Después de fijar postura en el Congreso contra el proyecto de ley nacional impondrá que nadie que esté al volante puede beber alcohol, la COVIAR dará un informe crítico sobre la norma impulsada por el gobierno nacional. Miradas a favor y en contra.
Debate por la alcoholemia "cero": se salvan vidas o se demoniza al vino
Hay puntos finales y en la Corporación Vitivinícola Argentina (COVIAR) presienten que está por llegar uno. Perciben que será un hito que marcará el inicio de un proceso pernicioso para el consumo del vino, la bebida nacional.
Un comunicado circuló el viernes 26, advirtiendo que mañana lunes 29, la COVIAR dará una conferencia de prensa en Mendoza donde se explicará la situación riesgosa en que quedará expuesta la industria vitivinícola con la aprobación de la ley nacional de "tolerancia cero" de alcoholemia que avanza en la Cámara de Diputados de la Nación.
La entidad hará un recorrido de las tratativas con las que se ha intentado que la norma sea morigerada con una graduación mínima de tolerancia para los conductores entre 0,5 y 0,8 gramos por litro de sangre. Entienden que fijar una exigencia "cero de alcohol en sangre" es casi imposible de cumplir y es una medida para atemorizar a las personas que conducen y eso terminará perjudicando al consumo de vino y por ende al sector.
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Solos con la comisión
En la exposición pública programada para mañana al mediodía en la sede de la COVIAR del edificio de la Bolsa de Comercio, se pondrá en evidencia el lobby, en soledad, que los dirigentes vitivinícolas intentaron en los ámbitos parlamentarios. Finalmente no se logró un proyecto de ley alternativo al que avanza en la Comisión de Transporte de la Cámara baja.
Del otro lado están los grupos defensores de "alcohol cero" al volante que exigen la no ingesta de alcohol si se conduce. Son en su mayoría grupos de familiares de victimas que perdieron la vida o provocaron la muerte de otras personas violentamente por conducir bajo los efectos del alcohol. Este movimiento cuenta con el aval de la Agencia Nacional de Seguridad que impulsó el proyecto.
"En abril de 2021, desde la Agencia Nacional de Seguridad Vial (ANSV), organismo del Ministerio de Transporte, presentamos ante el Congreso de la Nación un proyecto de Ley de Alcohol Cero al volante para todo el territorio nacional. El texto fue elaborado junto al Ministerio de Salud, la Secretaría de Políticas Integrales sobre Drogas de la Nación Argentina (SEDRONAR) y asociaciones de familiares de víctimas de tránsito, y firmado por el diputado Ramiro Gutiérrez y el exdiputado Facundo Moyano, convencidos de que se trata de una iniciativa que puede marcar un antes y un después en materia de seguridad vial en la Argentina. Actualmente, la normativa rige en 9 provincias y en varias ciudades del país. Este proyecto de ley, que está a la espera de ser tratado en la Cámara de Diputados, busca que en Argentina quien haya bebido alcohol no pueda conducir un vehículo, así como sucede con los conductores profesionales hace 25 años".
El párrafo corresponde a una nota publicada el viernes 28 de enero firmada por Pablo Martínez Carignano, director ejecutivo de la Agencia Nacional de Seguridad Vial. El texto aparece en la página Argentina.gob.ar de la Presidencia de la Nación. Es una editorial que en el título reclama: "Ley de Alcohol Cero al volante: ¿Qué estamos esperando?".
Para entender mejor es importante conocer al funcionario quien pertenece al sector de Mariano Recalde conocido por gestionar a Aerolíneas Argentinas. Los vitivinícolas ven en Martínez Carignano, y en el grupo kirchnerista que integra, una intransigencia difícil de superar.
De todos modos Martínez Carignano se cura en salud y aclara viendo venir la crítica sectorial: El objetivo de esta ley es reducir la cantidad de muertos y heridos en siniestros viales provocados por conductores ebrios. No está en contra de ninguna industria y no busca un país de abstemios. Solo busca que quien haya tomado no maneje un vehículo y, de esa forma, salvar muchas vidas. El Congreso de la Nación es el ámbito adecuado para que sea debatido un proyecto que tiene como fin mejorar la seguridad vial de todas y todos los argentinos.
