Una fuerte campaña kirchnerista busca ubicar al ex vicepresidente como "víctima" de "operaciones" judiciales y "medios hegemónicos". Nada más lejos de la realidad.
Boudou no es un preso político: es un corrupto condenado
Artistas y periodistas K, ex presidentes latinoamericanos con prontuario, integrantes del programa de propaganda cristinista 678, dirigentes varios del peronismo, algún ministro del gobierno nacional, han firmado junto a unas 5.000 personas una solicitada en la que piden la libertad del ex vicepresidente Amado Boudou, a quien consideran "un preso político". Boudou fue condenado en primera instancia, confirmado en Casación y finalmente en la Corte Suprema de Justicia de la Nación, a cinco años y diez meses de prisión por haberse quedado de forma irregular con la empresa ex Ciconne Calcográfica. La de la imprimir dinero.
Y debe volver a la cárcel.
Sin embargo, desde hace más de un año, el kirchnerismo duro insiste en que Boudou, Julio De Vido, y varios ex funcionarios más procesados o condenados, son "presos políticos". El fin último es conseguir la impunidad de la ex presidenta y actual vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner, investigada junto a varios ex funcionarios en la causa "Cuadernos...", el caso con mayor cantidad de pruebas y testimonios de arrepentidos, respecto de los mecanismos de corrupción en la década kirchnerista.
Pero Boudou no es un "preso político" que rechaza el indulto y quiere una "solución política" a su caso. Es un convicto condenado por corrupción agravada, por los cargos que ocupó, y debe cumplir en la cárcel su condena a prisión efectiva, como cualquier otro condenado de la República Argentina.
La única agenda que parece importar al kirchnerismo duro es la judicial. Mientras el país se debate en medio del aumento de casos de coronavirus, las inseguridades por la vacuna, la inflación y la caída en la economía, y la incertidumbre por el inicio de clases, una comisión especial la emprende contra el ex presidente de la Corte Ricardo Lorenzetti, el presidente Alberto Fernández se suma a las críticas a la Corte y el Poder Judicial (aunque ha dicho que no va a firmar ningún indulto), y cinco mil adherentes entre ellos referentes públicos, intentan hacerle creer a la población que Boudou, que intentó ser un ladrón de guante blanco, es una víctima de operaciones oscuras contra el gobierno popular.
Más de este tema: "Libertad a Amado Boudou": ¿quiénes firmaron la solicitada?
Las repúblicas, el funcionamiento republicano, deben cumplir estándares que nos identifiquen como tales. Uno de ellos es que hay elecciones y sus resultados se respetan a rajatabla. Otro, es que hay justicia, y los condenados cumplen sus condenas.
Amado Boudou hará un favor a su propio partido, y al país, si cumple su condena a cinco años y diez meses de prisión. Y acallar así el coro de caraduras que grita por el indulto, o una ley de amnistía para los acusados de corrupción.
El vicepresidente no es un preso político. Es un condenado por corrupción y debe ir a la cárcel a saldar su deuda con la sociedad. Cualquier solución diferente promovida por el relato, resultará en un daño incurable para la República.
Nota del autor: Quienes deseen apoyar el pedido de libertad del ex vicepresidente Amado Boudou, deben hacer click en este enlace.