El político chileno Marco Enríquez-Ominami ofreció una particular mirada exterior del presidente Fernández. Un "influencer" desde la política que se adjudica el triunfo de las elecciones de constituyentes en Chile. Escuchá la entrevista con el programa "Tormenta de Ideas".
Enríquez-Ominami: "Alberto Fernández es el Mitterrand de A. Latina"
El Pro en Chile no es lo mismo que en Argentina. Es todo lo contrario. La fuerza que lidera Marco Enríquez-Ominami es el Partido Progresista y, si bien se ubica a la izquierda, no fue parte en las elecciones recientes del bloque de partidos denominado "Apruebo Dignidad" con el Partido Comunista y otros afines, ni de "La lista del pueblo", que reunió a los que se levantaron en la insurrección del año pasado. Su partido integró la boleta denominada "Dignidad" en donde se volvieron a encontrar los miembros de la ex Concertación de Ricardo Lagos, Michelle Bachelet y Eduardo Frei.
El Pro obtuvo 0,58% de los votos y consiguió con ello un solo convencional. A pesar de ese dato, se siente triunfador debido a la derrota que se le infringió al presidente Sebastián Piñera. Pero la relevancia de MEO -tal como se le llama en Chile- está más allá de los resultados y es que fue tres veces candidato a la presidencia, con importante desempeño en las tres, creó el Grupo de Puebla para reunir esfuerzos partidarios "progres" en América Latina y sumó a Andrés Manuel López Obrador y a Alberto Fernández a su movida, y además, ejerce a diario prácticamente como un influencer de la política desde las redes sociales, con entrevistas, conferencias y conversaciones.
Es dueño de un estilo desacartonado, formado en París, en donde vivió su exilio, y posee una historia familiar que lo enriquece, como hijo de Hijo del médico Miguel Enríquez, cofundador y secretario general del Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR), y de la periodista, socióloga y productora de televisión Manuela Gumucio, quien en Francia se relacionó con el político Carlos Ominami (que fue ministro de Patricio Aylwin y senador nacional), con quien regresó tras la salida de Augusto Pinochet de la suma del poder.
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