Con ese antecedente llegó la delegación vitivinícola al momento de "soledad" política. Ocurrió el miércoles 24 en la última sesión del tratamiento del proyecto en la Comisión de Transporte. Este encuentro fue después de una sesión de la misma comisión, cuando los congresales escucharon a la agrupación Madres del dolor, integrada por familiares de víctimas de accidentes fatales por conducir bajo los efectos del alcohol.
Desde la vitivinicultura aportaron conocimiento y alternativas, en esa sesión el director del Fondo Vitivinícola Sergio Villanueva, Nicolás Vicchi, subgerente Asociación de Cooperativas Vitivinícolas; Carlos Fiochetta, gerente general la COVIAR, Esteban Bicarelli, asesor externo de COVIAR, Fabián Pons, presidente OVILAM (Observatorio Vial Latinoamericano) y Fernando Campagnini, abogado Perito en Transporte.
Solos con Massa
Lo más concreto de estas incursiones de la COVIAR fueron dos situaciones en el Congreso. El primero fue hace un mes. El jueves 28 de agosto una delegación de la COVIAR se entrevistó con Sergio Massa que aún era el presidente de la Cámara de Diputados de la Nación. El titular de la corporación, José Zuccardi acordó con el actual ministro de Economía una agenda legislativa para el sector.
La ley de Seguridad Vial y la tolerancia cero de alcoholemia era uno de los ejes a tratar, los otros tópicos fueron la defensa a la Lobesia Botrana y el uso de jugos naturales. El titular del Fondo Vitivinícola, Sergio Villanueva estuvo en aquella reunión donde Massa les sugirió que debía haber una postura para contraponer, en la discusión legislativa, el programa restrictivo del consumo del oficialismo nacional.
Fiochetta y Vicchi en estas última semana intentaron convencer a los integrantes del organismo legislativo que estudia el proyecto de tolerancia cero para la ingesta de alcohol al volante, que había que abordar el flajelo social de modo integral e interdisciplinario.
· Pedido de debate. Queremos ser parte de la solución y de discutir este problema y poniendo la cara. Somos una actividad que decidimos estar presente y proponer soluciones. Creemos y estamos convencidos de que este problema se aborda con soluciones concretas, consensos, con discusión y no con soluciones facilitas como las que se proponen (Fiochetta).
· A favor de aumentar multas. La discusión de una política de seguridad vial no es ajena a nuestra realidad, es transversal, porque cualquiera puede estar sujeto a un siniestro vial no es la primera vez que se discute este tema incluso en la provincia de Mendoza se empezó a abordar desde el lado de aumentar los controles y las sanciones sin alterar el 0,5 sabiendo que no era la solución y la evidencia demuestra que estaba en la razón. Las multas o que te saquen el auto, más aún en el ámbito de la juventud, desalienta tajantemente de especulaciones o intenciones de consumir alcohol y luego manejar. Es necesario que nos pongamos a pensar cómo mejoramos la seguridad vial que es un tema integral, sino no vamos a solucionar el problema" (Vicchi).
Paso a paso detrás de la ley polémica
Villanueva le puntualizó al POST el recorrido de la COVIAR y su premonición basada en datos semiocultos que denotan un estado de sospecha de la ley en estudio contra la demanda de vino en la población.
Cuenta el ejecutivo que hace un año y medio juntan sistémicamente antecedentes, observado las nuevas legislaciones, cuáles eran las cantidades de accidentes que se producían con menos de 0,5 gramos de alcohol por litro de sangre. "Hicimos un estudio con una empresa que se llama Trendsity sobre la relación de los jóvenes y el alcohol y sobre sus propias opiniones. Lo que hicimos es tratar de desarrollar un proyecto de ley que no se opusiera a la problemática sino buscando alternativas más razonables", explicó el ejecutivo del Fondo Vitivinícola.
"Nos reunimos con todos los legisladores nacionales y les propusimos trabajar un proyecto único que firmaran los gobiernos provinciales y todos los legisladores nacionales de todos los bloques. Viajamos a San Juan y hablamos también con los legisladores nacionales de allá", rescató Villanueva .
Esas primeras aproximaciones, fueron una derivación de la charla que mantuvieron con Ramiro Gutiérrez, uno de los autores de la norma en ciernes. La recomendación fue que presentaran un proyecto de ley para poder negociar en el análisis legislativo. "Pasó el tiempo y lo que se presentó fue un proyecto de Juntos por el Cambio firmado por Pamela Verasay, Lisandro Nieri, Julio Cobos y Omar De Marchi que planteaba el aumento de las multas. no es un proyecto que vaya detener el proceso sino que es más integral. En el Frente de Todos no tuvimos más que consultas y reuniones", describió.
