Lobos, el caso que cambió el mapa político de Mendoza

Se cumple una década del inicio de la investigación del Post que culminó con un exintendente y su exesposa presos. Sin embargo, este martes Claudia Sgró accedió a la libertad condicional. Los pormenores del caso y la sensación de que robar a veces solo se pena con un tirón de orejas.

Lobos, el caso que cambió el mapa político de Mendoza

Por:Florencia Silva
Secretaria de redacción

El 4 de diciembre de 2014, Mendoza Post destapaba una de las tramas de corrupción más impactantes de la historia de la política mendocina: el caso de Luis Lobos, entonces intendente de Guaymallén, y su esposa Claudia Sgró. Han pasado casi diez años desde aquella investigación periodística que reveló el uso de fondos públicos y un entramado de nepotismo y clientelismo que se expandía como una red dentro de la municipalidad. Este caso, más allá de la pésima gobernación de  Francisco "Paco" Pérez, fue el detonante de la caída del peronismo en Mendoza. Nadie hubiera imaginado entonces que el Partido Justicialista podría perder Guaymallén, uno de sus territorios históricos.

La novedad, al cumplirse una década del descubrimiento del desfalco, es que Claudia Sgró, quien durante el proceso se separó de Lobos, obtuvo la libertad condicional. Supo ser Jefa de Gabinete de su marido y juntos conformaban una pareja de ladrones. En marzo de este año accedió a un juicio abreviado por enriquecimiento ilícito y la Justicia le unificó la condena con la anterior, por fraude a la Administración Pública, computando un total de 4 años y 3 meses por ambos delitos. Sin embargo, cumplidos los dos tercios y concluyendo requisitos tales como haber terminado el secundario y haberse capacitado en un oficio, esto le permitió acceder al beneficio de seguir cumpliendo su condena pero en libertad. 

Luis Lobos, el día de la condena.

"Es la mujer más corrupta de la historia de Mendoza", sentenció el abogado Carlos Varela Álvarez, uno de los letrados que llevó a cabo la investigación. En diálogo con el Post  explicó por qué la Justicia le otorgó este beneficio: "Ella no tiene todavía la pena que tuvo Lobos. En función de la pena que ella alcanza, con los dos tercios pueden hacer el acceso a beneficios, como la libertad condicional, que es un derecho que existe aún para este tipo de delitos. Además ella cumplió con lo que se llama el estímulo educativo, respecto a la culminación del secundario. En nuestra investigación, habíamos puesto en duda el secundario de ella cuando estuvo en la función pública, porque para poder acceder a distintos cargos que  obtuvo gracias a su relación con el condenado Luis Lobos, tenía que tener el estudio secundario. Y a nosotros, en la investigación que hicimos en ese momento, nos parecía muy dudoso que ella hubiera obtenido ese título. Entonces,  si lo obtuvo ahora, implica que con eso pueden disminuir por lo menos hasta casi, un año y dos meses de prisión".

Ver: Lobos: "Tienen que agradecer que tengo códigos"

Lobos y Sgró durante una vendimia departamental, cuando aún eran pareja.

Respecto a la obligatoriedad de trabajar o demostrar que está en búsqueda de un empleo, como requisito para acceder a la libertad condicional, Varela Álvarez explicó: "Es una obligación de medios, no sé si de resultados, pero sí tiene que hacer todo el esfuerzo para obtener el trabajo y es una condición importante para seguir en libertad. Si ella demuestra que es imposible, bueno, veremos qué pasa. Para cualquier condenado es difícil conseguir trabajo con ese cartel, que es una condena. Es difícil para cualquier persona que recupera su libertad".

La connivencia política y el "síndrome del cajero"

La historia del caso Lobos es también una muestra de complicidad política en la provincia. Fue un período en el que muchos actores, tanto del peronismo como del radicalismo, prefirieron no enfrentar a Lobos, quien manejaba el municipio como una empresa familiar. Su esposa y sus hijos, sus cuñados y sus allegados ocupaban cargos estratégicos en la comuna, en lo que se conoció como una verdadera monarquía municipal. Era común ver a Claudia Sgró retirando dinero de cajeros automáticos con un "manojo" de tarjetas de débito de empleados que jamás pisaban la municipalidad, pero cuyo salario terminaba en sus bolsillos. Para graficar la impunidad de la situación basta contar que Lobos tenía una suerte de "chamán" que llegaba al edificio comunal con un perro Gran Danés que usaba el ascensor privado e incluso una vez defecó en una de las oficinas.

 Para muchos mendocinos fue el escándalo que abrió los ojos ante un sistema que beneficiaba a una élite política a costa de los recursos del Estado. Fue también el motor de cambio que le arrebató al peronismo el bastión de Guaymallén, distrito electoral clave en la elección que ganaría Alfredo Cornejo en 2015. Algunos de los referentes del PJ que habían sido mentores de Lobos empezaron a soltarle la mano, viendo que lo que se venía era obsceno y muy difícil de esquivar. Pero por parte del radicalismo hubo varios que miraron para un costado, que participaron de un silencio cómplice porque Luis Lobos también representaba intereses propios y "flojos de papeles".

En este contexto es menester destacar que Marcelino Iglesias lo enfrentó y logró ganar la intendencia del 2015, un hecho histórico e impensado por lo que representaba Guaymallén para el peronismo, el "lugar seguro" en las urnas.

Durante aquellos días en los que Lobos fue detenido, Iglesias contó en una entrevista radial: "El Concejo Deliberante funcionaba una especie de cooperativa en la que los más beneficiados eran los ediles del PD. Había una cooperativa en el Concejo donde se canjeaba aprobación de ordenanzas por nombramientos. Los más beneficiados eran los del Partido Demócrata, porque eran los que desempataban".

En ese sentido, en una de las acciones para enfrentar la estructura que había armado el clan matrimonial, Iglesias eliminó todas las adscripciones, ya que había gente que estaban registrados como empleados de la comuna pero se desempeñaban en otros espacios, como el Congreso de la Nación. 

A diez años de una de las tramas de corrupción más sórdidas que se recuerde en Mendoza, el acceso a la libertad condicional por parte de una condenada que utilizó los fondos públicos para su enriquecimiento, con absoluta tiranía, deja un gusto amargo en la boca. Robar con descaro y alevosía durante años para luego asumir la culpa solo con el fin de acceder a un juicio abreviado que le garantiza una pena menor, la cual una buena parte será cumplida en libertad, genera desazón respecto a los caminos de la Justicia, aunque los requisitos burocráticos la avalen.