El resultado de ayer en los siete municipios que adelantaron sus elecciones calmó a todos los oficialismos luego del zarpazo de Milei el 13 de agosto. Al PJ le vino bien, pero también a Cambia Mendoza. Las razones. Y las señales de alerta para la elección de gobernador el domingo 24.
Los votos mendocinos un día volvieron a la "normalidad"
No hubo sorpresas. Ni batacazo. Ni resultados raros, ni inesperados. En los mismos lugares de la provincia en los que el libertario Javier Milei arrasó en las PASO presidenciales del 13 de agosto, ayer ganaron y retuvieron las comunas que gobiernan los seis oficialismos de conducción peronista que habían desdoblado y adelantado sus elecciones de intendentes y concejales. También lo hizo, con susto y margen más estrecho, Encuentro por San Carlos, el frente local escindido de Cambia Mendoza en ese departamento y adjuntado al frente La Unión Mendocina. El voto del 13 de agosto fue "anti casta". El de ayer, profundamente territorial y tradicional. Algunos de los poderes locales que fueron elegidos ayer gobiernan desde hace más de 20 años en sus territorios.
Es difícil de comprender, pero los resultados de ayer en estas elecciones departamentales mendocinas que involucraron aproximadamente al 30 % del padrón, demuestran que cada elección es única e independiente del resto. Tres semanas después de una PASO sorpresiva, y tres antes de la elección de gobernador. Los resultados demuestran que cada una de estas instancias electorales puede ser incluso contradictoria con el resto. Valgan los ejemplos de los dos departamentos más populosos entre los que votaron ayer, Maipú y San Rafael. La mayoría de los ciudadanos de esos departamentos votaron a Milei tres semanas atrás, y ayer eligieron a sus referentes peronistas locales. Los hermanos Omar y Emir Félix gobiernan San Rafael desde 2003. El peronismo de Maipú gobierna desde 1983 en el departamento. Sus intendentes justicialistas siempre consiguieron al menos una reelección. Ahora, el bendecido fue Matías Stevanato. Antes lo consiguieron Alejandro Bermejo, su hermano Adolfo dos veces, Francisco "Chiqui" García, y Hugo Bordín. Stevanato y Milei consiguieron -voto más o menos- el favor de la mitad de los maipucinos. En ese departamento, Alfredo Cornejo ganó la PASO a gobernador en junio. Hoy, los ojos de la política local están puestos en el intendente reelecto de Maipú por razones extra peronistas. Oficialismos peronistas recientes como Flor Destéfanis en Santa Rosa y Fernando Ubieta en La Paz fueron reelectos. Y ratificó su poder local el PJ en Tunuyán y Lavalle, con matices. Martín Aveiro impuso a su delfín Emir Andraos y Roberto Righi, escindido hacia el frente populista La Unión Mendocina, le dejará su lugar de intendente a otro peronista, el diputado Edgardo González, que le había ganado la interna al elegido por Righi, Gerardo Vaquer. Igual, sigue el peronismo tal como ocurre desde 1987.
San Carlos es un caso especial. Jorge Difonso no gana para sustos con sus sucesores. La gestión de Rolando Scanio sería una de las peor valoradas por sus vecinos, de acuerdo a encuestas con las que contaba Cambia Mendoza antes de las primeras definiciones electorales de este año, entre febrero y marzo. Scanio no fue a la reelección y el ungido fue Alejandro Morillas. Ganó por margen estrecho. Para concejales, la elección fue ajustadísima, 44 votos separaron al Frente Cambia Mendoza del oficialismo ganador, y el Partido Verde quedó muy cerca. Armar la mayoría en el Concejo de San Carlos será como un Tetris en tres dimensiones. Un Cubo de Rubik.
El peronismo suspiró tranquilo. Llegaron al final del escrutinio y a los festejos, reafirmando su pertenencia justicialista (¿mensaje a los que partieron?), pero también el resultado fue en algún modo tranquilizador para Cambia Mendoza. No por los guarismos finales -perder es malo siempre- sino por las encuestas. El consultor Elbio Rodríguez había medido en San Rafael para el oficialismo provincial y acertó un pleno. Les hizo una encuesta sobre intención de voto en Guaymallén, muy auspiciosa, y ahora tiene para procesar un relevamiento en Las Heras. "Si el método de Elbio funciona, nos va a ir bien..." se ilusionan en el cornejismo.
