Los protagonistas de las "películas" de la semana están bajo la sombra de la sospecha del público que los consume y los repudia. Cuando la credibilidad vale más que el oro en política.
Alberto y Arrieta: "veo gente muerta" y "los otros"
"¿En qué te han convertido, Daniel?" (Mauricio Macri a Daniel Scioli en el debate previo a la segunda vuelta de 2015).
Aquella pregunta se escuchó fuerte el domingo 15 de noviembre de 2015, marcó el cruce entre los entonces candidatos a presidente. Una semana después, Macri sería electo presidente. En la trastienda había dos personajes que luego serían fundamentales en la actualidad.
Transcurrieron ocho años, pasaron dos gestiones, la del mencionado Macri y la del ahora hiper repudiado Alberto Fernández. De aquel debate estuvieron muy atentos, Javier Gerardo Milei y Santiago Caputo. El actual presidente había trabajado para la campaña de Scioli y el ahora reconocido asesor estrella presidencial formó parte del equipo de Durán Barba, quien aconsejó a Macri en el recorrido electoral. Lo llamativo es que ahora Milei integró a aquel Scioli perdidoso a su gabinete como secretario de Turismo y Deportes y lo tiene a Caputo que fue echado por Marcos Peña por tuitear en contra la idea gradualista de Macri. Hoy gobierna Milei, con sus colaboradores Scioli y Caputo (Santi). Los tres continúan enfrentados al expresidente, que resiste a la idea de licuar al PRO y dejarse abducir por la nave de La Libertad Avanza (LLA).
Ver: El villano y los tres enemigos a los que doblega el Presidente
Este recordatorio es para advertir de cómo los personajes de la política se reciclan y se potencian en periodos que oscilan entre 8 y 12 años y de acuerdo con la sucesión de las administraciones nacionales.
Alberto, el alfil políticamente muerto
El trayecto de Alberto F. es más conocido y más evidente. Fue jefe de campaña de Eduardo Duhalde y de Néstor Kirchner y llegó a ser legislador porteño en alianza con el cavallismo. Era uno de los preferidos de NK, desde 2003 fue el jefe de Gabinete del presidente patagónico, y también lo fue de Cristina Fernández de Kirchner hasta que en julio de 2008, por el conflicto con el sector agroexportador, se peleó con ella.
Se transformó en uno de sus peores críticos, encabezó el peronismo no K hasta que dio una señal de acercamiento al círculo de Cristina y planteó que debía haber una alianza peronista con el kirchnerismo inluido para vencer al macrismo. Lo que nunca imaginó que ella hiciera una movida de alta política y lo llevara a la Casa Rosada. Con el diario del lunes podemos decirlo: no estaba preparado para eso.
Por eso el 18 de mayo de 2019 es muy recordado por los peronistas y especialmente por el sector kirchnerista. Aquel día se produjo el movimiento ajedrecístico de CFK que hizo cruzar a AF en diagonal el tablero político, avanzando como un alfil hacia el sillón de Rivadavia. Así, quien solo pretendía ser embajador en España (era su máxima aspiración), seis meses después, se convirtió en presidente. Habían pasado 11 años de aquella pelea con la entonces presidenta. Lo demás es historia archiconocida.
Hoy, cinco años después de aquella entronización, Fernández es un paria de la política y un ejemplo extremo de la violencia machista por conocerse las palizas que le propinaba a su pareja Fabiola Yañez, mientras alardeaba públicamente que con él se terminaba el patriarcado. En definitiva, estamos viendo a un muerto político, un mutante. En realidad, en Argentina, como el pequeño niño hipersensorial (personaje interpretado por el actor Haley Joel Osment) de la película El Sexto Sentido, vemos gente muerta caminando, pero la obviamos y cuando reconocemos a un zombi celebrity como un ex presidente, nos escandalizamos por las brutalidades que comete. Conformamos una nación violentada por nuestras propias contradicciones.
Lourdes desafía la fuerza de gravedad pública
Tomando en cuenta estos ejemplos es posible entonces proyectarse y preguntarse qué será de la vida pública y política de Lourdes Arrieta por ejemplo, para 2031 la actual diputada libertaria mendocina tendrá 39 años y será aún una mujer joven y con capacidad productiva. Este ensayo viene a cuento porque estamos en presencia de un momento crucial para una persona con poder y que por un episodio fundamental ha perdido lo más importante, la confianza y la credibilidad, garantías esenciales para actuar en la vida pública.
