Qué unió a Alberto Fernández y Rodolfo Suarez en un mismo día. Datos socioeconómicos muestran la crisis. Desocupación, falta de recursos y aumento de la inseguridad traducen las estadísticas en las calles.
Delito y pobres: la foto de un día de miércoles
La pobreza, la desocupación, la inflación, los precios, la inseguridad y desigualdad social. Todos los índices en un mismo momento dejan perplejo a cualquiera, y si es turista extranjero tomando un café en la Peatonal de Mendoza, más todavía.
Un acampe del Polo Obrero en zona céntrica/turística se termina convirtiendo en una curiosidad para el eventual paseante en un día de miércoles, 30 de marzo. Al mismo tiempo este día de miércoles, en CABA, Alberto Fernández les dijo a los ministros de Seguridad de las provincias en el Consejo que los reúne, que "una de las causales del delito es la desigualdad". Rápidamente el zoom hizo foco hacia seis meses atrás en Mendoza.
Inmediatamente esa frase presidencial se linkea a la del gobernador Rodolfo Suarez, en otro día miércoles, el 29 de septiembre de 2021, luego de entregar equipamiento policial dijo: "cuando vemos que la situación económica se agrava con la inflación y el 45 por ciento de pobreza que tenemos, vuelve el delito, el pequeño robo y el hurto".
Así acampa el Polo Obrero en pleno centro mendocino
El brote de robos y hurtos
El tuit del gobernador anunciando la entrega de móviles policiales hace medio año atrás fue una señal pública que con las medidas sanitarias flexibilizadas de aquel momento, el delito "menor" se incrementó sobre el caldo de la pobreza y la inflación.
Ahora, mejor dicho hace tres días, el lunes 28, vimos al ministro de Seguridad Raúl Levrino encabezando un operativo de secuestro de celulares y equipamiento electrónico de los locales de la Galería Tonsa y allí reiteró el diagnóstico del mandatario provincial pero siendo más específico al blanquear que "aumentó el robo de celulares, televisores y tecnología".
Y ella qué dice de la inseguridad
Tiene 31 años, vive en el Barrio Olivares de la Ciudad de Mendoza y trabaja como empleada doméstica y su descripción se completa a pedido de este medio: "fui estudiante de diseño escenográfico y fotografía pero no pude seguir porque el trabajo, la subsistencia, no me lo permite".
Está en la otra punta del ovillo social, político y económico, se llama Lorena Torres y es la vocera del Polo Obrero quien mientras negociaba con los funcionarios para permanecer con la protesta contra el acuerdo con el FMI y reclamando alimentos y trabajo en la Peatonal, le dijo al POST lo que pensaba de la definición de Fernández sobre los motivos del crecimiento del delito y la desigualdad social.
"Es la crisis que ellos mismos producen. Es la podredumbre que hay en la justicia y todas las instituciones que manejan ellos mismos. Quienes vivimos en los barrios populares y en las villas somos los primeros que sufrimos la violencia y la delincuencia. Los lugares donde vivimos son 'liberados' por la policía. Estamos acá pidiendo trabajo genuino no queremos perjudicar a los trabajadores ocupados y en blanco. Pero ya no solo somos nosotros los que nos quejamos y que trabajamos informalmente como albañiles o servicio doméstico, y que llegamos a 20 mil pesos por mes cuando hay que tener 80 mil para estar por encima de la pobreza. También se quejan los médicos porque están trabajando en negro cuando estuvieron peleando contra la pandemia", dijo Torres aceleradamente.
La foto imaginada es panorámica. Una instantánea de un día difícil, áspero como lija, que hay que ponerle este epígrafe: "Mendoza pasó de 451.644 (44%) a 462.428 (44,6%) personas pobres y de 60.799 (5,9%) a 74.121 (7,2%) personas indigentes".