Hay otros resultados para analizar. Cambia Mendoza puso en juego un total de 13 concejales en los siete departamentos y consiguieron 14, y en cinco de los siete departamentos mejoraron un poco las PASO, aunque no sería muy útil esta comparación. A fin de percibir las amenazas de cara a la elección de gobernador y los once intendentes que restan el 24 de este mes, la comparación debe ser con las generales de 2019 en esos mismos departamentos. Y es allí donde aparecen las señales de alarma para el oficialismo, pero también para el PJ. Cada voto suma.
En Maipú, en 2019 y con Néstor Majul de candidato a intendente, Cambia Mendoza obtuvo 42.642 votos, unos 8.000 menos que Matías Stevanato, reelecto ayer. Aunque el intendente reelecto cosechó unos 700 votos menos que en 2019, su porcentaje subió porque la caída de Cambia Mendoza fue fuerte. Su candidato Mauricio Pinti Clop, de la generación "nueva" de radicales sub 40 que le habían ganado la PASO a Majul, sólo sumó poco más de 27.000 votos. Perdieron 15.000 votos en cuatro años. La candidata libertaria Claudia Córdoba obtuvo 13.088 votos ayer, y en 2019 no estuvo, pero ese año sí compitió Protectora, con algo más de 11.000 votos.
En San Rafael, Cambia Mendoza perdió entre 2019 y 2023 unos 13.000 votos, con el mismo candidato a intendente, Abel Freidemberg. Fueron poco más de 38.000 sufragios hace cuatro años, contra poco más de 25.000 votos ayer. Aunque en la ciudad cabecera del 4ro Distrito el Frente Elegí ganó los comicios, perdió más votos. Emir Félix fue elegido con más de 64.000 votos en 2019. Ayer, su hermano Omar fue electo por tercera vez intendente de San Rafael, con algo más de 47.000 votos. La diferencia orilló una pérdida de 17.000 sufragios. Creció el Frente de Libertarios, Demócratas y Jubilados que hace cuatro años no estuvo y que ahora metió un concejal. Sumaron cerca de 20.000 votos.
Con cuatro años de diferencia desde las elecciones de 2019, Cambia Mendoza también perdió votos "nominales" en Lavalle, Santa Rosa, La Paz, y San Carlos. Recuperó una buena cantidad en Tunuyán. En tanto que el PJ perdió votos en Lavalle, Maipú, San Carlos, San Rafael y Tunuyán aunque ganó los comicios. Y en Santa Rosa y La Paz, Flor Destéfanis y Fernando Ubieta consiguieron con más cantidad de votos que hace cuatro años.
No todos los votos que les faltaron a los partidos tradicionales fueron a opciones libertarias ni anti sistema. En San Rafael, que en 2019 también desdobló sus elecciones, votaron ese año a intendente unas 13.000 personas más que en las elecciones de ayer. Maipú no desdobló sus elecciones en 2019, y a intendente ese año concurrieron a las urnas 111.056 votantes. Ayer, elecciones adelantadas también a intendente, sólo votaron 96.603 personas. La diferencia es de 14.453 electores. Es decir que en los dos departamentos más populosos entre los que ayer eligieron intendente, ya hubo unos 27.000 votantes menos que en 2019. Eso habla también de un interés menor en estos comicios, o del cansancio. Los mendocinos que votaron ayer ya fueron cuatro veces a las urnas (tres primarias y una general) este año y deben volver en tres semanas, el domingo 24, a elegir gobernador. Luego, el 22 de octubre votamos todos a presidente y el 19 de noviembre, un eventual balotaje.
Hoy empieza otra campaña. Desde las 10:00 el peronismo intentará ganar centralidad debatiendo el Ítem Aula en la Legislatura, La Unión Mendocina no tendría nuevos imputados ni acusados de delitos contra la administración pública o contra las personas esta semana a causa de la gestión en desbande total de sus candidatos Daniel Orozco y Janina Ortiz en Las Heras; y Cambia Mendoza saldrá a medir una encuesta provincial "grande" para establecer un punto de anclaje para su candidato Alfredo Cornejo y los postulantes a intendentes de los once departamentos (un 70 % del padrón) que no votó ayer. Esa medición será para hacer sintonía fina en las últimas dos semanas y media de campaña.
Por lo pronto, el voto de ayer les dio un respiro a radicales y sus aliados, y al peronismo. No es que los mendocinos enloquecieron con su voto cuando optaron por Javier Milei. Lo que ocurre, es que cada elección es diferente. Las buenas gestiones se premian sin importar el signo político. Y en los lugares muy pequeños, el clientelismo y la presencia del Estado benefactor y dador de trabajo, sigue funcionando.
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