La DGE se afirma en que los casos no crecen y en que hay bajo nivel de contagios. La mayoría son falsos positivos. Pero por cada positivo hay que aislar a decenas de personas, al punto de tener que cerrar escuelas enteras.
Cómo va Mendoza con el coronavirus en las escuelas
Primera aclaración necesaria: las escuelas no están explotadas de casos de coronavirus. Dicho esto, podremos avanzar. Se registraron cientos de "falsos positivos" por los que hubo que aislar decenas de burbujas, aulas enteras, y aún cerrar escuelas hasta que se fueron descartando los contagios. Además, por cada positivo real, decenas de alumnos, familiares, docentes y padres debieron ser aislados generando un verdadero desajuste en el funcionamiento escolar y familiar. Sobre todo en lugares de bajos recursos, donde -lo reconocen los médicos- son mucho más difíciles las condiciones de acceso a un ambiente sanitariamente sano. ¿Cuántos casos se produjeron en las escuelas de Mendoza desde que empezaron las clases? El dato es inaccesible "porque aún estamos cargando en el sistema nacional. Pero no son muchos. Se ve en todas las cifras diarias, provinciales y nacionales" dicen en la DGE en estricto off the record. Es cierto. Pero hay una meseta más cerca de los 200 casos que de los cien, y por cada joven o adolescente que se contagia aun sin saberlo y cursando la enfermedad de modo leve, hay un adulto mayor de 70 que la pasa mal y está en peligro.
¿Cómo se maneja el coronavirus en las escuelas, más allá de los protocolos? Con organización. Cada establecimiento escolar tiene un "responsable Covid" del cuerpo directivo o un docente. Esta persona reporta a un médico o médica del sistema de salud de la provincia, en general los que no pueden estar en la primera línea de fuego del coronavirus porque son grupos de riesgo. Hay media docena de referentes médicos en cada uno de los departamentos más populosos y atienden a una gran cantidad de escuelas cada uno. Ese médico a su vez recoge la información de los "responsables" Covid de cada colegio, y en función de una breve y sumaria investigación epidemiológica indica qué se debe hacer: aislar o no, cuántos días, y separar a los contactos estrechos de aquellos que no lo son. A su vez, intercambian información con otros colegas -por los docentes que trabajan en varios establecimientos- y así van construyendo un dominó interminable. Hay un doble registro de cada caso y de cada situación sospechosa. Uno es para la DGE en el que se cargan en formato de "memo" las referencias del caso, los contactos estrechos, y qué se hizo con la burbuja, y a la vez los responsables médicos de cada área geográfica de la provincia suben la información a la nube, para llevar un registro lo más exacto posible de los casos escolares. Esa información es clave para seguir la evolución de la presencialidad, pero no es pública, de momento.
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Sin embargo, extraoficialmente, los referentes médicos con los que hemos tomado contacto han tenido "20 o 30" casos positivos cada uno en las escuelas de su influencia, pero sin la muestra total es imposible saber si es un número significativo. Tampoco sabemos cómo están distribuidos geográficamente los casos producidos.
Claro, le evolución del Covid en las escuelas no es una ciencia exacta. El comportamiento humano altera todo. Veamos los casos.
"Tuvimos a un preceptor de un turno tarde que dio positivo. Y que era contacto estrecho de otros. Pero a la vez, había compartido tiempo con los preceptores de la mañana en otra burbuja. Hubo que aislarlos a todos y cerrar el turno completo" relata uno de los responsables de estos delicados operativos. Se refería a la escuela primaria de un populoso barrio de Guaymallén. En otra escuela, dio positivo otra preceptora. El "enlace" del ministerio de Salud recomendó no aislar ni cerrar, porque la auxiliar no iba a trabajar desde el viernes. Sin embargo, el fin de semana se había juntado a tomar el té en un domicilio con el resto de las preceptoras de su turno. Todas fueron aisladas, esta semana. "Así es muy difícil... hacen lo que se les canta..." se quejó uno de los médicos.
Hay más. "Tenemos el problema de muchos niños enfermos, que los padres les dan un Ibuprofeno, enmascaran la fiebre y los mandan igual a la escuela. A las pocas horas o al día siguiente esos chicos son sospechosos y hay que aislar a todos igual. Si ese chico se quedaba en su casa, no se aislaba al resto" se quejó uno de los responsables escolares.
En otra escuela, quedó al frente la secretaria. Directora y vice quedaron aisladas. También se aísla a alumnos y alumnas que tienen contacto con parientes positivos de coronavirus. Un 7mo A de una de las primarias grandes de Mendoza, fue aislado porque el abuelo de una nena -no conviviente- dio positivo. La alumna no contrajo la enfermedad pero los chicos estuvieron aislados tres días.
En algunos casos, se hacen verdaderas ensaladas. En uno de los colegios de la Universidad Nacional de Cuyo, una docente confundió su burbuja. Se quedó en su casa dando clase virtual a los chicos que no estaban en el aula, y en el colegio, los alumnos que sí tenían presencialidad se quedaron en el establecimiento con el módulo libre y sin la clase. El caso lo contó un oyente de nuestro programa "Te Digo lo Que Pienso" en Radio Nihuil.
Desde que empezaron las clases el 1 de marzo, los referentes Covid y los directivos, también la comunidad educativa, vienen adquiriendo una fuerte "gimnasia" en el manejo de las burbujas y de los aislamientos, para poder seguir adelante. La apuesta principal del gobierno de la provincia y también de las autoridades de la DGE es la presencialidad. Por ahora, no registran signos de alerta, aunque las cifras diarias de coronavirus van creciendo lentamente en la provincia y en el país, de cara a la "segunda ola" y con un plan de vacunación lento y exasperante, dependiente de Rusia y China y de las malas decisiones del gobierno nacional. Aunque al menos está dejando inmunizados a la mayoría de los docentes, muy expuestos en esta pandemia.
De momento, no se prevén cambios en los protocolos, de modo general, de acuerdo a los últimos dichos del ministro de Educación de la Nación Nicolás Trotta. Sí cada escuela fue cambiando su presencialidad, en función de los casos sospechosos y de la disponibilidad de maestros y celadores. Como se dijo desde que se decidió abrir las escuelas, cada establecimiento es clave en la gestión de su propia emergencia por coronavirus.