Arrieta parece estar dispuesta a dar vuelta su pésima imagen después de entrevistarse con un grupo de genocidas hace precisamente un mes, el jueves 11 de julio en el penal de Ezeiza donde la comitiva de diputados libertarios que integró se entrevistó con una decena de personas condenadas por delitos de lesa humanidad cometidos en los años oscuros de la dictadura cívico-militar con el ex marino Alfredo Astiz como principal referente de esos genocidas. Sus posteriores declaraciones tratando de explicar por qué estuvo allí, la ubicaron como blanco de las críticas justificadas por la evidencia de la foto con los condenados que reclaman prisión domiciliaria.
Pocos le creyeron su arrepentimiento, pero hay un detalle importante que no es sopesado como tal. Arrieta denunció penalmente a sus pares con los que fue a la penitenciaria. "¿Qué le pasa a Arrieta?", se preguntó por teléfono el viernes, un legislador nacional. "Una denuncia penal a sus colegas hace que todo cambie. No es solo una declaración, es una postura grave con quienes convivís en el Parlamento. Ya no importa que vayas a hacer, sino lo que quieran hacer con vos, después de que los has denunciado", completó el postulado del diputado consultado, anticipando el ostracismo legislativo a la que será sometida la congresal denunciante. Y por lo cual ella ya está planificando generar un bloque unipersonal o sumarse a otros prolibertarios, pero exiliados del microclima mileista como el bloque de Oscar Zago, que fue echado por Karina M del bloque de LLA.
Concretamente, Arrieta ha denunciado coacción agravada, abuso de autoridad, violación de los deberes de funcionario público, conspiración y malversación de caudales públicos. Y por eso el juez federal Ernesto Kreplak ordenó una custodia para ella y a su familia, porque Arrieta le expresó al magistrado sentirse amenazada y sin protección. La legisladora apunta al Servicio Penitenciario Federal, a miembros del Congreso y a un grupo que se reunía para motorizar la operación de "rescate" de los genocidas condenados y presos en Ezeiza.
De acuerdo a lo trascendido, Arrieta apunta a sus colegas Benedit Beltrán y Guillermo Montenegro (hombre de confianza de la vicepresidenta Victoria Villarruel) dado que, según ella, fueron quienes la engañaron para que formara parte de la excursión legislativa a la cárcel. En el mismo sentido, va contra Sharif Menem, sobrino y secretario de Martín Menem el presidente de la Cámara de Diputados y hasta hace poco el jefe político de Arrieta. También señala al jefe del Servicio Penitenciario Federal, Fernando Martínez, al sacerdote católico Javier Olivera Ravasi lobbista y amigo de los condenados por crímenes imprescriptibles.
¿Alguien podría dudar que todo este movimiento no tendrá repercusión en Mendoza? No será una novedad que caducará la facultad otorgada a Arrieta de parte de Martín Menem y Karina Milei de poner y sacar funcionarios en un organismo nacional estratégico como el PAMI. Veremos en el futuro cambios en la conducción de ese organismo, parece inevitable. La fuente consultada coincide con este pronóstico.
A la par que, de a poco, a comenzado a crecer la figura Facundo Correa Llano, el diputado nacional ganso que oportunamente anunció su incorporación a LLA en la medida en que caía en desgracia Arrieta. FCLl ha comenzado a mostrarse en reuniones en los departamentos y en cuestiones económicas y de desarrollo productivo a favor de la impronta mileista.
Es notable la dinámica que se acelera en la misma proporción en que Lourdes Arrieta ha comenzado a dar un giro. Es como el personaje que encarna la solvente actriz australiana Nicole Kidman en la película Los otros, que cree que es acechada por invasores en una casa que habita y al final, el desenlace de la historia, revela que es ella quien ocupa ese lugar erróneamente.
También puede ser posible, en el caso LA, que estamos presenciando la maduración de una persona y que se plantea un desafío personal para crecer, aunque el reto tiene un precio caro, cuando se quiere enfrentar a una corporación, política partidaria como en este caso. Pero como ella misma ha dicho de su propio destino político: "el fenómeno Milei nos arrastró a varios y en buena hora". Traducido, quiso decir que pasó de ser candidata a concejal a ser diputada nacional por el Partido Libertario. El fenómeno que fue Milei en las urnas (y más en Mendoza) la terminó llevando al Parlamento casi sin quererlo y esperarlo. Y ya sabemos que muchas veces lo que rápido y fácil llega, del mismo modo se va.