Es una postura de los municipios que son operadores de agua potable y saneamiento y atiende al 25% de la población del Gran Mendoza y que sus territorios han sentido el crecimiento de los barrios que demandan el servicio. Apoyo del superintendente de Irrigación.
Luján y Maipú quieren rever el plan hídrico para 100 mil usuarios de agua
El debate inició ni bien el gobernador Rodolfo Suarez, el miércoles 5, presentó el "Plan Director de Optimización y Expansión de la Provisión de Agua Potable en el Gran Mendoza" . Si bien hubo un acuerdo en trazos gruesos sobre el objetivo del programa por parte de los siete intendentes del Oasis Norte, en lo particular comenzó a afinarse el lápiz para discutir los detalles del programa conocido también PHM (Plan Hídrico Mendoza) para los próximos 45 años.
Lo dicho oficialmente, hasta ahora, es que el plan requiere de una inversión de 200 millones de dólares y con el consecuente endeudamiento. Que está pensado para hacer frente y resolver los problemas de abastecimiento de agua de la zona más poblada de la provincia. Que tiene como objetivo mantener el consumo del área en 7,3 litros por segundo, que es lo que actualmente se extrae del río Mendoza.
Además, que se reafirma una de las ideas más comentada: destinar 60 millones de dólares para la compra de más de 150 mil medidores.
Tras la presentación se hicieron notar los posicionamientos y se destacaron los condicionamientos de los intendentes peronistas Matías Stevanato de Maipú y Roberto Righi de Lavalle, y del demarchista de Luján Sebastián Bragagnolo.
Dato que justifica este informe: Las comunas que tienen a cargo la provisión de agua en parte del Gran Mendoza y que representan el 25 por ciento del total (son 92 mil usuarios de 356 mil, según el intendente Bragagnolo), reclamarán la revisión del plan hídrico para sus propios sistemas de agua potable. Los territorios de Luján de Cuyo y Maipú han sentido el impacto del crecimiento poblacional no planificado y como consecuencia la mayor demanda.
Más agua potable: intendentes y Suarez unidos por el espanto a la sequía
Qué quiere Stevanato
El intendente maipucino Stevanato advirtió el mismo día de la presentación del PHM que era "una buena idea" la planteada por el mandatario provincial, "pero que no era un plan". Y señaló que ya tenía en carpeta una contrapropuesta por ser su municipio el encargado de la provisión de agua potable para el vecindario maipucino.
De acuerdo a lo publicado por el periodista Julián Imazio en diario Uno, Stevanato no pretende un aumento de fondos, pero sí un reacomodamiento financiero para que haya obras de mejora en sus sistemas de agua y saneamiento como son el reacondicionamiento de las plantas potabilizadoras de Palma y Lulunta.
Qué quiere Righi
El lavallino puntualizó que su territorio siempre es el final del recorrido del río Mendoza por lo cual siempre ha sido el más perjudicado en la provisión de agua potable pero también para la producción agrícola.
Inmediatamente reclamó que necesita que en la mesa de discusión esté el "mayorista" del agua o sea el Departamento General de Irrigación para ampliar la análisis sobre la provisión de agua destinada al consumo humano y el recurso destinado para la industria y el agro. El detalle a tener en cuenta es que Suarez incluyó a Lavalle como parte del territorio del Gran Mendoza por lo que se entiende que parte de las obras de mejora de rendimiento del agua potable beneficiarán al departamento norteño.
Qué quiere Bragagnolo
A ese escenario reclamante se suma el lujanino que tiene a su cargo la responsabilidad de dotar de agua potable en su territorio, como en el caso de Maipú, por lo cual le caben similares problemas y pedidos de soluciones. El jefe comunal que milita en el PRO dejó señales claras para el gobernador que es vecino lujanino y consumidor de los servicios de agua y saneamiento que da la empresa municipal Aguas Luján.
Primero reclamó que Aysam se haga cargo de entregar agua a toda la extensa área de Vertientes del Piedemonte, una superficie que estaba bajo jurisdicción de Las Heras y luego pasó a Luján, pero que sigue siendo responsabilidad de la empresa provincial de agua, aunque actualmente la atiende el municipio. Son cuatro mil usuarios que exigen el servicio y que no estaban en el cálculo del jefe lujanino. "Por lo tanto tenemos que destinar recursos que hacen que se resienta el servicio en otras zonas", apuntó el intendente.
Hace diez días el jefe de Gabinete de Luján Estebán Allasino puntualizó al POST que su municipio y también Maipú, pertenecen al Gran Mendoza y son operadores de agua como lo es Aysam. "Por eso la mirada debe ser de todos y no quedarse con una única perspectiva y entendemos que hay que trabajar en dos dimensiones: oferta (producción y conducción de agua potable) y demanda (medición del consumo domiciliario). En especial en nuestro caso con el conflicto del piedemonte donde se deben garantizar las redes de agua terciarias que son las que llegan a las puertas de las casas", dijo Allasino.
Marinelli apoya
El superintendente de Irrigación Sergio Marinelli remarcó al POST que la posición de los intendentes es razonable por tener a cargo la provisión de agua y saneamiento para la población de Luján y Maipú. En ese análisis de trato incluyó a Tupungato, aunque no es parte del Gran Mendoza, y que también potabiliza el agua para sus vecinos.
"Me parece bien que Luján y Maipú reciban parte de la inversión porque son productores y proveedores de agua potable, pero tienen que asumir las mismas responsabilidades que asume Aysam en este contexto", expuso el responsable de Irrigación.
A la vez dijo que es "histórico" que un presidente de Aysam, en este caso Alejandro Gallego, anuncie "un plan de inversión de obra para aumentar la oferta, pero sin alterar el caudal de 7,3 metros cúbicos por segundo de agua del río Mendoza para el consumo humano" .
Con esto Marinelli apuntó a su postulado de que con la misma agua que se dispone se debe atender a más población. Es decir que se debe mejorar la infraestructura para bajar los niveles de pérdidas que llega al 50 por ciento de 750 litros por día y por persona que se destina y que los usuarios bajen el consumo que actualmente termina siendo de 325 litros por día y por persona cuando debería ser de 185 litros por día y por persona, según los estándares internacionales.