Nacieron entre 2004 y 2007 son parte de la generación nativa digital, también conocida como "zeta". Son casi 100 mil habitantes adolescentes que ya pueden asistir a las urnas.
Centennials: qué quieren quienes votan por primera vez en Mendoza
Para ser exactos y de acuerdo a la información que surge del padrón electoral de Mendoza en este año de elecciones hay 97.738 personas que tienen entre 16 y 19 años habilitadas para votar, que se incorporaron a este registro. Con más precisión aún: hay 41.251 adolescentes entre 16 y 17 años que ya se aparecen en el padrón y pueden optar por votar. Y hay otra porción de 56.487 chicos y chicas entre 18 y 19 años que aparecen en estas planillas que tienen la obligación de votar de acuerdo a la ley argentina.
Esta proporción no parece tener mucha incidencia para el resultado de una votación ya que el universo de votantes en nuestra provincia es de 1.492.000. Pero sí cobra importancia porque representa el 6,5 por ciento de las personas empadronadas en la provincia.
Siempre en términos electorales son votantes que nacieron entre 2004 y 2007. Y por definición generacional son las jóvenes personas que son parte de la generación centennials, nativas digitales con la particularidad que pasaron dos años encerradas por la pandemia de Covid que, dicho sea de paso, estamos en la antesala de que se declare el final de esta epidemia global.
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La salud del voto joven
Siempre llama la atención la composición del grupo de personas que debutan en el ejercicio de elegir a quién administrará el Estado y en especial tratándose de adolescentes que todavía transitan la edad en que deben (deberían) estar formándose en la escuela secundaria y tienen sus propias demandas, o no, de acuerdo a sus intereses.
Por ejemplo, estas casi cien mil personas jóvenes votantes forman parte de un universo más amplio de 350 mil habitantes en nuestra provincia que van de 13 a 21 años (tomando en cuenta la llamada adolescencia tardía)- Este segmento etario es determinado según la clasificación del Centro de Medicina del Adolescente (CENMAD) de la Facultad de Ciencias Médicas de la UNCuyo.
Desde la salud, como punto de partida de observación, el titular del CENMAD, el médico pediatra especializado en adolescencia, Fabián Díaz fija esta posición: "Tenemos que hacer un trabajo preventivo fuerte en la adolescencia, probablemente eso se prolongue en un adulto más sano y con menos enfermedades crónicas. Esta población que antes no se asistía en general, ahora sabemos que es el 17 por ciento del total de nuestra población. O sea que tenemos en Mendoza 350 mil adolescentes. Por eso trabajamos fuertemente en este grupo para que pasen la adolescencia lo más saludable posible y después sean adultos sanos que puedan colaborar con el crecimiento de la provincia también".
Vale repasar lo que para los adultos casi siempre es una obviedad y ese presupuesto nos hace cometer errores en el desarrollo de las personas adolescentes y presuntas votantes. La muerte en la adolescencia resulta trágica porque es un periodo donde solo hay vida por vivir, es decir es el tiempo que se percibe menos el riesgo fatal. Por eso los accidentes de tránsito por imprudencia e ingesta de alcohol, en especial y además el suicidio, en particular hubo un brote con la pandemia, son los motivos de la muerte temprana.
Y un par de consideraciones que la dirigencia política debería prestar atención, sin codicia electoral, sobre este sector de la población que son las nuevas demandas en términos de salud de nuevo grupo votante que detalla Díaz. Veamos.
• Trastornos globales. "Quizás hace 20 años atrás nos consultaban mucho más por problemas de salud relacionado con chicos que no crecían bien, que tenían problemas endocrinológicos, pubertad tardía o pubertad precoz. A medida que aumentó la incidencia de la globalización empezamos a abordar todos aquellos temas que tienen que ver con las problemáticas de consumo con los trastornos en la conducta alimentaria, incluyendo ahí la obesidad en los adolescentes, todas aquellas cuestiones relacionadas con la ESI".
