Alberto Fernández dijo que el criterio para distribuir la obra pública "es político, la política es el arte de manejar la realidad y la realidad es cambiante". Negó que se hubiese favorecido a Lázaro Báez.
Alberto defendió a Cristina en el juicio por corrupción en la obra pública
Alberto Fernández negó este martes la existencia de "arbitrariedades" en la distribución de obra pública nacional y sostuvo que le llama "mucho la atención" lo que se debate en el juicio oral por presuntas irregularidades en la provincia de Santa Cruz, al declarar como testigo y responder preguntas de la defensa de la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner. Dijo que se está juzgando a la actual vicepresidenta por " "decisiones políticas no judiciables" ante el Tribunal Oral Federal 2, en los Tribunales Federales de Comodoro Py.
Además, destacó que el expresidente Néstor Kirchner "siempre fue muy cuidadoso con las cuentas públicas" y remarcó que "tenía casi una obsesión con eso, que tuvo primero como gobernador y luego como Presidente".
El Tribunal le preguntó al Presidente por qué renunció a su cargo como jefe de Gabinete de Cristina Kirchner y, este le respondio respondió que creía que había en el gobierno había un desgaste muy grande producto del conflicto porterior a la resolución 125 y que iba a ser difícil seguir adelante.
Sobre si conocía a Lázaro Báez, Fernández dijo que lo vio una sola vez en el Calafate, en el año 2003, y que se lo había presentado Néstor Kirchner. También dijo que no conocía a Austral Construcciones ni la composición de ninguna de sus empresas. "Reitero, no conozco al señor Lázaro Báez, el único diálogo que tuve con él fue ´buenos días, mucho gusto´".
Cuando le preguntaron por primera vez cuál era el criterio para distribuir obra pública, el Presidente dijo que "son creterios discrecionales que tienen que ver con las necesidades que en cada jurisdicción se enfrentan. Eso no tiene una regla. Los criterios son criterios de lo que uno entiende de que lo que en ese momento está necesitando el país".
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Y agregó: "No hay un criterio único para distribuir la obra pública. Es política y la política es el arte de manejar la realidad y la realidad es cambiante". Luego, al mandatario le insistieron con la misma pregunta una y otra vez. Y respondió en cada ocasión en la que no se invalidaba la pregunta desde alguna de las defensas.
"Todos nosotros creemos que la inversión pública es un gran motor para la economía y hay un principio rector que son cuestiones de naturaleza política. Algunos creemos esto, que el Estado tiene que estar presente y motorizar la obra pública y otros creen que deben hacerlo los privados. Hace un año hubo un terremoto en San Juan y decidimos que se construyen 1000 viviendas en San Juan. El criterio fue la necesidad. En el 2003 la Patagonia tenía un infradesarrollo y hubo que hacer mucha obra. Es muy importante porque está toda la producción petrolera y pesquera", explicó el Presidente sobre cómo decide un Gobierno dónde destina el dinero.
"Nosotros en 2003 o en 2009 creíamos, como me pasa a mí ahora, que la obra pública es un enorme motorizador de la economía", afirmó. Maximiliano Rusconi, defensor del exministro de Planificación Julio de Vido, se quejó de que le hicieran varias veces la misma pregunta.
El Presidente, de todos modos, contestaba. "Quiero que entiendan que una vez que el Presupuesto, cuando es aprobado, es responsabilidad de cada ministro. Cada ministro es autónomo. No consulta al Presidente sobre cómo gasta el dinero de su ministerio", explicó.
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Cuando le volvieron a preguntar cómo asignaba los recursos en la Ley de Presupuesto, reiteró: "un Presupuesto no es la decisión de un Presidente, todos los ministerios construyen sus números en función de sus necesidades y eso es revisado por el Congreso nacional". De hecho, el parlamento puede no acompañar ese Presupuesto y el primer mandatario recordó está gobernando sin Presupuesto porque la oposición se negó a aprobarlo.
"Una vez que el presupuesto llega para ser aprobado como proyecto de ley sigue el tratamiento de cualquier proyecto de ley. Lo que quiero enfatizar es que es la ley más compleja de todas y se tiene que modificar muchas veces porque todas las provincias quieren defender sus intereses", detalló Fernández.
"Me da la impresión de que no me está escuchando bien", le dijo el Presidente al fiscal y este le respondió que lo había escuchado bien. Entonces Fernández le contestó que tal vez tuviera un problema de comprensión de texto. Luciani le pidió al presidente que no le faltara el respeto, a lo cual este le aseguró que no había sido su intención.
El tribunal deliberó y por mayoría decidió hacer lugar a la pregunta de Luciani, que la volvió a formular: "en la planilla del presupuesto 2008 se informa un importe a devengar de 150 millones de pesos y la adjudicación fue de 225 mil persones de pesos. Hay 75 millones de pesos que faltan".
"Como le dije antes, no tenía presente ninguna de las obras, mi memoria es buena; pero no tanto, puede haber habido muchas explicaciones, pero no puedo arriesgar la explicación sobre algo que no conozco", reiteró Fernández.
Consultado nuevamente por el criterio para reasignar fondos, ya cansado de contestar lo mismo, el primer mandatario dijo que la necesidad marcaba el rumbo. Luego hubo una pregunta concreta sobre el funcionamiento del sistema de reasignación de partidas del Presupuesto.
"Si entiendo bien, la pregunta es si los ministerios podían reasignar los recursos que yo les reasignaba. Eso se llama reasignación presupuestaria y va a ver cuánto pasa y cuánto pasó en la pandemia. Ahora una vez que los recursos son reasignados, los ministros no reasignan, los ministro ejecutan", dijo Fernández.