Suarez recibe a un peronismo desconfiado. Ibañez intentará convencerlos de que Mendoza tiene razón y que Alberto debe laudar. El PJ lo empujará a adjudicar sin laudo. Planes varios para usar ese dinero. El apuro, cuando la política llega tarde.
Reuniones y planes B: Drama y comedia por Portezuelo "del tiempo"
El viernes a las doce del mediodía el gobernador Rodolfo Suarez va a recibir a los legisladores nacionales del PJ, y la media docena de intendentes que el peronismo tiene en Mendoza. La "jefa" de la delegación peronista será la senadora nacional y presidenta del PJ Anabel Fernández Sagasti. Con ella se comunicó el gobernador para pedirle que lleve a los peronistas para hablar de Portezuelo del Viento. Hasta ese momento, los caciques de la oposición venían remisos a aceptar invitación alguna del gobierno. No será el diferendo por la represa el único tema. En la convocatoria que la secretaria del gobernador hizo a los intendentes peronistas, los invitaron a plantear otros temas.
El mismo viernes, más temprano, Anabel, los tres diputados nacionales Adolfo Bermejo, Marisa Uceda y Eber Pérez Plaza tendrán un pequeño "meeting" con los intendentes Matías Stevanato, Roberto Righi, Flor Destéfanis, Martín Aveiro, Fernando Ubieta y Emir Félix. Intentarán consensuar una agenda aparte de Portezuelo (puede que Boleta Única e Infraestructura escolar), e intercambiarán algunas ideas alrededor de cómo se debe seguir la tramitación por la represa, trabada en estos momentos entre los reclamos de La Pampa, pedidos de laudo de Suarez y cartas de Eduardo "Wado" De Pedro negándose a laudar nada. Hay una paradoja política. En esta reunión el gobierno trataría de conseguir el apoyo explícito del peronismo en el reclamo al presidente Alberto Fernández para que laude de una vez. Pero el cónclave podría terminar en nada, o ser poco conducente. La política empezó tarde.
Cuadro de situación
La reunión entre Suarez, los intendentes, los legisladores nacionales, debió ocurrir antes de que el ministro del Interior Wado De Pedro le diera un "planazo" al pedido de laudo de Suarez. El ministro del Interior preside el Consejo de Gobierno del Comité Interjurisdiccional del Río Colorado y asegura que Mendoza realmente no pidió formalmente ningún laudo, algo que el gobernador y su ministro de Gobierno Víctor Ibañez, quien maneja el asunto por Mendoza en COIRCO y en el propio gobierno provincial, niegan. La del viernes será una reunión de alta política. Y esos cónclaves se negocian y se acuerdan antes. Pero ello no habría ocurrido.
¿Qué va a pasar el viernes? El ministro Ibañez intentará darles a los dirigentes peronistas un amplio informe justificando la posición mendocina respecto de dos pedidos de laudo que aparecen en la ya famosa acta 73 del COIRCO. Uno, oponiéndose al desarchivo de un pedido de laudo presidencial que había hecho La Pampa en 2019. Había sido desestimado por el presidente anterior del COIRCO, Rogelio Frigerio, cuando era ministro de Mauricio Macri, y De Pedro lo "desarchivó". Y otro más, en el mismo acta, rechazando una moción de La Pampa de hacer un estudio de impacto ambiental en toda la cuenca, tomando como base los estudios existentes, más otros de la Universidad Nacional de La Pampa. Mendoza perdió cuatro a uno esa votación y asentó en el acta que pedía el arbitraje contemplado en el estatuto del COIRCO. Fue el 26 de junio de 2020 y a las 18:30 se puso la última firma.
