elecciones con JxC), el oficialismo local encarnado por el gobernador Mariano Arcioni, y varios jefes políticos e intendentes. También de las mineras y de cámaras empresarias, porque cada cinco minutos de discusión les recortaron la renta. Por ese acuerdo se modificó el proyecto original, contemplando demandas de diversos grupos respecto de la ganancia minera y de los cuidados ambientales, y se votó el miércoles, un día antes de lo previsto según la información que habían hecho circular. El pacto político incluyó quiénes votarían a favor, quiénes en contra, quiénes aportarían los 14 votos necesarios, y ausencias estratégicas en la legislatura local, que es unicameral y cuenta con 27 legisladores.
Te puede interesar: Violencia antiminera: quemaron la Casa de Gobierno de Chubut
La "manganeta" de los dirigentes políticos y el gobierno enfureció a los antimineros, que salieron a destrozar todo. En el video que sigue, tomado en un patio interno de la Casa de Gobierno de Chubut este jueves por la tarde, puede verse a cadetes de la policía provincial y a algunos oficiales, acorralados por el humo y el fuego. Debieron ser evacuados por los techos:
El gobernador Arcioni fue retirado de la Casa de Gobierno después del mediodía, y trasladado a Comodoro Rivadavia, a unos 384 kilómetros de la capital provincial. Ya existía la información sobre los desmanes que habrían de ocurrir. Grupos de la interna peronista local de la Ciudad de Trelew, habrían facilitado la logística para los anti mineros más violentos y esa información se filtró rápido a Rawson. El miércoles hubo 30 heridos, todos policías, y unos siete detenidos que fueron liberados con el curso de las horas. Hoy no hubo apresados, y la policía se replegó mientras avanzaban los manifestantes, que destrozaron edificios y veredas para hacerse de grandes piedras para usarlas como proyectiles. "La orden fue replegarse... No queremos arriesgar la vida de ningún policía, ni que alguno pierda el control... los vamos a dejar que quemen todo..." confió a este columnista una fuente del gobierno chubutense.
Los gravísimos disturbios ocurridos ayer y hoy en Rawson, Chubut, demuestran que hay asuntos que son imposibles de discutir en un marco de civilidad. La minería es uno de ellos. El "No porque no" sin razones científicas ni de sustento, y los intereses particulares de grupos antimineros y de la izquierda más radicalizada, fomentaron la violencia extrema en una provincia donde la minería también es grieta: Juntos por el Cambio, en Chubut, es antiminero. Tanto la UCR como parte del PRO de aquella provincia lo son pero en distintos grados. Incoherencias "geográficas" de la política. Y la zona cordillerana votó en 2003 en un plebiscito el "No a la mina" del que nació su ley antiminera 5001, que prohíbe el uso de determinadas sustancias, pero en el mismo texto admitía la zonificación. A la vez, los pueblos de la meseta patagónica olvidados de Dios y de los hombres, clamaron por trabajo durante 18 largos años. Lo mismo ocurre en el conglomerado Trelew-Rawson, el de mayor pobreza, planes por cada mil habitantes y desempleo de Chubut, una provincia donde esta región convive con la opulenta riqueza petrolera y pesquera de Comodoro y Puerto Madryn.
La violencia no va a saldar la discusión. El gobierno de Chubut ha decidido -por ahora- resistir, y no reprimir. Pero una vez más se demuestra que son muy pocos los dispuestos a atender razones técnicas y científicas en el debate minero. La ley prohíbe usar agua de ríos, pero este jueves los bárbaros quemaron la Casa de Gobierno "para defender el río Chubut". Y así con cada punto de la ley. Los grupos antimineros se han transformado en herramientas de un poder ciego y violento, alimentado por la conveniencia política de algunos sectores. No hay ningún debate político, ni económico, que admita como práctica el incendio y destrozos de una casa de gobierno provincial y de una corte de justicia. Y esto pasó hoy en Chubut.
La violencia no admite razones de ningún tipo. Ya no es siquiera importante si "minería sí o no". Ni la licencia social supuesta, que de todos modos nadie ha medido. Lo que está ocurriendo en la Argentina, es que grupos minúsculos pero muy organizados y dispuestos a todo, asumen la "representación" del "pueblo", que -de paso, hay que decirlo- no los vota nunca. Y que en nombre de ello toman tierras como los falsos mapuches, o incendian una casa de gobierno para decirle "no a la minería".
Más de este tema: Mendoza ya es la última provincia anti minera del país
Veremos ahora si las instituciones de Chubut son capaces de soportar la presión y la ola incendiaria antiminera y aguantan la ley, o si se repite la capitulación mendocina, permitiendo que los antimineros más irracionales que existen tomen de rehén, una vez más, el desarrollo de provincias enteras porque sí. Porque les parece que tienen razón, y que deben defenderla destruyendo y quemando los símbolos de la democracia, mientras desataban una verdadera cacería casa por casa, contra quienes votaron esta ley.
Fotos: Gentileza Diario El Chubut.