"Atenderemos el reclamo que valga la pena", dijo el ministro de Agricultura desde Israel. Se mostró sorprendido por el "tractorazo" a Plaza de Mayo y ratificó además que el agro no será afectado por la renta inesperada.
En medio de la tensión con el campo, el Gobierno negó que suban las retenciones
El ministro de Agricultura, Julián Domínguez, opinó sobre la protesta del campo en medio de su participación en la misión comercial y política que encabeza el ministro del Interior Eduardo "Wado" de Pedro, en Israel, de la que también participan siete gobernadores -entre ellos el mendocino Rodolfo Suarez- y otros funcionarios.
"No me corresponde a mi analizar los motivos de la protesta. Si hay un reclamo se lo escuchará, como siempre lo hemos hecho", declaró el ministro sobre la marcha de productores agropecuarios que comenzó esta mañana hacia Plaza de Mayo.
Al respecto, el funcionario contó que el diálogo con las entidades de la mesa de enlace "es semanal y constante". Considera que "en función de los reclamos nos hemos ido manejando. Es mi segunda gestión en el ministerio y y siempre al que tuvo algo para decir lo vamos a escuchar".
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El ministro dejó en claro que el campo "está afuera" del impuesto a la renta inesperada presentado por el ministro de economía, Martín Guzmán, y que deberá atravesar un sinuoso camino en el Congreso.
Acelerar las gestiones para trasladar los sistemas de riego a regiones del país y avanzar en la asociación para exportar biotecnología, el denominado trigo resistente son sus prioridades. Sin opinar sobre la interna, se centra en "aportar soluciones" en un ministerio que se ocupa de un sector que "genera los principales ingresos del país".
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Por último, Domínguez descartó de plano que vaya a haber aumentos de retenciones y también niega un "conflicto ideológico" con el campo. Espera retomar el diálogo a partir de la semana que viene.