Habrá que ver si los peronistas están este viernes con ánimo de escuchar las explicaciones del ministro y del gobernador. Y no acompañarían sin más el pedido de laudo al presidente. De hecho, se sabe que llevarían a la reunión con Suarez un dictamen producido en el seno del COIRCO, que daría sustento a la respuesta de Wado De Pedro sobre que no había nada que laudar. Y a la vez, Victor Ibañez jurará ante un pelotón de fusilamiento si es necesario, que tiene razón él y no De Pedro, y que ya estaba toda la documentación presentada. Dirá que el ex gobernador pampeano Carlos Verna hizo lo mismo en una reunión anterior de 2019, incorporando el pedido de laudo que hizo ese año en birome y a mano alzada. Es el mismo que Frigerio archivó y que De Pedro resucitó. Todo esto es muy interesante para la discusión procesal administrativa y las academias jurídicas, pero poco tiene que ver con la política, donde pulsean la voluntad real del gobierno nacional que por un lado manda la plata que acordó pagarle a Mendoza por Portezuelo y por otro tira para el lado de La Pampa, y la pericia o impericia del gobierno mendocino para salvar Portezuelo con gestión política. No hay otro camino.
Además de llevar papeles que contradicen la posición oficial, los peronistas -que son expertos en oler el peligro- no se moverán ni un milímetro de su apoyo a Portezuelo del Viento. Saben que si la obra se cae por un arbitraje negativo del presidente Alberto Fernández, o por que decida no laudar en la pelea con el gobierno mendocino, la UCR buscará "colgarles" el fracaso. Al presidente, pero al PJ mendocino también. Así es que apoyarán, pero pedirían que el gobierno presente los papeles que les exige Wado De Pedro. Y luego verían en qué forma hacen visible para Nación su apoyo a la obra. Claro, hay otras opciones. Anabel Fernández Sagasti y varios de los peronistas piensan que Suarez debería adjudicar y comenzar los trabajos de construcción de la represa sin esperar el laudo presidencial. Algún radical como Julio Cobos -el que hizo el convenio original con Néstor Kirchner- andaría por el mismo carril. El gobierno ya cuenta con el apoyo de los poderosos intendentes radicales, que acordaron "bancar" con Suarez un plazo de 60 a 90 días antes de tomar decisiones distintas a construir Portezuelo del Viento.
El plan B, y en qué usar la plata
Oficialismo y oposición declaman por estos días en favor de Portezuelo del Viento. Con tanto énfasis que algunos parecerían -en realidad- estar velando la obra, mientras revisan en carpeta qué se puede hacer con los USD 1.023 millones que el gobierno nacional está enviando en cuotas. Ya se hicieron efectivos USD 371.598.375 en diez pagos. En abril es el próximo desembolso por USD 50,8 millones. Y quedarían entonces poco más de USD 600 millones en diez cuotas para saldar el total de la compensación a Mendoza, por la inconstitucionalidad de un decreto del ex presidente Carlos Menem que prorrogó la promoción industrial. Es probable que Nación haya terminado de pagar, en abril de 2024, y alguna de las obras de "reemplazo" esté aún en veremos.
El acuerdo por el envío de las letras del Tesoro firmado en 2019 contempla en su artículo tercero que Mendoza puede ejecutar la obra "...y/o obras hídricas equivalentes necesarias para el desarrollo de la generación hidroeléctrica provincial..." Esto dejaría fuera de competencia cualquier idea de capitalizar la empresa provincial de aguas Aysam y hacer obras de agua y cloacas.
Lo primero es discernir qué son "obras hídricas", lo que es diferente de "hidráulicas" que es mucho más amplio. Como las obras "alternativas" si se cae Portezuelo deben ser para generar energía, no se puede hacer cualquier cosa, como por ejemplo impermeabilizar canales y ponerle una turbina en la punta. "Iríamos todos presos" dicen en el gobierno. Y allí es cuando aparecen dos obras en carpeta. El Dique El Baqueano sobre el Río Diamante, entre Los Reyunos y Agua del Toro, y el Dique Uspallata, sobre el río Mendoza. Ninguno de los dos está sobre cuencas compartidas con La Pampa, aunque para los pampeanos todos los ríos cordilleranos de Cuyo y del "mundo mundial" llegan a alguno de sus ríos. Igual, no habrá que pelear en el COIRCO con el ambiente político adverso. Pero hay mucha diferencia entre los avances de un proyecto y otro. Veamos:
Los diques en zona de cordillera llevan estudios geológicos importantes que deben hacerse en verano. Por lo menos, tres. Para El Baqueano -que costaría USD 588 millones de dólares- se hicieron dos durante el gobierno de Alfredo Cornejo y uno más durante la administración de Suarez. Y para el dique Uspallata, aún no han empezado. Sólo se han licitado los primeros estudios de impacto ambiental y social, pero no los geológicos. Este embalse estará aguas arriba de Potrerillos, algún día. Justamente este dique debe hacerse para no malograr la capacidad de embalse de Potrerillos, que hoy se "come" todos los sedimentos del río Mendoza. Y se supone que podría producir unos 700 MGW. Esto es la mitad de todo lo que genera Mendoza hoy. Pero sus estudios geológicos no han comenzado.