• Más perspectiva, menos prejuicio. "En este último tiempo, incluimos la perspectiva de género para trabajar con la salud sexual reproductiva y no reproductiva. Además, prestamos especial atención en chicas y chicos que tienen alguna dificultad o empiezan a transitar nuevas identidades de género; entonces tenemos especialistas que abordan esa situación".
Qué interés tienen por votar
Roberto Stahriger responsable de Sociolítica, empresa consultora, tiene una mirada exceptiva del grupo etario incorporado en este turno de votación. El profesional que encuesta y asesora con estos fines, hace una demarcatoria entre este segmento y el que le precedió que ahora son ciudadanos y ciudadanas entre 21 y 28 años de edad.
El sociólogo observa el comportamiento de distintas capas de centennials, tomando en cuenta 1994, como inicio de esta generación marcada por el momento trascendente de la masividad de internet y luego de las redes sociales. Lean con atención porque se encuentran indicativos que ayudan a entender a la población joven acuciada por la realidad de un país en crisis socioeconómica permanente desde inicios de este milenio.
• Grupo entre 16 y 19 años: una selfie con Milei. "Por lejos es la proporción de votantes más desinteresada por votar. El principal ordenador de la política son los problemas. La diferencia es que los problemas de la gente adulta dista bastante de los problemas de chicas y chicos que de hecho, están edad escolar. Ahí está el primer elemento de configuración que hace que se pueda ver lo permeable que son a los discursos disruptivos y rupturistas como son los de la derecha (léase Javier Milei). No por nada es este segmento el que se siente más atraído por esta propuesta, hablando en términos de proporción".
• Papá me quiero ir. "Lamentablemente es un porción poblacional que se quiere ir, terminar sus estudios de secundaria e irse. Sobreabunda la idea de irse. Por eso la vinculación con el entorno donde viven es pobre en cuanto a la mirada política y solo se ancla en lo emocional, lo afectivo hacia la familia, Es decir que se proyecta en un futuro fuera del país".
• Grupo entre 20 y 27 años: ¡son todos iguales!. "El punto es que en la práctica no es posible irse. Eso genera mayores niveles de frustración y rechazo porque cuando les cae la ficha, porque cuando caen en cuenta que no se pudieron ir se origina una frustración que lo hace el segmento más enojado y desencantado con la política".
• Grupo entre 28 35 años: no sé a quién votar. "Es el más conservador porque algo ya han armado como familia o tienen un trabajo por más precario que sea y les da miedo la pérdida. En este segmento es notable el sentido de dependencia que se tiene por el trabajo por más precarizante que sea la condición".
Alguna conclusión pertinente
La Dirección de Estadísticas e Informaciones Económicas (DEIE) informa que la tasa de desocupación general en el segundo trimestre de 2022 fue del 5,2 por ciento, en tanto las mujeres y varones de hasta 29 años registraron un 10,6 por ciento y 6,7 por ciento respectivamente. Estos datos son rescatados por el economista Dante Moreno en un artículo de análisis propio publicado en marzo de este año.
La revisión del especialista sobre "Mendoza y los jóvenes" con óptica económica y productiva puntualiza un aspecto que resulta oportuno para disponerlo como conclusión preliminar, para quienes resulten electos y responsables de la conducción de la provincia para los próximos años.
• Caldo para planes sociales. "En Mendoza, las barreras con la cual se encuentran los jóvenes en la búsqueda de empleo determinan exclusión económica e incapacidad para generar ingresos, que conlleva a la progresiva dependencia de los programas de asistencia del estado provincial y/o nacional".
• Hay que determinar la matriz productiva. "La definición consensuada de un perfil productivo-comercial de Mendoza otorgaría mayores certezas en las necesidades de capacitación de sus jóvenes y seria el marco lógico para el ingreso a un mercado laboral cuyas características evolucionan conforme el know-how disponible. La no búsqueda de una solución política-institucional de esta problemática (jóvenes desempleados) bajo la argumentación que el mercado tiene las herramientas para revertir este proceso, potencia la exclusión social, que es un vector de riesgo para la vinculación de los jóvenes con actividades ilegales de subsistencia, que tiene efectos colaterales en la sociedad en general".