A favor y en contra de la ley
Sergio Saracco director de Toxicología de Mendoza se enfoca en la tendencia global que es ir hacia el no consumo de alcohol si se va a conducir un vehículo. Desdramatiza la situación señalando que son caminos de hábitos saludables y proteccionistas ante la epidemia que significa el alcoholismo y que se lleva muchas vidas por conducir en estado de ebriedad, o aún cuando se ha bebido un gradiente de alcohol aparentemente no peligroso para conducir. Saracco desdobla su análisis en lo social y en lo orgánico, y lo hace a favor de aplicar el "alcohol cero" para las personas que manejan.
· Sin efecto negativo. Esto no es, "no tomar". Es, "si vas a conducir hay que evitar la presencia de alcohol en sangre". Es un poco lo que se vivió con los espacios libres de humo de tabaco que generó un gran revuelo cuando decían que cafés y restoranes tendrían un impacto negativo en la ocupación de mesas y el impacto fue "cero". No hubo ningún efecto económico negativo en la actividad y esto ha ocurrido en todo el mundo. El hecho de restringir el consumo de alcohol para quien tenga que manejar tampoco ha impactado negativamente en ningún rubro. Se tendrá que tomar los recaudos necesarios como si tengo que ir a comer y voy a tomar me movilizo en Uber, o taxi y en el caso de las bodegas como en Mendoza se deberá prever algún servicio de traffics. Eso nos libera y nos permite degustar los mejores vinos y volver tranquilos a casa.
Sentidos alterados. La tendencia apunta a manejar sin alcohol en sangre. Entendiendo que el alcohol es una sustancia psicoactiva con efectos depresores con acción específica en el sistema nervioso central y en forma general e inespecífica en distintas áreas del cerebro conforme aumentan los niveles de alcoholemia. Lo primero que se afecta es la percepción en los sentidos y la motricidad aumentando el riesgo para conducir desde bicicletas hasta autos que exigen tener todas las respuestas motoras y los reflejos en condiciones para resolver a tiempo cualquier caso imprevisto de conducción.
Estas son la consideraciones de Villanueva que sustentan el reclamo y las inferencias de la COVIAR que saldrá a relucir la semana próxima y será uno de los temas de la agenda pública.
· Alcoholemia segmentada. Una de las alternativas que encontramos es que algunos países aplican una restricción por segmentos etarios (para menores de 25 años donde se encuentra el problema y se registran por arriba del 0,8 gramos por litro). O por actividades como los choferes profesionales. O por capacidad de conducción como los principiantes. Esto aplican los países más avanzados en sistemas de control de alcoholemia como los de casi toda Europa y Estados Unidos.
· Sin apoyo legislativo. Nosotros presentamos una postura, pero sin ningún proyecto y no hubo ningún legislador cuyano y de las provincias vitivinícolas. Estamos trabajado sobre un terreno sin aporte de otros legisladores.
· Estigma industrial. Lo peligroso de esto no es solo este proyecto sino algo más grave que es el inicio de un proceso que se está dando en el mundo que es demonizar el consumo del vino. Esto está pasando en Europa y detrás de esto vienen las otras restricciones, en las etiquetas, los impuestos internos, la prohibición de publicidad. No hay una conciencia y no hay presencia de otras industrias conexas que tienen que ver como la gastronomía y el turismo.
· Lancet defiende a Favaloro. Cuando se imponga el cero alcohol la gente va a dejar de beber. Tuve un pequeño cruce con el doctor Carlos Damin (toxicólogo) que dijo que el doctor (René) Favaloro no tenía razón y que cualquier cantidad de vino hacía mal. En estos día la revista científica Lancet le dio la razón a Favaloro. Hay posiciones extremistas casi religiosas casi fundamentalistas en este tema, Esto es como un lavado conciencia. Por eso creemos que el Ejecutivo nacional (vía el Instituto Nacional de Vitivinicultura) se tiene que pronunciar en este sentido y tiene que haber una mayor presencia de las provincias vitivinícolas (incluida Mendoza).