Con la ministra Batakis en Washington y el veto de CFK a devaluaciones o dólar agro, crecen las versiones sobre cambios en el gobierno. Se demoran medidas para frenar la corrida.
Versiones de cambios: ¿Un CEO y Alberto decorativo?
El acto en el Museo del Bicentenario, el jueves pasado, estaba citado a las once de la mañana. Pasadas las 12:30 aún no arrancaba, y los gobernadores estaban impacientes. Dieron el presente Sergio Ziliotto (La Pampa), Axel Kicillof (Buenos Aires), Gerardo Zamora (Santiago del Estero), Mariano Arcioni (Chubut), Arabela Carreras (Río Negro), Omar Perotti (Santa Fe), Gustavo Melella (Tierra del Fuego), varios vicegobernadores, y algunos mandatarios más entre ellos el de Mendoza, Rodolfo Suarez, participarían por videoconferencia. Serían 22 en total los gobernadores provinciales más deseosos de saber qué pasará con el gobierno, el dólar, la inflación, la corrida, y las medidas económicas que supuestamente están en estudio, que por el acto en sí; la firma de una "carta de intención" para obras de ciencia y tecnología por 9.900 millones de pesos.
Los testigos directos de la humorada fueron los mandatarios que estaban en la "amansadora" esperando al presidente de la Nación. Los mercados habían abierto y el "blue" se estaba disparando. En medio de la tensión, el gobernador oficialista Gerardo Zamora -un radical K convertido hace años en aliado del peronismo- preguntó, mirando un monitor de TV y su propio reloj: "¿A qué dólar viene Alberto?" Los demás rompieron en carcajadas. Y el acto arrancó a las 12:50. Las risas por la salida de Zamora no disimularon la preocupación. Los gobernadores peronistas se reunirán este miércoles en el Consejo Federal de Inversiones. Buscarán arrimarle alguna idea al gobierno, pero esperan cambios drásticos.
El dólar blue, la reserva moral y monetaria de los argentinos, cerró la semana pasada a 338 pesos y se esperaban medidas para contener la corrida y de paso engrosar las reservas. Pero eso no ocurrió. Varios medios daban por firme anoche que la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner había vetado cualquier devaluación o mejora del dólar para el agro.
En el campo están ardidos por la gravísima imputación que les hizo el presidente, que la semana pasada los acusó de "especular" guardando 20.000 millones de dólares en las silo bolsas. El sábado a la mañana la "Mesa de enlace" que reúne a todas las agrupaciones agrarias sesionó de urgencia. Acordaron contestar con "docencia" y evitar un conflicto aún más grave, aunque en el seno de la mesa hubo quienes querían armar una protesta de proporciones bíblicas, como en 2008. "El presidente y la vice no entienden nada del campo. El productor liquida su soja cuando va necesitando el dinero... y además, tiene que reinvertir una parte importante en la cosecha que viene... le liquidan a un dólar de 83 pesos, y se da vuelta y gasta agroquímicos con dólar a 300... Entonces, el grano es su única moneda de cambio. Sobre todo porque ya no hay precios de referencia de nada... El que lo entiende es Julián Domínguez, el ministro. Pero no tiene ninguna influencia y nos contó que hacía semanas que no hablaba con el presidente" dijo una fuente agraria al Post. La reunión fue caliente. Incluso alguien sugirió que era mejor que en estas condiciones gobernase Cristina, y así saber a qué atenerse, y no esta incertidumbre con el dólar volando, y agrandando la brecha.
La ministra Silvina Batakis está en Washington. Anoche cenaba con el embajador argentino Jorge Argüello. Hoy se reunirá con David Lipton, funcionario del Tesoro de EEUU y ex subgerente del FMI. También con Kristalina Georgieva, la número uno del Fondo, y funcionarios del Banco Mundial. Metas fiscales, tasas, dólar, estarán en la agenda. A esta altura y pese a los preanuncios, no hay pistas de eventuales medidas económicas para contener la disparada del dólar y su previsible impacto en los precios, aumentados además por las trabas a las importaciones que el gobierno ajustó fuerte, justamente por la falta de dólares.
El escenario es dramático. A ello se debe agregar la presión de los piqueteros aliados a Cristina, que prometen saqueos y sangre.
