Andrea Godoy le reclamó por no haber podido despedirse de su hijo durante la cuarentena cuando el mandatario realizaba reuniones en Olivos.
Su hijo murió durante la cuarentena, increpó a Alberto y la detuvieron
Una mujer fue arrestada luego de haberse manifestado por la fiesta de Olivos realizada por el presidente, Alberto Fernández. Andrea Godoy perdió a su hijo, Gonzalo Paz, de 17 años en el medio de la pandemia. La mujer no pudo despedirse del joven debido a las restricciones de las etapas más duras de la cuarentena.
Godoy vive en General Rodríguez se encontraba atendiendo su negocio cuando escuchó los ruidos del helicóptero que tenía como pasajero a Fernández. Allí no lo dudó y salió a gritar todo lo que había sufrido al no poder estar cerca de su hijo.
La llegada del presidente a la localidad se dio justo el día antes de que se cumplieran dos años del polémico festejo del cumpleaños de Fabiola Yáñez. Andrea comentó al medio Clarín que piensa que Fernández llegó a escucharla ya que se acercó mucho al Espacio de Primera Infancia que inauguró el presidente. Luego de eso fue detenida a metros de la reja que la separaba del mandatario.
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La tuvieron en un calabozo por tres horas, siempre esposada, pero aseguró que eso no le molesta si sirve para desenmascarar al poder político. La mujer aseguró que ni el mandatario ni el resto de la casta política dieron el ejemplo durante la pandemia. "festejaban cumpleaños mientras nosotros no podíamos despedir a nuestros seres queridos", comentó al medio antes mencionado.
Andrea entiende que su situación es similar a la de muchos argentinos que perdieron familiares en el medio de la pandemia. Por eso quiere hacer su aporte contando como fue su historia.
Gonzalo Paz tenía 17 años y a principios del 2020 se había instalado en Tucumán junto a su padre para terminar el secundario. Andrea comentó que tenían custodia compartida y el chico solía pasar un año con su padre y otro con su madre. En agosto el joven fue internado por una obstrucción intestinal que terminó en 4 cirugías.
Godoy no lo dudó más y decidió salir hacia Tucumán a pesar de las restricciones del gobierno a las cuales ella temía. Para poder viajar debió pagarle a un remisero con el cual, cuando llegó a un paraje de Santiago del Estero, fue obligada a realizar una cuarentena. Lamentablemente no pudo volver a ver a su hijo ya que a los pocos días la llamaron para decirle que Gonzalo no había resistido.
Al final de su relato con el diario antes mencionado le envió un contundente mensaje a Alberto Fernández: "no te voy a perdonar nunca que me hayas robado el derecho de estar con mi hijo mientras moría, no hay dinero que pueda solucionar el daño que hicieron", concluyó.
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