El conjunto de bonos anunciados para recomponer el poder adquisitivo de sectores más humildes no constituyen un plan anti inflacionario. Los trabajadores en blanco, más desprotegidos.
El plan "vamos viendo"
Los anuncios que hizo el ministro de Economía de la Nación Martín Guzmán, con el soporte del presidente Alberto Fernández, denuncian la marcha de un gobierno que anda a los tumbos, tapando como puede los agujeros que va generando la macro economía mala de un país que no crece y que tiene una inflación galopante desde hace más de una década, pero cuyo presidente dice que es por una guerra que lleva 54 días.
A pesar del anuncio -muy impreciso- del impuesto a la "renta inesperada" de las empresas con ganancias superiores e imponibles, a los mil millones de pesos, fue el propio Guzmán quien reconoció que esta especie de IFE extraordinario a desocupados, jubilados, trabajadores informales, empleadas domésticas y monotributistas -entre otros- se financiará con la mayor recaudación. Alberto Fernández dijo que es porque el país "está creciendo" aunque no llega a niveles anteriores a la pandemia. Y la verdad es que se recauda más, entre otros fenómenos, por la inflación. Un flagelo contra el que el gobierno ha demostrado una impericia sorprendente, aplicando congelamientos, cepos y controles que llevan cuatro mil años de fracasos en el mundo.
Aunque el menor déficit fiscal en el primer trimestre es una noticia positiva, lo que no se ve es cómo van a contener el alza generalizada de precios. Hoy, uno de los mayoristas importantes de Mendoza, Rubén David, nos dijo que la suba de precios es "de todos los dias" en cualquiera de los 15.000 productos que vende. Tampoco se advierte cómo se va a generar inversión y trabajo genuino, difícil en un país donde la regla es quitarle cada vez más al que produce y trabaja.
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Está claro que a los miles de beneficiados del plan "Vamos viendo" les va a mejorar la compra del supermercado durante dos meses consecutivos. Pero los trabajadores registrados, empleados de empresas que al menos cumplen con tener "en blanco" a plantillas, deberán esperar negociaciones y apertura de paritarias entre la CGT y la UIA. Así, los anuncios parecen responder más a las urgencias de un gobierno bombardeado desde adentro por "lo que no hace" (textual de Cristina en la Eurolat) y por las demandas de los grupos piqueteros que bloquean las grandes ciudades cada mes, que a un plan económico serio que saque a la Argentina de los años de estancamiento, inflación, y sostenido crecimiento de la pobreza.
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