La pregunta que nadie puede responder es bien simple: ¿Qué va a pasar?
La política
"El presidente se ha transformado en una persona que no decide... y que no transmite nada..." dijo a este diario un massista que tiene reuniones más o menos periódicas con el mandatario. "En esta semana, o a más tardar la otra, esperamos que haya cambios drásticos...." comentó a la vez un informante de los citados al CFI esta semana. La sensación es de vacío de poder. El silencio de Cristina, el repliegue público de Sergio Massa, ahondan la sensación de debilidad que rodea a Alberto Fernández, luego de una semana muy caliente. La única manifestación política del oficialismo en este fin de semana, fue un comunicado de tintes paranoides de los bloques de legisladores del Frente de Todos, que ven un plan de "desestabilización" y pidieron responsabilidad a la oposición. Es curioso que los legisladores no recuerden que Cristina y el kirchnerismo duro se cosecharon ya a varios funcionarios de Alberto Fernandez, incluyendo a Matías Kulfas y a Martín Guzmán, y que además la vicepresidenta en uno de sus discursos flamígeros de las últimas semanas, hizo una inequívoca alusión a las comunicaciones privadisimas del presidente, que habían circulado en sitios tras los que operarían ex espías y ex servicios de inteligencia.
Sobre lo que sigue, hay muchas ideas. Pero hay una central que los gobernadores de "La Liga" y sus aliados (unos 14 mandatarios peronistas y filo peronistas) discutirían este miércoles en el edificio del Consejo Federal de Inversiones. Y esa es la de ponerle al gobierno un CEO que Cristina acepte, y que haya una profunda reestructuración de todo el gabinete. En ese nuevo esquema político, el plan "Aguantar", al presidente le quedaría un rol decorativo. "Como un presidente en un sistema parlamentario, pero menos..." dijo una fuente.
Los gobernadores -que desdoblarán las elecciones provinciales en la mayoría de sus distritos- no quieren que el presidente se vaya. "Es obvio que va a terminar el mandato. El peronismo no va a dejar de ninguna manera que caiga el gobierno... ni que haya estallidos... La situación se va a ir aguantando... Pero tiene que haber cambios urgentes, se tienen que tomar medidas... no hay otro camino" dijo uno de los mandatarios. Tampoco a la oposición le conviene que se vaya Alberto y que haya una crisis de gobernabilidad. Mucho menos, que se adelanten las elecciones. Un presidente triunfante de Juntos por el Cambio no resistiría una crisis con el país agrietado en dos. Se lo devorarían en horas. Y además, varios de los principales dirigentes del JxC no parecen muy concentrados en tener un plan de gobierno de emergencia. Han alquilado plateas para asistir a la debacle del peronismo y se entretienen en su propia interna.
El problema es que ya sea con Alberto, Cristina, Massa, un CEO, un consejo de gobernadores, o el mago David Copperfield, deberán asumirse medidas ortodoxas desde aquí hasta diciembre de 2023, para cumpplir las metas comprometidas con el FMI, que significan contención del gasto, bajar el déficit fiscal, y fortalecer reservas. Todas estas metas parecen marcianas, con el "blue" y el riesgo país volando de desconfianza, y el cristinismo y los piqueteros demandando más gasto. Y todavía resta todo el invierno que viene de importación de gas y combustibles. Las pesadillas tienden a repetirse.
Hoy lunes las claves estarán en los mensajes que transmita Batakis desde Washington, el valor de apertura y cierre de los mercados, el riesgo país, y el dólar blue. Si hay malas noticias sólo se agravará la desconfianza, con el peligro que ello implica.
Por qué insiste la ministra Batakis en que "no hay más plata" para planes
Por debajo de todas estas superestructuras, está la vida real. En Mendoza hubo colas para comprar dólar oficial, cruzar la calle y ganarse un promedio de 20.000 pesos con los arbolitos y las cuevas del centro. Las compras y ventas están casi paralizadas, salvo las de alimentos. El sábado y en silencio, muchos negocios no abrieron esperando listas de precios. Y mañana se reúne la mesa de vigilancia de los supermercadistas y el gobierno de Mendoza. Por las dudas. Nadie quiere un martes 13.