El Baqueano (un proyecto de los ochenta que fue actualizado) podría "picar en punta" como plan alternativo a Portezuelo del viento. Pero no por razones estratégicas, sino porque el proyecto está más avanzado y se podría licitar la obra antes de fin de año. Es decir, por apuro. Uno de sus planes de financiamiento era a través de las ganancias por generación de energía que daría Portezuelo.
Irrigación, Aysam, el gobierno, los intendentes, todos estudian la letra chica del acuerdo al que arribaron Macri y Alfredo Cornejo en 2019 por los USD 1.023 millones -suma total de Portezuelo-. Esto es el envío de los dólares cada tres meses, y la "línea y media" de texto que hicieron incluir Dalmiro Garay cuando era ministro de gobierno y Cornejo, permitiendo abrir la puerta a "obras hídricas equivalentes".
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Hay quienes creen que se podrían hacer otro tipo de obras -ya hidráulicas y no simplemente hídricas- sin que alguien vaya preso. Y los anotados en primera fila son los de Irrigación. Tienen un banco de proyectos diversos por la suma de USD 237,8 millones de dólares. La mayoría de los proyectos son de revestimiento y entubado de canales. Aún de algunos que ya han sido impermeabilizados y se deterioraron. "Hay proyectos para licitar mañana mismo" se enorgullecen. La idea que tienen no es regar en cualquier lado ni "plastificar" canales donde no hay una estrategia de producción y tecnificación de riego. "Si impermeabilizamos un canal para llegar a una zona donde la eficiencia del riego final es del 40 %, esa es la eficiencia del sistema" explican. Pero esa es otra discusión en la que intervienen el DGI en pleno, los inspectores de cauce, los regantes, los productores, el lobby vitivinícola, y hasta Fecovita.
Plan C
La última opción posible si Portezuelo se traba, es cambiar el convenio que firmaron Macri y Cornejo, y ampliar el uso del dinero a otro tipo de obras con criterios que habrá que debatir. Pero para ello se necesita la firma de Alberto Fernández, quien de ese modo se evitaría laudar y eventualmente enemistarse del todo con los mendocinos, pero le daría a Cambia Mendoza, una "caja" de obras importantes para ejecutar -y mostrar- en los próximos años. Para avanzar en este sentido se necesitaría gestión política, algo que hasta ahora en el diferendo por Portezuelo del Viento no se vio o apareció tarde. Los peronistas, que hicieron sus averiguaciones, están sorprendidos de que el gobierno de Suarez no haya intentado convencer, negociar, pactar con Axel Kicillof (Portezuelo es bueno para la Provincia de Buenos Aires) y con el propio presidente, incluso usando de "puente" al peronismo local. "Pasamos de estar 4 a 1 a favor de Portezuelo, a estar 4 a 1 en contra" , ejemplifican. Claro que la posición del PJ mendocino es delicada. Aun apoyando Portezuelo, tendrán consecuencias políticas si Alberto lauda en contra o si no lo hace nunca, algo perfectamente posible porque bajo la aparente neutralidad, al gobierno nacional se le notaría la camiseta de La Pampa, en las decisiones que vienen tomando desde 2019. Sería una sorpresa un laudo de Alberto a favor de Mendoza. Como no lo fue el laudo a favor que una vez firmó Macri. Y si se hacen otras obras o se cambia el acuerdo para evitar las peleas con las otras provincias en el COIRCO, Cambia Mendoza dispondrá de una amplia carpeta de obras y recursos, como para ganar tres elecciones más.
Como se ve, ninguna solución es perfecta.
(Foto de cabecera: Alberto, Suarez y Anabel, en la Vendimia pasada)