La repercusión de la acusación judicial contra la vicepresidenta fue más hacia dentro del peronismo local que hacia afuera. Por qué se produjo esta "modesta" expresión en defensa de CFK entre nosotros.
El juicio a Cristina produce "sarpullido" en el peronismo de Mendoza
"¡Esto no es un juicio a Cristina Kirchner, esto es un juicio al peronismo!". La frase de la vicepresidenta en tercera persona se replicó en todas las crónicas que reflejaron su alegato político desde su despacho en el Senado de la Nación. Fue su respuesta al pedido de los fiscales que solicitaron su condena a 12 años de prisión e inhabilitación definitiva para ocupar cargos públicos, en una causa judicial donde se la señala como jefa de una banda dedicada quedarse con fondos públicos.
Su defensa pública generó una reacción de la militancia peronista a su favor en las zona del Congreso en CABA. Y hubo réplicas de esa manifestación de apoyo en distintos puntos del país. Particularmente ¿qué pasó en Mendoza y específicamente con el peronismo y/o kirchnerismo?
¿Qué significa Cristina Fernández viuda de Kichner para el peronismo de Mendoza en este momento? Para ser honor a las evidencias el apoyo fue institucional, partidario, y muy acotado en la calle. Hubo escasas expresiones políticas individuales y fueron muy medidas. Veamos.
Desde JxC criticaron la defensa pública de Cristina Fernández
Libreto K e incomodidad peronista
La defensa pública a Cristina fue acotada en las calles de Mendoza.
Los mensajes apuntaron especialmente para instalar que, como le ocurrió a Juan Domingo Perón, ahora quieren proscribir a Cristina. Se enfatizó sobre ese punto y no tanto sobre el pedido de 12 años de prisión, aunque la vicepresidenta interpretó alegóricamente que el pedido de esa cantidad de años de prohibición de la libertad para ella, significan cada año que gobernó el país junto a su esposo Néstor Kirchner.
Mientras tanto la presidenta del PJ de Mendoza, la senadora kirchnerista Anabel Fernández Sagasti estuvo detrás de la publicación de un comunicado del Consejo partidario que se visualizó por Twitter el lunes 22 a la noche. Allí se esgrimen los argumentos que cuestionan la actuación de los fiscales de la causa Vialidad.
Nombrar a la jefa del kirchnerismo incomoda a la dirigencia peronista, desde los intendentes hasta los dirigentes sociales. El impacto público de las acusaciones contra CFK contrastó con la poca y medida opinión individual de los referentes peronistas locales.
Lucas Ilardo uno de los referentes K en Mendoza.
El jefe de la bancada peronista Lucas Ilardo eligió esa mesura para defender a su referente nacional y remarcó que cualquier persona debería estar preocupada por el proceso judicial que atraviesa la vicepresidenta criticado por la "arbitrariedad de jueces y fiscales" en la causa "Vialidad" y la "manifiesta amistad con el ex presidente Mauricio Macri" de quienes acusan a Cristina .
En el ambiente peronista se percibió una tensión propia de esa incomodidad tanto que, por ejemplo, no hubo expresión de apoyo público, ni siquiera se planteó hacerla, de algunas organizaciones sociales que se alejaron de la figura de Cristina cuando la vice reclamó que le dieran el manejo de los planes sociales a los intendentes. "Allí empezó toda la polémica sobre los planes y nos estigmatizó", recordó con ánimo de revancha una militante social de extracción peronista.
Righi y Stevanato
El intendente de Lavalle molesto con el "escándalo" del juicio a CFK.
El que fue más claro en cuanto a su postura, fue el intendente de Lavalle Roberto Righi. Ayer martes 23 al mediodía le respondió a Ricardo Montacuto en el programa Te digo lo que pienso por qué no había firmado el manifiesto de los 500 intendentes del país en defensa de la vicepresidenta (de Mendoza solo lo firmaron la sanrarrosina Flor Destefanis y el paceño Fernando Ubieta). El tono de la respuesta del lavallino fue tajante: "No me enteré de nada. Y nadie me hizo llegar un documento. Me pareció raro que me preguntarán tanto de un tema que no tenía idea. Para firmar algo quiero ver los textos, no sé lo que dice el manifiesto. De alguna manera hay que ponerle paños fríos a todo esto porque estamos en tiempos muy complejos".
Righi reafirmó su malestar al decir que "con una gran grieta, con un país partido, nosotros no podemos hacer más escándalo de lo que hoy hay. El fiscal acusa pero falta el resto del proceso. Con todos los problemas que tenemos hay que hacer cosas para adelante" dijo invitando tácitamente a hablar de otros temas.
El intendente de Maipú está enfrascado con la gestión y alejado del juicio a la vicepresidenta.
En tanto Matías Stevanato el jefe comunal de Maipú señaló que el lunes 22, día en que los fiscales formalizaron la acusación contra la vicepresidenta, estuvo en CABA gestionando acuerdo de inversión en su departamento por 394 millones de pesos. Traducido: estuvo ocupado en gestionar y alejado del asunto político judicial que envuelve a CFK.
Dicho sea de paso en Maipú, mañana jueves 25, organizado por la Municipalidad , se realizará un debate sobre "Justicia y Medio Ambiente" y el principal disertante es el juez de la Corte de la Nación Ricardo Lorenzetti uno de los magistrados apuntados por Cristina de "tener su sentencia ya escrita" en esta historia que se escribe día a día.
En la Peatonal
Imagen de la concentración frente a la Legislatura.
Sobre el atardecer del martes se reunieron jóvenes militantes identificados con pancartas de la agrupación Nuestra América y otros tantas personas con histórica participación en el peronismo y vinculadas con organismos de Derechos Humanos. Fue en la explanada de la Legislatura Provincial donde se concentraron para dar testimonio "que si la tocan a Cristina, qué quilombo se va a armar".
La manifestación incluyó "pogos" kirchneristas y la entonación de la marcha peronista. Pero no hubo discursos y por lo que se vio fue una convocatoria espontánea de quienes querían expresar su defensa casi personal, y militante, en defensa de Cristina Fernández viuda de Kirchner.
Como conclusión de un día de furia de la vicepresidenta queda esta percepción en Mendoza dentro del mismo peronismo: nombrarla produce sarpullido político y eso da un diagnóstico "no K" entre la dirigencia.
